Esta vuelta al mundo en 128 días terminó oficialmente el día 12 de mayo pasado, cuando finalmente regresamos a nuestro hogar, físicamente cansados, pero muy satisfechos por los resultados obtenidos. Para nosotros, el trabajo continuó hasta el día de hoy, debido a las múltiples ocupaciones de las personas que colaboraron con nosotros para llevar hasta ustedes estas experiencias vividas.
Muchos de los lugares que visitamos eran ya conocidos por nosotros pero que adquirieron una dimensión totalmente diferente frente a nuestros ojos al entrar en contacto directo con la gente en nuestra misión de presentar y dar a conocer a Nuestra Señora de la Altagracia. Otros lugares los visitábamos por primera vez e igualmente dejaron huellas en nuestro corazón.
La decisión de documentar la experiencia de estos meses ha sido de verdadero aprendizaje en todos los sentidos. Aprendimos mucho sobre la historia, costumbres y tradiciones que forjaron la cultura de cada lugar que visitamos. Además, en todo el trayecto, conocimos muchas personas que nos recibieron con los brazos abiertos, que estuvieron dispuestos a escucharnos y que quisieron saber más sobre nuestro país y sobre Nuestra Señora de la Altagracia. Asimismo, muchas personas nos dijeron que no eran religiosos o que no creían en vírgenes y no quisieron escucharnos; pero estos rechazos no impidieron que continuáramos firmes en nuestro propósito, porque fueron mucho más fuertes las palabras de aliento y las bendiciones que nos llegaban por parte de todos ustedes para que persistiéramos en nuestra misión. Por esta razón, les estaremos sinceramente agradecidos por siempre.
En nombre de Rubén Núñez, mi esposo, y en el mío propio, queremos agradecer a Altagracia Fernández, Sor Maricela Bonilla y al Padre Evaristo Areché Freijomil, rector de la Basílica de Higüey; que fueron las primeras personas a quien le comentamos este proyecto en 2019, al Sr. Carlos Alfredo George Encarnación, Cónsul General en Amberes, Reino de Bélgica, quien nos otorgó un certificado de reconocimiento por la peregrinación de Nuestra Señora de la Altagracia; a la Sra. Magaly Caram, exdirectora ejecutiva de Profamilia; la Sra. Licinia Thomas, Cónsul Honoraria de la República Dominicana en Portugal; la Dra. Lucy M. Arraya, del Ministerio de Relaciones Exteriores; al Dr. Luis Emilio Montalvo Arzeno, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Dominicana ante la Santa Sede; al Sr. Miguel Ángel Prestol González, Embajador de República Dominicana en Portugal; Anyelina García de la comunidad dominicana en Portugal; Pedro Jáquez; Margarita de los Santos; Manuel Ortega; Mónica Acota; Dulce de Lois; Ada Wiscovitch; y la Dra. Milqueya Portes. A todos, gracias por habernos escuchado y querernos ayudar de alguna o de otra forma cuando este proyecto era solo una idea.
Además, un muy merecido agradecimiento a Alvar Ojeda, consultor hotelero; Lando Fabián Reyes Beato, de Kings Consulting; y Elsa Turull de Larimar Films por toda la ayuda prestada en la producción de contenidos audiovisuales; a Kattia Alcántara, politóloga periodista, por todas las publicaciones relativas a esta peregrinación en los diarios digitales y a Clara Aquino Mascorro, por toda la información suministrada de cada puerto que visitamos. ¡Infinitas gracias!
Un especial agradecimiento a nuestro gran amigo José Lois Malkún, quien nos dedicó unas hermosas palabras en el periódico digital Acento (ver artículo aquí: https://acento.com.do/opinion/virgen-viaja-por-el-mundo-9238310.html).
Igualmente, queremos expresar nuestra gratitud al Padre Tomás Vladymir Pérez Candelario por sus sabios consejos y las bendiciones recibidas, así como el artículo que publicara en este mismo diario explicando nuestra obra, (ver articulo aquí: https://acento.com.do/opinion/peregrinacion-altagraciana-personal-y-por-el-mundo-9197584.html), al padre Terry Niziolek de la iglesia católica El Buen Pastor en Orlando, Florida, que bendijo las imágenes antes de emprender esta travesía, al Rvdo. Padre José Ramón Santana, Consejero Eclesiástico de la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede, por bendecirnos en nuestro país durante nuestra estancia en La Romana a fines de mayo pasado y al padre Rodolfo Coronado P. por oficiar la misa en honor a la Virgen de la Altagracia en el auditorio del hotel Viva Wyndham Dominicus.
También, al Sr. Claudio Natella, Gerente General del hotel Viva Wyndham Dominicus, por facilitar el auditorio del hotel para oficiar una misa de recibimiento a Nuestra Señora de la Altagracia luego de dar la vuelta al mundo.
Durante el viaje nos hicimos el firme propósito de que en cada lugar que visitáramos, nuestra primera visita fueran las iglesias, pero no siempre fue posible encontrarlas abiertas. Así que agradecemos a todos los sacerdotes que conocimos y que nos bendijeron en esta travesía. Son ellos: el Padre Bernardino Martínez, Vicario Parroquial la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Puerto Limón, Costa Rica; en la Polinesia Francesa, los sacerdotes Christophe Barlier de la Catedral de Nuestra Señora de Papeete de Tahití y David-LT de la Iglesia de San Miguel en Papetoai, Moorea; el Padre Richard Lawrenson de la Iglesia Santo Tomás Moro en Tauranga, Nueva Zelanda; en Sídney, Australia, los sacerdotes Michael Whelan SM, de la Iglesia San Patricio e Ignatius Vu Hoang Anh Tuan, de la iglesia San Pedro Julián; el reverendo Christopher Waterhouse, capellán de la Catedral San David (anglicana) en Hobart, Tasmania; el Fr. Jerry Browne de la Catedral San Agustine, en Puerto Elizabeth; el Padre Álvaro Miranda Adelino de la Parroquia Santuario de Nuestra Señora de Nazaret en Luanda, Angola; al Padre Mgr André Ogow N’kayo de la Catedral de San Pablo en Abiyán, Costa de Marfil; en las islas Canarias: a los sacerdotes José Antonio, en la Parroquia Matriz Nuestra Señora de la Concepción y Miguel Ángel Navarro Mederos, de la Iglesia San Francisco de Asís, ambas de Santa Cruz de Tenerife, y al Padre Juan Carlos Medina de la Iglesia Matriz de San Gines, Arrecife, Lanzarote; al Padre Julio, de la Catedral de Málaga, España; Faustino Jonas Libombo, de la iglesia San Juan de Brito, Lisboa, Portugal; al padre Deva, de origen hindú, de la Catedral de Santiago de Compostela en Galicia, España; Padre Leo Agbene, Iglesia San Pablo, Dover, Inglaterra; al padre Jonas, de la Catedral de Oslo, Noruega; Padre Piotr Gasior, Iglesia San Ansgar en Kristiansand, Noruega; Padre Oliver Obinna Iglesia San Ansgar en Kristiansand, Noruega; Very Rev. Paul Tyrrell, PP St. Michael Parochial House en Dublin Irlanda y al Padre Nemesio Menderos de la Iglesia Matriz de San Sebastián, Ponta Delgada, San Miguel en las Islas Azores, Portugal.
Además, un agradecimiento especial a la única monja que nos bendijo en este viaje, la Hermana Florence, de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en Durban, Sudáfrica.
Igualmente, al Padre Frederick Tillotson por oficiar la misa en honor a la Virgen de la Altagracia, en la capilla del barco Zuiderdam de la compañía de cruceros Holland America Line.
Asimismo, a la compañía de cruceros Holland America Line, que otorgó un certificado firmado por el capitán Friso Kramer gezegd Freher y Henk Mensik, gerente general del hotel, en el que avala que Nuestra Señora de la Altagracia estaba de peregrinación a bordo del crucero Zuidermann al momento de cruzar la línea internacional de cambio de fecha, saltando el sábado 28 de enero de 2023, latitud 20° 19.633 minutos Sur y longitud 172° 19.478 minutos Oeste. También, otorgó otro certificado a nuestra amada Virgen, por cruzar la línea del ecuador en el primer meridiano de Greenwich.
A todos ellos, nuestra eterna gratitud por el tiempo dedicado, las conversaciones agradables y las bendiciones recibidas.
También, agradecemos a todas las personas que trabajan en las iglesias y sus tiendas contiguas, por recibirnos, introducirnos y permitirnos el paso aun cuando estas estuvieran cerradas.
De la misma manera, a todas las personas que pudimos contactar en cada punto del planeta que visitamos, a los que mostraron interés, a los que nos escucharon, a los que todavía nos escriben porque quisieron ser parte de esta familia, a los que a partir del momento en que conocieron a Nuestra Señora quieren ser nuestros amigos, en fin, a todas esas bellas personas de buen corazón que nos permitieron llegar hasta ellos, reciban nuestro cariño y amistad.
Igualmente, agradecemos a Horacio Stagno (hijo), por todas las ideas y ayuda que nos dio al inicio del proyecto. A su padre, Horacio Stagno que partió en medio de este viaje causándonos una profunda tristeza y a quien dedicamos esta peregrinación. ¡Sabemos que estás en la paz del Señor querido amigo!
A todos nuestros lectores y seguidores, que nos dieron un ánimo increíble para seguir adelante y no desmayar.
Y, por último, pero no menos importante, queremos agradecer a Acento en nombre de su director Fausto Rosario por la oportunidad que nos dio para publicar las incidencias del viaje.
Asimismo, a Eva Mir y Laura Ferreira, que junto a nosotros conformaron un equipo inigualable de ayuda incondicional para documentar el viaje para todos ustedes en este medio y en Instagram. Este proyecto fortaleció nuestros lazos de amistad aún más. Gracias del alma por ser parte de nuestras vidas y creer en esta maravillosa peregrinación.
Para despedirnos, pedimos a Nuestra Señora de la Altagracia que fortalezca la fe que nos permita mantenernos firmes y fieles en el Señor, y que derrame bendiciones de gratitud, discernimiento, amor, salud y prosperidad para ustedes y sus familias. Reciban todos ustedes nuestro eterno afecto y gratitud.