Entregada mi carta de renuncia al Plan Estratégico de Santiago (PES), la primera llamada que recibí fue de Manuel Estrella, aliado de larga data. Casado con Loly Tavares la más bonita de las hijas de Gema y Gilberto Tavares. Joya de la corona de esta familia muy admirada en el Colegio La Salle. Asimismo, es hermano de mi compañero de universidad y carrera, el doctor Ricardo Estrella, ido a destiempo.
Recordamos que al abogado Juan Carlos Ortiz y quien suscribe, pasados presidente y secretario de los egresados PUCMM respectivamente, nos correspondió desde el Consejo de Desarrollo Santiago (CDES), fortalecer y ampliar esta institución. Duplicar la matrícula de socios comunitarios, bajo el aliento fraterno de Monseñor Agripino Núñez Collado, Juan José Batlle y Miky Lama.
Como atesoramos similar usanza académica que el ingeniero Estrella, «egresados eméritos y vitalicios», le solicitamos que donara a la nueva asociación de graduados, la membresía al Plan Estratégico de Santiago (PES), vía la primera institución de egresados en su momento creada visionariamente por él, denominada, Consejo de Egresados de Maestría de Administración de Empresas de la PUCMM. La respuesta asertiva fue inmediata.
El liderazgo empresarial ético y sostenido puede convertir una ciudad en símbolo de progreso nacional
Ahí reafirmé la nobleza de espíritu de quien de 0 a 100, progresó hasta colocarse en los primeros lugares de los empresarios más exitosos de América. A diferencia de muchos a los que sus padres heredaron fortunas que fueron dilapidadas en el ejercicio de los siete pecados capitales, y han sido destructores de familias y capitales, Manuel en los pasados 40 años, sólo ha sabido crecer con ética empresarial, innovación y sostenibilidad.
En 1985, mientras Manuel fundaba su empresa, quien suscribe estaba en un periplo mundial para valorar las potencialices de cambio en República Dominicana.
Paralelamente, el ingeniero Estrella hacia sus trámites empresariales, muy jovencito, yo recibía junto a mi esposa, la hoy doctora Mariana Moreno, vicealcedesa de Santiago, en mi casa de Centroamérica por mandato oficial, la crema y nata del sector progresista de occidente, desde Rigoberta Menchú, Clement Rohee, Rubén Berrios, Gioconda Belli, Peña Gómez, hasta Gerald Pierre Charles y Juan Bosch. De todos aprendía muchísimo en gestión diplomática y proyectos de desarrollo.
Manuel Estrella, por su parte, basado en el capital de su inteligencia, logró que sus empresas fueran líderes de construcciones nacionales e internacionales.
Articuló y creó Cemento PANAM. Generó North West Industries; productora de acero y estructuró junto a Félix García, Multimedios El Caribe. Sus éxitos son una legítima «Marca Santiago», incluibles como signos de identidad por el proyecto City Marketing que más que un logo, es una estrategia de atracción de inversiones.
Hoy, Manuel Estrella solicita que los fondos que el ministro de turismo David Collado, entregaría al Clúster Turístico, sean operativos. Por mi parte, llamamos a superar similares retrasos tanto ahí como en el centro histórico de Santiago.
Que los líderes de barros, improvisados y transitorios, que no jueguen con la palabra empeñada del presidente, cuya visionaria voluntad política, todavía no ha sido reconocida como se debe, por una ejecutoria efectiva y de respaldo a la ciudad y la región.
Compartir esta nota