Posiblemente el 100% de los humanos cree que el mundo debe mejorar, pero casi todas las personas esperan que venga alguien a cambiar las cosas. Cada vez tenemos más evidencias de que para que cambien las cosas tenemos que cambiar nosotros.
Se suele escuchar con frecuencia la idea de que el mal predomina en el mundo. Pero siendo racionales, si predomina la maldad, el caos, la destrucción y el azar, ¿cómo se explica que en los millones de años del universo que hemos podido conocer se ha evidenciado una evolución positiva?
Hace cuatro mil millones de años, nuestro planeta era rocoso con mucha actividad volcánica, con vestigios de nuestros mares, muchas islas, atmósfera sin oxígeno y posiblemente ya existían microrganismos. Si comparas esa realidad con lo que conoces, es evidente que ha habido un avance impresionante. Nuestra pasividad e irresponsabilidad ciertamente está permitiendo que mucho de lo que hoy tenemos se pierda, pero es innegable que con nosotros o sin nosotros, la vida continúa y tiende a perfeccionarse cada vez más.
Ciertamente, en ocasiones parece predominar la maldad, pero si hacemos un razonamiento simple, podemos ver que no es así. Sin embargo, es preciso reconocer que cuando alguna entidad viviente, opta por la anarquía, de una u otra forma, sus días están contados. Esto se aplica a todo lo que existe y no somos la excepción. De manera que solamente pueden prevalecer las entidades que mantienen un desarrollo sostenible, en armonía con su entorno, lo que contribuye a adaptarse, encajar o hacer sinergias favorables, con toda la realidad que le rodea. Es algo tan simple que resulta impresionante cómo podríamos estar frecuentemente tan ciegos.
El Homo sapiens ha alcanzado indiscutibles progresos tecnológicos en las últimas décadas, eso no asegura que no podamos desaparecer como especie y darle paso a alguna otra. Dado nuestro desarrollo, ya no basta con vivir en armonía en tu hogar, con tus amigos o tus vecinos, ahora es imprescindible vivir en armonía con el resto del Mundo y se nos está dificultando.
Una manada puede tener cientos de miles de ejemplares, por ejemplo, el Ñu africano. Esa gigantesca manada en ocasiones es asediada por pequeños grupos de leones que los cazan, si decidieran enfrentar entre todos a los leones, no moriría ningún ñu y los leones desaparecerían. Pero cada uno considera más conveniente cuidarse a sí mismo y olvidarse de los otros, lo que permite que los depredadores los amenacen. El miedo y el egoísmo permite que el peligro se mantenga. Nos creemos muy diferentes, pero la vida en la sociedad humana es exactamente igual.
La democracia se supone que ponga freno a la depredación, pero cuando usted está dispuesto a dar su voto a cambio de unos pesos o privilegios, le está dando luz verde a los depredadores y aunque tal vez consiga lo que le ofrecieron, consecuencias que su inmediatismo no le permite ver, harán que lamente cada peso recibido. A veces simplemente rehusamos pensar y hacemos de manera irresponsable lo que haga la mayoría.
La famosa frase de Martin Luther King Jr.: “Al final, no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos.” O el caso de Dietrich Bonhoeffer, teólogo alemán ejecutado por Hitler, dijo: “El silencio frente al mal es en sí mismo malo. No hablar es hablar. No actuar es actuar.”
Siempre han existido gobernantes de naciones poderosas que han logrado aterrorizar al Mundo. La historia nos muestra muchos nombres y en el presente las noticias nos muestran otros, sin embargo, si los ciudadanos de esas naciones poderosas llegan a repudiar de forma activa las políticas inhumanas de esos gobernantes, ellos serían inofensivos. Un tirano es solamente poderoso si su pueblo no lo enfrenta y puede hacer mucho daño solamente porque muchos prefieren callar. Podrías estar en calma cuando a tu vecino le están haciendo daño, pero debes recordar que tú podrías ser la próxima víctima.
Debes aprender a enfrentar un cerdo sin revolcarte en el lodo, porque él lo disfruta, pero tú no. Ciertamente lo negativo no debe ser enfrentado con odio sino con inteligencia, porque el caos tampoco es una solución racional.
La meta no es rechazar a quien actúa con maldad, sino a la maldad en sí.
Conocemos muchas historias de superhéroes, pero hemos creído que no existen. En realidad existen, pero al igual que tú no saben que ellos son los superhéroes. Podrías no sentirte útil, pero realmente el mundo te necesita y si dejaras de pensar en tus limitaciones podrías hacer maravillas.
Tal vez entiendes que hay millones de cosas que necesitan mejorar, pero haz tu mejor esfuerzo para que hoy mejore al menos una.
Un cambio solamente vale la pena cuando también cambiamos nosotros. Lo que tú ves claro que necesita mejorarse tal vez pocos pueden percibirlo.
Compartir esta nota