Del mismo modo en que las personas registran documentos (actas de nacimiento, actas de matrimonio, certificaciones, etc.), preservando así su memoria individual, las comunidades cuidan su memoria colectiva registrando documentos a través de los archivos históricos, las instituciones que conservan de manera indefinida los documentos de una nación.

Esta preservación no debe entenderse en términos estáticos. Los archivos históricos no son templos que guardan la barrera imaginaria entre el pasado y el presente cuidando una identidad colectiva inmutable. Pasado y presente no se contraponen, se encuentran en una interrelación dinámica pendiente de las interpretaciones.

Como dijo el filósofo Hans Gadamer (Verdad y método), la comprensión es un proceso de fusión entre los horizontes del pasado y del presente. Los archivos históricos, más que los recintos que guardan un tesoro escondido, constituyen el espacio para un diálogo interpretativo intergeneracional vivo mediado por la tradición.

Emplear la vastísima literatura del Archivo General de la Nación y otros archivos para releer e interpretar nuestra historia deconstruyendo los mitos fundacionales que han servido de base para una interpretación oficial de los procesos históricos

En este sentido, los archivos históricos constituyen la posibilidad de una reapropiación del legado que permite la reconstrucción cambiante de la identidad colectiva. No son un almacén de datos bibliográficos para sustentar la sentencia de que “los hechos hablaron”. Constituyen un espacio de búsqueda para construir el discurso que “hace hablar a los hechos”.

Este es uno de los grandes retos del trabajo de una nueva historiografía dominicana: distanciarse de la influencia positivista que ha marcado una gran parte de la historiografía tradicional. Emplear la vastísima literatura del Archivo General de la Nación y otros archivos para releer e interpretar nuestra historia deconstruyendo los mitos fundacionales que han servido de base para una interpretación oficial de los procesos históricos que ha omitido o generado silenciamientos y agravios hermenéuticos significativos que deben ser reparados para una comprensión más integral de nuestra historia.

[i] Al Archivo General de la Nación.

Leonardo Díaz

Filósofo y ensayista

Doctor en Filosofía por la Universidad del País Vasco, con líneas de investigación en las áreas de epistemología social, ética ciudadana y filosofía política. Conductor del Podcast de filosofía Conversaciones de la caverna y del programa D−ética TV. Presidente de la Asociación Dominicana de Filosofía. Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana por la Comisión de Filosofía y Epistemología. Premio Nacional de Ensayo Científico (2015). Premio de Ensayo Pedro Francisco Bono (2012). Integrante de la reunión constitutiva de la Red Iberoamericana de Filosofía. Fue miembro de la Comisión de Alto Nivel para la Difusión de la Filosofía de la UNESCO. Autor de Reflexiones filosóficas. Artículos de ética, política y filosofía (2018); Las tensiones de Thomas Kuhn: Una perspectiva crítica para los estudios sociales y culturales de la ciencia (2014); La filosofía y los espacios de la libertad (2012), así como de diversos artículos publicados en revistas especializadas nacionales e internacionales de filosofía. (Correo: leonardodiazsd@gmail.com; Instagram: @leonardodiazsd).

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