Desde hace varias semanas, las redes sociales se han hecho eco de la situación sentimental del expelotero Luis Polonia, expuesta en el reality La Casa de Alofoke 2. Este hecho ha generado una oleada de reacciones encontradas, tanto a favor como en contra.
Diversos periodistas han comentado el tema, señalando que Polonia habría iniciado una relación con una menor de edad. Por esa razón, muchos de ellos han sido blanco de ataques por parte de una multitud de fanáticos que no logran separar la emoción de la admiración del juicio objetivo.
Una periodista expresó algo que deseo tomar como punto de partida para este escrito:
«Yo no sé quién está ganando ni quién ganará La Casa de Alofoke 2. Ahora bien, si me preguntan quién será el gran perdedor, eso sí lo sé: Luis Polonia».
Preocupa cómo este tipo de situaciones tiende a normalizarse cuando provienen de alguien que admiramos y seguimos
Para su desgracia, la participación en ese reality show ha hecho que salga a la luz pública una situación que solo conocía su entorno más cercano. Además, ha reavivado un caso de hace varios años, cuando él, siendo una figura destacada de las Grandes Ligas, fue acusado de abusar sexualmente de una menor.
En medio de la chercha y motivado por la euforia de las redes, Polonia no midió las consecuencias de sus palabras y confesó que su actual pareja —con quien mantiene una diferencia de edad de 40 años— comenzó una relación con él cuando aún era menor. Según afirmó, esperó a que cumpliera los 18 para formalizarla.
Estas declaraciones, sin duda, resultan delicadas para quienes mantenemos cierta sensibilidad ante estos temas. Aun así, sorprende la cantidad de personas que han salido en defensa del expelotero, esgrimiendo argumentos como los siguientes:
– La chica tenía 17 años con un hijo, entonces hay que buscar y juzgar también al papá del hijo.
– ¿Qué interés hay en traer ese tema a colación si sucedió hace tantos años? (Por cierto, quien lo sacó a colación fue él mismo, no el interés de nadie).
– Él la conoció en un lugar de bebidas ¿qué hacía ella en ese lugar? son menores para una cosa y para otra no.
– Le quieren hacer daño a Polonia porque le tienen envidia.
Fue él quien puso el tema sobre la mesa y quien lo expresó públicamente
Cualquiera de esos razonamientos podría tener cierta lógica, pero ¿por qué resulta especialmente llamativo el caso de Luis Polonia? La respuesta es sencilla: no se trata de cualquier persona. Es alguien que genera admiración, que es seguido por muchos y cuya influencia puede ser significativa. Los comentarios de quienes lo defienden reflejan este fenómeno; estoy convencido de que, si cualquier persona común hiciera la misma confesión, los primeros en condenarlo serían precisamente quienes hoy defienden al expelotero.
Nadie busca hacerle daño; fue él quien puso el tema sobre la mesa y quien lo expresó públicamente. Sin embargo, preocupa cómo este tipo de situaciones tiende a normalizarse cuando provienen de alguien que admiramos y seguimos.
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