La reforma fiscal fallida contemplaba un cobro por el impuesto de circulación de seis mil pesos para los vehículos de menos de cinco años y de tres mil pesos para los que tuviesen más de cinco años. Es decir, continuaba con un sistema parecido al actual, que es cien por cien injusto.

Opinar de esa forma resulta sencillo, pues me baso en que, a igualdad de fecha de fabricación, con el sistema actual paga lo mismo un vehículo cuyo costo es de veinte mil dólares que uno cuyo costo es de ciento cincuenta mil dólares o más. Lo anterior, aparte de ser una aberración, demuestra que ese sistema perjudica claramente a las clases menos favorecidas.

Considero que sería mucho más razonable cobrar en base a la cilindrada del motor o al caballaje que pueda desarrollar dicho motor. Este sistema que comento es de uso corriente en países europeos.

Por ejemplo, se podrían hacer los siguientes rangos:

El costo de cada rango se obtiene añadiendo un 20% al rango anterior

Tampoco me parece lógica la medida de reducir en un cincuenta por ciento el precio del marbete a los vehículos con cinco o más años, ya que un vehículo, cuanto más viejo es, más contamina. Es decir, considero mejor pagar siempre la misma cantidad, ya que de lo contrario, si se rebaja en un cincuenta por ciento, lo razonable sería cobrar un impuesto adicional por parte del Ministerio de Medio Ambiente por contaminación. Esta medida no será del agrado de muchas personas, pero tenemos que frenar la emisión de gases a la atmósfera

Se pueden analizar diferentes alternativas, pero considero que no es admisible continuar como hasta ahora, pagando todos los vehículos la misma cantidad.