El martes 18 de febrero me invitaron a la inauguración del proyecto: Grupo de Apoyo para atender y prevenir la violencia, a través del arte. La experiencia con la Fundación Abriendo Alas fue especial y conmovedora. Su propósito  como organización es trabajar directamente con mujeres bajo violencia psicológica y física producto de la maldad, opresión y frustración con que operan los  dominios del patriarcado.

La particularidad de la organización es crear un espacio de sanación a cuerpos dolientes mediante el arte y conversaciones en las que puedan expresar su dolores, angustias y torturas que han graficado los cuerpos femeninos. La organización utiliza una plataforma de escenificación performática en la que se expresan las historias con movimientos rítmicos, sentimientos y reconocimientos singulares. El arte es un sujeto que atraviesa la piel y los sentidos. Es herramienta psico-espacial que desnuda sentimientos, por medio del teatro, danza, pigmentos coloreados que modelan nuevas realidades para romper los desiertos del alma de cuerpos  que han sido visceralmente torturados y humillados por los poderes de una masculinidad enferma de odios, deseos de poder  y sin razones.

La Fundación Abriendo Alas responsable del proyecto ha sido apoyada por el Ministerio de Cultura, a través de Mecenazgo RD quien se interesa en proyectos culturales para la nación. Esta institución maneja fondos solidarios de apoyo a la cultura (FOSAC) y estuvo presente su director Henry Mercedes y Rafael Villalona (Director de proyectos). Por parte de la Fundación fue presidida por Xiomara Altagracia García (presidenta), Nelly Chalas, Adonis Comas, Eusebia Hernández, Kathia Salazar y Carolina Luciano. También estuvo  presente la psicóloga Fabiola Falconi quien abrió el acto inaugural con un bosquejo de las diferentes estrategias artísticas que son utilizadas para abordar los círculos de trabajo con arteterapia. Fue la facilitadora internacional de la fundación para iniciar el encuentro en círculos de arte terapia con las mujeres que asistieron al taller.

El proyecto se está desarrollando en el Centro de Atención a sobreviviente de Violencia del Ministerio Público/fiscalía del Distrito Nacional. En la presentación inaugural estuvieron presentes  Saray Figueroa (Coordinadora) y Tahirí Calderón (terapeuta), quien representó a Solange Alvarado encargada del Centro de Prevención y Atención a la Violencia.

La Fundación Abriendo Alas trabaja directamente con las niñas de las cárceles, las mujeres violentadas y mujeres víctimas de trata y tráfico. A estas mujeres, el juego de los significantes, les negó dignidad y acogimiento. Sus vidas han sido fuentes de daños morales dentro de sus comunidades y muchas veces abandonadas a su propia suerte. Por tales razones son necesarias las acciones que garanticen sus derechos y plena ciudadanía, además de ser abrazadas para ayudarlas a sanar, a través de la transformación que ofrece el arteterapia.

Las historias que ellas cuentan visten dignas túnicas, pintadas, esculpidas y danzadas, en fin escenificadas en las tablas de la vida. El arte  generar sentidos y sentimientos de estados inconscientes y consciente en una grafía que no mutile, ni tome pose, pero si ternura y voluntad para que florezcan sus espíritus y hagan presente el temple femenino y los verdaderos bosques creativos. La violencia genera autodesprecio corporal que es bastante común en esos lugares de marginación y horror. Sus historias llenas de escoriaciones, magulladuras, golpes, pérdidas marcan su carne y emociones. Ellas son luchadoras  que están saliendo de un mundo de dolor para conmocionar  y aparcar  los impactos de tales transgresiones, a la dignidad de las mujeres violentadas. El arte es un buen medio a escalar mayor para darle vuelta al horror de tales experiencias humanas. En el entendimiento de los procesos emocionales el arte ofrece el suelo para sostener las emociones y transformar lo ordinario en plenitud y abrir lo que está oculto en el interior.  En este taller se hace sensible la sintonía con las vicisitudes para inscribirse en un nuevo retablo de profunda labor transformadora en los realismos de los cuerpos que crean nuevas historias.

Fátima Portorreal

Antropóloga

Antropóloga. Activista por los derechos civiles. Defensora de las mujeres y los hombres que trabajan la tierra. Instagram: fatimaportlir

Ver más