En el año 1847 llegó al país un facultativo italiano: el doctor Rotellini. Luis Rotellini y Fago nació en 1820. Estudio medicina en Roma. En la administración de don Manuel Jiménez, en el lapso 1848—1849, desempeñó el cargo de director del Hospital Militar; además fue en 1853 miembro del Juro Médico, juntamente con los doctores Bernal y Delgado. Se le consideró como una autoridad médica. Los doctores Delgado, Piñeyro, Guerrero y Luna recibieron sus enseñanzas por medio de cátedras médico-quirúrgicas que él ofrecía en el enunciado Hospital Militar.
Entre los años 1854 a 1860 figuró entre los formantes de la Comisión Central de Instrucción Pública, en unión de don Tomás Bobadilla, don Domingo de la Rocha, don Nepomuceno Tejera y don Francisco Moreno, presidente este último de la citada Comisión y ministro de Instrucción Pública. Casó en el país con la señorita Gregoria Evelina Coen Mansuit, hija de don Abraham Coen, cónsul de Dinamarca, e integrante de una reconocida familia de origen sefardí. Tuvo dos hijos: David y Luis Rotellini.
En el periódico “El Progreso”, de fecha 7 de agosto de 1853, los señores Juan y V. Vicioso expresan sus gracias al doctor Rotellini por la asistencia que prestó a un deudo de ambos. El suelto decía así: “Tenemos la grande satisfacción de expresar al doctor Rotellini los sentimientos de la más profunda gratitud y somero aprecio, no tan solo por la esmerada asistencia, que como médico prodigó a la persona más cara para nosotros, durante la grave enfermedad que hizo dudar de sus días, sino también por la fina y exquisita complacencia de que, como particular, tantas pruebas dió a la familia, en aquellos momentos de tribulación. “Bien conocemos que esta pública manifestación se halla muy en pugna con la modestia del doctor Rotellini, pero él no debe ignorar que los corazones verdaderamente gratos no se satisfacen con el silencio, necesitan expansión; y por esa causa hemos querido patentizar al público que comprendimos todo el valor del mérito del doctor, y que en nuestras almas están grabados con caracteres indelebles los servicios que en estas circunstancias nos han dispensado. “Quede, pues, el señor doctor Rotellini bien penetrado de nuestra inmensa gratitud, y convencido de que acabará con nuestra vida. Santo Domingo, 4 de agosto de 1853. Juan Vicioso y V. Vicioso”.
Rotellini fue considerado como uno de los médicos extranjeros más competentes e ilustrados que llegaron al país para aquella época. Se le juzgó como una autoridad y se comenta que dió clases de medicina a los doctores Guerrero, Delgado, y Piñeyro, así como que es probable que laborara como profesor de medicina en el Colegio Nacional de San Buenaventura en el año 1853. El doctor Rotellini fué autorizado a ejercer la profesión de médico en el mismo año de su llegada al país. De esta manera, en la Memoria del Ministerio de Interior y Policía de fecha 31 de enero de 1848, correspondiente al 1847 se lee: “El señor Luis Rotellini, doctor en medicina de la Facultad de Roma, solicitó permiso para ejercer la profesión en la República, y en vista de los títulos que presentó para acreditar su profesión y previo examen que hizo de ellos el Juro Médico del Hospital Militar, se le concedió el correspondiente permiso como lo deseaba”.
Participó junto al doctor Pedro Delgado en el Hospital San Francisco de Asís, una iniciativa privada que se encontraba cerca de las ruinas del monasterio de San Francisco y que ofrecía diversos servicios médicos a los habitantes de la ciudad, pero también ofrecía servicios a los tripulantes de los barcos que venían al país y que enfermaban por cualquier motivo. El doctor Rotellini falleció en Santo Domingo en 1864.
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