Recientemente, el gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), licenciado Héctor Valdez Albizu, publicó un informe económico y financiero en el que destaca las bonanzas y bondades de la economía dominicana, el grado de crecimiento y desarrollo que está teniendo el país, así como su estabilidad macroeconómica, política y la de su sistema financiero; la paz social, la seguridad jurídica prevalente, entre otras.
En dicho informe, el señor Valdez Albizu trata de llevar la tranquilidad, la confianza y el sosiego al sector empresarial, a la clase política, así como a la mayoría del pueblo dominicano, en un momento en el que, según sus palabras, predomina una gran incertidumbre, causada por la toma de decisiones económicas, políticas y arancelarias abruptas, del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, las cuales están repercutiendo en gran medida en nuestro país. Entre ellas se encuentran: el aumento de aranceles a los países socios comerciales (Canadá, México, China), la recesión económica de ese país y la depreciación del peso dominicano que, a pesar de ello, ha sido mucho menor a la de otros países, como Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay y que nuestro país cuenta con un sistema financiero muy robusto.
Este informe dista mucho de la realidad económica que está viviendo la República Dominicana en estos momentos, pues no es lo que está apreciando ni sintiendo la mayoría del pueblo dominicano.
En cuanto al deslizamiento que se está produciendo en la tasa cambiaria, al día de hoy esta se encuentra colocada en 63.50 por cada dólar, superando la que fue utilizada para la elaboración del Presupuesto de la Nación para este año 2025, la cual fue de 63.
En dicho informe, dicho señor se contradice a sí mismo, pues a pesar de haber expresado que en el país se ha preservado la estabilidad relativa en la tasa cambiaría, más adelante expresa que las fluctuaciones recientes del tipo de cambio responden a factores estacionales de demanda y a la situación de incertidumbre global.
Hizo mucho hincapié en que “en estos momentos el BCRD está preparado para implementar todo tipo de medidas para evitar una volatilidad en el tipo de cambio y la inestabilidad macroeconómica del país, pues cuenta con casi 15 mil millones de dólares en Reservas Internacionales, equivalentes al 11.6% del Producto Interno Bruto (PIB)”; que este año el país generará unos 45 mil millones de dólares, fruto de las exportaciones de zona franca, del turismo y al flujo de remesas, debido a la confianza de los inversionistas extranjeros.
La República Dominicana se ha convertido en la atracción para la inversión extranjera directa. La misma está preparada para enfrentar con éxito los grandes cambios que se observan en la economía mundial.
A pesar de ello, la tasa cambiaria continúa deslizándose bruscamente, sin que hasta ahora se tomen las medidas correspondientes. Tampoco, el señor Valdez Albizu se refirió a los efectos negativos que la misma esta ocasionado al país, como el aumento en los precios de la canasta familiar, la cual ya alcanza a los 47 mil pesos mensuales; el aumento exorbitante que están teniendo los medicamentos, así como los servicios de salud; la materia prima para la elaboración de los alimentos y productos basicos; los materiales de construcción, los cuales han disparado los precios de las viviendas, lo que ha frenado a los sectores de la construcción, inmobiliario y ferretero.
Este informe fue publicado días antes de que llegara al país la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual había llenado de preocupación al gobierno de Luis Abinader, por los cuantiosos préstamos obtenidos y de otros que están siendo solicitados, como una forma de ir allanando el camino a la misma para la preparación de su informe.
Para el gobernador del BCRD, para el presidente Luis Abinader Corona y sus funcionarios, la economía del país marcha “viento en popa”, todo va de maravilla, pero para la gran mayoría del pueblo dominicano, sobre todo, los sectores marginados y vulnerables, los que no reciben ingresos de los sectores público y privado, los que no saben a dónde van buscar su sustento diario, esta no es la realidad que expresa en su informe el prestigioso, destacado e influyente gobernador del Banco Central de la República Dominicana.
En otras palabras, quiéralo o no, la República Dominicana atraviesa por un período de recesión económica, que si no se toman urgentemente las medidas correctivas para frenar el deslizamiento veloz que viene ocurriendo con la tasa de cambio, se puede producir un clima de inestabilidad económica, política y social.
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