Karl Popper (1902-1994) fue uno de los filósofos de la ciencia más comentados y debatidos en el siglo XX. Autor de La lógica de la investigación científica, sometió a crítica los supuestos filosóficos del positivismo lógico: la creencia en la naturaleza inductiva de la ciencia y en la verificabilidad de sus proposiciones.

Además, Popper fue autor de un opúsculo dedicado al análisis del historicismo (Miseria del historicismo), el conjunto de cosmovisiones que comparten la creencia en la existencia de leyes inevitables que rigen los procesos históricos y que orientan la historia en una determinada dirección, dotándola de un esencialismo metafísico, religioso o ideológico. Para Popper, la historia nos permite visualizar tendencias pero jamás leyes deterministas que produzcan acontecimientos de una manera necesaria.

Relacionado con la idea anterior, no es posible una ciencia de la historia similar a la ciencia natural, una disciplina capaz de predecir, a partir de unas condiciones iniciales, regularidades universales. El historiador construye un marco teórico que le permite elaborar conjeturas para pronosticar determinados hechos, pero debe tener cuidado de no imponer modelos explicativos al libre devenir de los acontecimientos sociales.

Popper fue uno de los maestros intelectuales de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura recién fallecido. Representante del boom de la literatura latinoamericana que revitalizó la novela en lengua castellana durante la década de los años 60, escribió clásicos de la literatura contemporánea como La ciudad y los perros, La casa Verde o Conversación en la Catedral.

En su libro El llamado de la tribu, Vargas Llosa dedica un capítulo al pensamiento y a la vida de Popper. A partir de la concepción popperiana de la historia, el Nobel expresa su perspectiva personal de la novela, asemejando el oficio del historiador con la del escritor literario.

Estas semejanzas han sido mal vistas en nuestro entorno académico por quienes defienden una concepción historicista de la historia, creyentes en la existencia de leyes que regulan los fenómenos históricos como las leyes naturales rigen los fenómenos de la naturaleza.

También, han sido mal vistas por quienes entienden la disciplina histórica como un discurso no problemático basado en “datos puros” inmutables e incontrovertibles.

En La llamada de la tribu, Vargas LLosa señala que la persuación de la novela -habilidad que él manejó con maestría-, se apodera de la conciencia del lector estableciendo un orden, un mundo con sentido donde las partes que en principio eran caóticas, quedan articuladas de manera armoniosa como producto del arte novelístico. Del mismo modo, el historiador establece un orden en el caos ininteligible de los acontecimientos históricos a partir de un acto interpretativo de los documentos.

Es verdad que existe una diferencia destacable: el historiador no inventa el mundo en el mismo sentido en que lo hace el novelista, porque la realidad literaria existe solo a partir de la acción creadora del artista, mientras la “realidad histórica” no es el producto exclusivo de la imaginación personal, sino una recreación a partir de los documentos historiográficos sometible a la validación intersubjetiva.

Sin embargo, en ambos casos, la realidad adquiere sentido a partir del relato construido por un autor, una narración que abre la posibilidad de un mundo y que no es el único relato para la configuración de un universo posible e inteligible.

Leonardo Díaz

Filósofo y ensayista

Doctor en Filosofía. Presidente de la Asociación Dominicana de Filosofía. Premio Nacional de Ensayo Científico (2014). Premio de Ensayo Pedro Francisco Bono (2012). Conductor del podcast de filosofía Conversaciones de la caverna y del programa De Ética TV. Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana por la Comisión de Filosofía y Epistemología. Secretario de la Red Iberoamericana de Filosofía. Profesor Titular de la Carrera Nacional de Investigadores. Autor de Reflexiones filosóficas. Artículos de ética, política y filosofía (2018); Las tensiones de Thomas Kuhn: Una perspectiva crítica para los estudios sociales y culturales de la ciencia (2014); La filosofía y los espacios de la libertad (2012), así como de diversos artículos publicados en revistas especializadas nacionales e internacionales. (leonardodiazsd@gmail.com).

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