Este verano del año 2025 ha traído grandes pérdidas a la cultura dominicana. El fallecimiento de José Cestero nos enluteció en el mes de julio, aunque fuera previsible desde hace un tiempo. Nos perdimos la ilusión de esperar que Virtudes Céspedes lo motivara y ayudara a hacer una nueva exposición con un tema literario. Ellos mantuvieron una colaboración hermosa durante numerosos años.
Con ocasión de la celebración del cuarto centenario de la publicación de “El Quijote”, Virtudes Céspedes le propuso a Cesteros que hiciera una exposición enteramente basada en la novela más leída en español. En las mañanas lo mandaba a buscar a la Ciudad Colonial y le daba los pinceles, los lienzos, los óleos y el espacio para que él trabajara tranquilamente. Al final del día, lo enviaba con un chofer a su casa porque él decía que no podía vivir en “Beverly Hills”. Ese esfuerzo fue compartido con el público bajo el título “Andanzas del Quijote” en la Feria Internacional del Libro del año 2005, la primera bajo la administración de José Rafael Lantigua como ministro de Cultura.
Lo que nos lleva la segunda baja sensible en menos de un mes y una mucho más inepesperada. Es un triste momento dejar atrás definitivamente el entusiasmo lector, el deleite de la palabra bien usada – a lo oral y a lo escrito – y la capacidad gerencial de José Rafael Lantigua para llevar a buen término acciones dedicadas a conocer, comprender y apreciar obras artísticas. Escritor cuidadoso y erudito, fue mucho lo que hizo al final del siglo XX en tanto que presidente de la Comisión Permanente de la Feria del Libro para internacionalizar y darle prestigio a esta actividad originalmente propuesta por el irrepetible Julio Postigo.
Afortunadamante la vida es cíclica y así como Virtudes Céspedes pudo volver a interesar a José Cestero en la preparación de una exhibición pictórica en base a una obra literaria (“Macondo” en honor a “Cien años de sledad”, que disfrutamos en el año 2023) y la vida le volvió a dar la oportunidad a José Rafael Lantigua de estar detrás de proyectos de difusión literaria, nos toca a los que continuamos en este peregrinar el seguir iluminando el camiino con nuevas obras.
Y ahí trabajadores en esta tarea. Estos momentos oscuros en el panorama cultural nacional vienen acompañadas de otros tantos momentos de luz: la dinamización de las actividades del Museo de la Catedral y del Centro Cultural Taíno Casa del Cordón en la Ciudad Colonial.
Más hacia el centro, en la Plaza de la Cultura, la dinamización de actividades de difusión en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña y del conocimiento de las esculturas públicas de la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos.
Para el año que viene, sería un verdadero homenaje dedicarle la próxima edición de la Feria del Libro a este gran amante de la lectura y la escritura que fue José Rafael Lantigua.
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