Desde hace más de dos décadas, existen las condiciones para avanzar en la transformación de los hospitales tradicionales en centros auto administrados. La Ley 87-01 estable el pago por servicios prestados, de aplicación universal y similar para los hospitales y las clínicas.
Elevar la capacidad de respuesta de los hospitales constituye la condición esencial para reducir la privatización y el gasto familiar de bolsillo. Recuperar la salud, es la mayor prioridad para los afiliados y por eso carecen de prejuicios entre lo público y lo privado. Ello explica la creciente afluencia a los hospitales de auto gestión y a las clínicas privadas, incluso de la gente de a pie.
Por hospital de auto gestión entendemos la descentralización del proceso de entrega de los servicios médicos y de salud, mediante el control directo e interno del financiamiento. Supone la contratación del personal y la asignación de los recursos, a cargo de una gerencia independiente, centrada en la satisfacción de la gente.
Desde hace décadas el país cuenta con hospitales que cumplen con muchos de los requisitos esenciales de la auto gestión, registrando una mayor aceptación general. Así lo reconoció recientemente el Dr. Mario Lama, director del SNS, al destacar que el nivel de facturación avanza hacia un punto de equilibrio para fomentar la autonomía hospitalaria.
Demás está decir que, en los verdaderos hospitales de auto gestión, y en las clínicas privadas exitosas, toda la gestión está concebida y organizada para prestar servicios oportunos y satisfactorios, eliminando la politización, el clientelismo, el ausentismo y la paralización de los hospitales.
Los hospitales de autogestión cuentan con mayor aceptación general, porque combinan un pago fijo mensual a los médicos, más ingresos según los servicios prestados, tal y como estable la Ley 87-01 en su artículo 173. En la medida en que sus ingresos dependen de las preferencias de los afiliados, están compelidos a mejorar la calidad y oportunidad.
La necesidad de satisfacer a los pacientes obliga a los hospitales de auto gestión y a las clínicas privadas, a establecer horarios extendidos con cero interrupciones, a mejorar el trato a los pacientes, al suministro continuo de insumos y medicinas, y al mantenimiento regular de la infraestructura. Se trata de un círculo virtuoso, donde los médicos ganan más, en la medida en que atienden mejor a los pacientes.
Incluso los hospitales orientados al paciente han llegado más lejos. A fin de brindar una atención más satisfactoria, han establecido un servicio de citas médicas y de reconfirmación del evento. Esta novedad, no solo le ahorran tiempo de espera a los pacientes sino, además, realza su importancia y autoestima. Primero la gente.
Mayor eficiencia, mayor autoridad, mayor flexibilidad y mayor compromiso
La auto gestión facilita la selección del personal con criterio profesional y condiciones laborales estimulantes. Además, desarrolla la capacidad de facturación a las ARS (Administradoras de Riesgos de Salud). Esta función es vital porque cada vez más los ingresos del hospital dependerán del cobro por los servicios prestados a los afiliados.
Una auto gestión real garantiza mayor eficiencia en la gestión de los recursos: mayor autoridad para exigir la dedicación y el rendimiento de los recursos humanos; mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la población y a los cambios locales; y mayor compromiso y acercamiento a los afiliados y a los líderes comunitarios.
Es muy lamentable que el PLANDES 2030 no haya valorado debidamente el rol de la auto gestión hospitalaria en el logro del objetivo de “en salud, primero la gente. Lo más lógico hubiese sido consignar la transformación de todos los hospitales públicos en centros auto administrados antes del 2030.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) considera que la autonomía hospitalaria constituye una piedra angular en una reforma del sistema de salud centrado en la población. En tal sentido, solicita a las autoridades competentes declarar de alta prioridad la elaboración de un plan de acción para alcanzar una verdadera autonomía hospitalaria antes del 2030.