En nuestra publicación anterior habíamos abordado a manera de conceptualización, los procesos de colonización, colonialismo y colonialidad. El día de hoy ampliaremos las características de estos procesos para conocer un poco cómo se han desenvuelto, y se desenvuelven todavía, los procesos de colonización, que creemos que ya pasó, que es un fenómeno del pasado, pero que hace falta que nos demos cuenta de que, en eso, estamos equivocados, porque seguimos siendo colonizados, vivimos bajo un sistema colonialista y bajo el dominio de la colonialidad.
La colonización europea, que para nuestro caso la vamos a limitar a la de la Corona Española, se inicia en el siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, entre los años de 1475 y 1516, cuando España invadió lo que hoy se conoce como las Islas Canarias, recordemos que ya antes lo habíamos mencionado al abordar las incursiones marítimas de europeos en las costas africanas donde se encuentran ubicadas estas islas. Este proceso de colonización ocurre en el marco de situaciones políticas y socioeconómicas específicas para España y generales para Europa, el absolutismo, mediante el cual los reyes detentaban todo el poder del país y sin que existiera división de poderes en el Estado. De igual forma, Europa se encontraba inmersa en el proceso económico del mercantilismo, donde además del control absolutista de la monarquía que ejercía el poder político, se sumaba el control del poder económico mediante medidas de protección a la producción local por encima de la extranjera para fortalecer económicamente el Estado, así como también en la creencia de que la riqueza se basaba en la acumulación de metales preciosos, especialmente el oro y la plata, y que hubiera intervención del Estado en la consecución de estos objetivos.
Se iniciaba en esta forma, la colonización europea de América, y especialmente en nuestra isla. Se conforma entonces el inicio del colonialismo con características particulares que describimos a continuación: dominación política absolutista encabezada por la Corona Española, se crea un sistema jerárquico de autoridades coloniales a través del cual la Corona mantiene el dominio político y económico que evita la formación de núcleos de poder locales, se auxilia del apoyo de la Iglesia católica, se establece un orden social colonial de castas y la organización económica es extractivista, de extracción y explotación de los recursos naturales, especialmente los minerales del oro y la plata, siguiendo los lineamientos del mercantilismo antes mencionado. De igual forma, según antes se mencionara, el establecimiento de ciudades que repelían las acciones de otros reinos colonizadores permitió consolidar el dominio español en la isla y otras regiones de América colonizada.
Podemos afirmar que una de las características más sobresalientes de la colonización es la creación de una sociedad dividida en clases entre los blancos de origen europeo, los indígenas, los mestizos como resultado de la mezcla de los dos grupos anteriores, los negros africanos y los mulatos, mezcla de estos últimos con los primeros. La colonización europea provocó la extracción de alrededor de 12 millones de personas que fueron extraídas de su África originaria para ser esclavizados en diferentes partes de las colonias europeas en América. Esta clasificación social otorgó, y mantiene hasta nuestros días, privilegios políticos, económicos, sociales y culturales a los blancos españoles y europeos en general, mientras reserva para los negros y los indígenas, el trabajo, la producción de bienes y la explotación, situación que llevaría y mantiene hasta hoy a la creación de un sistema estratificado y jerárquico de castas basado en estas diferencias étnicas, lo cual se justifica mediante una supuesta superioridad racial, étnica o cultural, pretendiendo aportar progreso y desarrollo a la colonia, conservando una conflictividad y violencia social difícil de desmontar, debido a que el extractivismo y la explotación de recursos se mantiene como el pilar de las actividades económicas de la sociedad.
A su vez, entre las consecuencias del colonialismo tenemos el impacto duradero del control en los pueblos dominados, mediante la introducción e imposición del dominio, control y la posesión de la tierra, la implementación de tecnologías y formas de vida y desarrollo de la producción económica, como vemos que seguimos siendo productores de materias primas, con la exportación de productos agrícolas, como el cacao, el café, el banano, el oro, donde las poblaciones no visualizan otra forma de vida que no sea la dependiente al colonizador, expansión de la cultura del colonizador, cuya influencia es notable en el uso de la lengua, la adopción y asunción de su religión, el mulataje y el mestizaje, donde los descendientes de los colonizadores, no los que llegaron en el siglo XV, sino los que llegaron a finales del siglo XIX y principios del XX, desplazan en lo económico y el la propiedad de la tierra y los recursos a los autóctonos, o en nuestro caso, a los descendientes de los esclavizados africanos. Vale señalar, y recordar, que el colonialismo como tal se ha modificado en sus características de dominio y control de los territorios y poblaciones colonizadas, fenómeno que se ha dado en llamar neocolonialismo. La diferencia consiste en que el dominio y control de la metrópoli ya no se ejerce de manera directa y formal sobre la colonia sometiendo a la población a las instituciones y decisiones de la potencia, sino que esa influencia económica, política y cultural, para nuestro caso especialmente esta última de nuestra muy querida y reverenciada potencia, los Estados Unidos, influencia que se da por efecto de la globalización, manteniendo una importante injerencia sobre los asuntos de Estado, que debieran ser, teóricamente, independientes.
Otro aspecto relevante y de mucha importancia ha sido la imposición de la idea de la supremacía cultural de los colonizadores por sobre los pueblos y las culturas de los colonizados, especialmente lo que mencionamos en nuestra primera parte, el paternalismo civilizatorio. Como su nombre lo indica, el colonizador se asume en una posición “paternal” frente al colonizado, mediante la cual toma decisiones o actúa en nombre de este último, que considera vulnerable o incapaz de tomar sus propias decisiones, con la supuesta intención de protegerlos o beneficiarlos, pero que en realidad lo que hace es aprovecharse, usar el tigueraje, para aplatanarlo. Esto lo vemos todos los días en nuestra vida cotidiana con la vacía promesa de traer el desarrollo, que no llega nunca, más que para ellos. Mediante este paternalismo civilizatorio se justifican acciones o políticas que limitan y condicionan las libertades y las tomas de decisiones individuales o colectivas, sin consentimiento y bajo imposiciones, con el argumento de que son necesarias para el progreso o el bienestar de la sociedad, actuando en nombre de otros, con la intención de “civilizarlos” o llevarlos a un supuesto estado de mayor desarrollo, lo cual implica la imposición de la autoridad, como una supuesta “protección” de la misma, o la política del colonizador sobre el colonizado. Con esta excusa se justifican moral y éticamente, las acciones de imposición política y cultural, con el argumento de su necesidad para el avance hacia un estado que suponen superior, pero que, en realidad, como hemos visto y vivido durante estos más de 520 años de colonización que no lo es, lo que significa es la riqueza y el bienestar para ellos, los colonizadores, y la pobreza, las carencias y las penurias para los colonizados.
En el tercer concepto que trabajamos, la colonialidad, como continuación y continuidad del proceso de dominio y control por parte de los europeos y su descendencia en los procesos de colonización, tenemos el proceso de aniquilación de las culturas y las formas de vida de los pueblos colonizados, indígenas y africanos, con la imposición de los modos de vida europeos con la intención de “civilizar” y “disciplinar” a las culturas, formas de vida y creencias no europeas, considerándolas salvajes o atrasadas, como lo vemos en nuestra sociedad cuando se restringe y limita la manifestación del Gaga y otras manifestaciones de origen africano, como el vudú, que hereda nuestra sociedad de la cultura de los esclavizados. Para ello se justifican las diferencias raciales, mediante la suposición de que las personas con características biológicas diferentes, como el color de la piel, o las características fenotípicas como la nariz o los labios, a las que se les considera con una inferioridad biológica frente a las personas de fenotipo europeo que cuentan con una superioridad biológica y cultural, diferencia que define a los no europeos como inferiores. Pero el concepto de raza no cuenta con una sustentación real, sino más bien constituye la diferenciación biológica y cultural que ha devenido por la evolución de diferentes tipos humanos, como seres vivos que son, adaptados a diferentes entornos naturales, los cuales definen sus características biológicas y culturales y sus diferencias. Las herramientas más utilizadas por los colonizadores para continuar imponiendo la colonialidad, lo constituye la colonialidad del saber, como las tentativas de control y dominio del conocimiento y la autoridad científica, a lo cual ha ayudado y servido mucho la alienación religiosa, alcanzando el epistemicidio, como forma de destrucción y aniquilación de los saberes, mediante la interiorización de los mismos, y el exterminio material y simbólicos de esos saberes, destruyendo fuentes, territorios, espacios culturales con diferentes cosmologías, para aniquilar sus valores y tener la posibilidad del proceso de alienación y vaciamiento cultural que padecemos hoy en día, y que ha resultado muy fácil en el presente a través de la invasión de las tecnologías modernas.
Debemos saber que estos procesos de colonización y colonialidad no han terminado, ni en América, ni en África. En nuestra continente madre se sigue luchando y enfrentando la colonización de los europeos que, como se sabe, han mantenido en la pobreza a todo el continente africano, y de igual manera el nuestro, el continente americano, nuestra Avya Yala. Así que seguiremos estudiando y aprendiendo sobre África, nuestra madre tierra.
Fuentes consultadas:
https://concepto.de/colonizacion-espanola/
https://concepto.de/colonialismo/
https://www.significados.com/colonialismo/
https://concepto.de/mercantilismo/
https://concepto.de/absolutismo/
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