Desde el sábado 27 de agosto de 2025 está abierta la segunda puesta en circulación del libro “Me gustaría contarte” de Milagros de Jesús de Féliz en la FIL, XXV Feria Internacional del Libro 2025, bajo la consigna: “Erradicar la violencia contra las mujeres y niñas es un compromiso social impostergable”, por fondos del Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM) en el Pabellón Autores Dominicanos y Talleres Literarios (Restaurante Maniquí), 11:00 AM.
La Feria Internacional del Libro se celebra desde el 25 de septiembre hasta el 5 de octubre de 2025.
Con la lectura del libro “Me gustaría contarte”, podemos disfrutar de 139 relatos vivenciales desde el alma y la memoria de Milagros de Jesús de Féliz. Voy por la segunda lectura degustando pura antropología cibaeña, dominicana, ¡y por qué no!, internacional, cuando la autora expone experiencias de su caminar por otras tierras. He querido escribir desde hace unos meses sobre el libro, pero la verdad es que no sabía cómo abordar este comentario. Hasta ahora he disfrutado “directo y vivo” con intercambios con la autora, que es amiga adorada, de más ampliación de sus conocimientos, emociones, tristezas, asombros, orgullo… profundizando acerca de los contenidos que Milagros entrega en cada relato que me ha impactado.
Milagros, cuando escribió, se motivó para escribirle memorias a sus nietas. Pero no hay obra más generosa que un ser humano nos haga llegar su mundo a través de la escritura. Milagros es muy querida en Santiago. Dedicó décadas de trabajo voluntario a diferentes causas sociales, pero la que más se resalta es su labor en Acción Callejera en el trabajo con niños/niñas de la calle y escuelas enclavadas en sectores muy empobrecidos de Santiago, RD.
Con la lectura comprendí el porqué de la singularidad de sus sentimientos y de su personalidad: banquera y humanista. Creo que en algunos de sus relatos nos enseña historia, cultura dominicana, valorización de la naturaleza, de los animales, de las aves, sobre todo; enfatiza el quehacer de los/las trabajadoras informales, de los gestos de servicios nobles, de la política sana, mostrándonos cómo personas muy cercanas a ella fueron afectadas por el autoritarismo y las conductas antiéticas para con la institucionalidad democrática en RD.
Para ilustrar su alma revolucionaria, con la cual logró tener mucha empatía, comentó sobre dos historias:
· “La última noche de diciembre”. Páginas 129-133. Acá Milagros expone cómo un 31 de diciembre fue asesinado su hermano Carlos, de 23 años, en el patio de su casa, perteneciente al grupo Los Trinitarios; dice Milagros que “soñaba con un país más justo y una democracia robusta”. Carlos y el resto de su familia son originarios de San Francisco de Macorís. Hasta la fecha no se ha podido conocer el paradero de su hermano. Por eso para Milagros no hay ninguna confusión cuando se dice que Balaguer es un padre de la democracia. Irremediablemente, no es un personaje que identifica con la democracia, sino con el dolor.
· “El premio de los domingos”. Páginas 82-89. Un deleite de vivencias campesinas, de afectos, disfrute sano, como es casi todo lo narrado; magistral caracterización de personajes. Pero es este otro relato el que captó mi atención porque, cuando menos lo esperaba, la autora expone cómo el gran amigo de su padre, don Juan Luis Duarte Villamizar, “era simpatizante del presidente Juan Bosch y, al saber la noticia del golpe de Estado, ese mismo fatídico 25 de septiembre de 1963, sufrió su primer ataque del corazón, fecha en que quedó estragado de una dolencia que le cambió la vida, su aspecto y vitalidad”. (página 87). Hasta aquí la cita de este “El premio de los domingos”, que es una muestra de cómo se combinan salud mental, realismo, agudeza perceptiva, ternura, inocencia, miradas despojadas de prejuicios, y si acaso los hay, su alma libre brota sin estragos de sexismo ni lamentos, una escritura ligera, libre y de personalidad universal y local.
En una tercera historia:
· “El mismo hombre”. Páginas 68-72. Sobre este cuento, así lo caracterizo, pues creo responde sin dudas a este género literario según mi valoración y conocimiento; no voy a adentrarme en su contenido. Lo resalto porque es sorprendente su desenlace. Lo dejo sin tratar para que cuando lo lean lo disfruten más.
Toca a las y a los lectores conocer de muchas realidades, asombrosas y afables convivencias; recrear el alma de manera civilizatoria con la exposición de relaciones, costumbres… que enaltecen, por el respeto a la condición humana que Milagros de Jesús Féliz expone en estas 537 páginas.
A disfrutar, pues, de la XXV Feria Internacional del Libro; y aprovechemos este esfuerzo creativo espontáneo y genuinamente humanista de la autora; ¡y conocer! parte de los personajes que ella recrea y que son parte del alma criolla con un perfume de aliento de optimismo: poca amargura, aunque algunas realidades son amargas; cero clasismo, cero discriminación y mucho amor por la naturaleza, por los animales y por los humanos.
Hasta luego.
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