En medio de la enorme tragedia nacional que nos arropa, del dolor y el luto que nos invade, pero que al mismo tiempo nos unifica como nación, me permito también aprovechar esta fecha para evocar la trayectoria de un notable hijo de esta tierra, que ha sabido vestir de amor nuestro terruño. Y hacerlo ahora, para que su testimonio de esperanza nos reconforte en estos sombríos momentos vividos por todos, en especial por los familiares de las víctimas.

Hoy hace 94 años que nació en la Novia del Atlántico el niño Rafael Solano. Desde muy temprana edad, mostró su extraordinario talento para el teatro y la música. A mediados de los años 50 había concluido sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música. Poco tiempo después, pasó a ser uno de los directores musicales de La Voz Dominicana, el primer canal de televisión del país, espacio que sirvió como cantera para desarrollar las mejores promesas del arte de la época.

La prolongada y prolífica trayectoria del maestro Solano ha sido un hito. Es pianista, compositor y escritor. Fue embajador dominicano ante la UNESCO. Su legado musical es invaluable: ha compuesto y grabado centenares de canciones, así como interpretado y realizado arreglos de igual número de piezas.

Es difícil que un dominicano no haya escuchado y disfrutado algunas de las hermosas creaciones del maestro. Por ejemplo, la clásica balada *Por Amor*, escrita por él en 1968.  Se ha grabado por más de cien voces en diferentes lugares del mundo. En decenas de idiomas. Ha sonado en más de 60 países repartidos en los cinco continentes. Sus letras reflejan belleza y humanidad. Alegría y Esperanza. Su música, Paz. Es un clásico. Otras baladas y boleros de su autoría también han dejado huellas: *El 10 de abril, mi aniversario*, *Confesión de amor*, *El sonido de tu voz*, *Me cansaré de ti*, y la magistral interpretación de *Una primavera para el mundo*, composición del extraordinario poeta René del Risco, entre otras.

También, sin duda, muchos hemos bailado algunos de sus merengues pigmentosos, ya sea escritos o interpretados por él, como: *Dominicanita*, *Fandango, güira y tambora*, *Mocanita*, *Como Juan*, *Los bolemengues*, entre otros.

El maestro Solano es un orgullo de la dominicanidad, de lo más excelso de nuestra esencia como pueblo libre de prejuicios. Él rebasa cualquier caricatura de ocasión; es un símbolo de dignidad y de trascendencia expresada en el arte, en la música. Porque sus canciones dejaron de ser suyas para convertirse en patrimonio de todos. Porque les nacieron alas y nos identifican con singular orgullo, allende los mares. Porque su testimonio de vida nos enaltece y constituye un referente necesario en estos tiempos convulsos de nocivos influencers.

Hoy quiero recordar tres hechos vinculados al maestro Solano que han tocado felizmente mi corazón.

El primero ocurrió en la primavera de 1997, cuando, por invitación de la PUCMM, recinto Santiago, el teatro de esta alta casa de estudios albergó un seminario internacional de derecho. El invitado estrella era el profesor Pedro Malavet Vega, reputado jurista puertorriqueño y profundo estudioso de su música y cultura popular. Me emocioné hasta las lágrimas cuando, al finalizar su brillante exposición, el profesor Vega sorprendió al público leyendo el siguiente fragmento de *Por Amor*: “Por amor, se han creado los hombres en la faz de la Tierra; por amor, hay quien haya querido regalar una estrella.”

El segundo hecho ocurrió a finales de 2023, cuando un sobrino nos pidió que dijéramos unas palabras con motivo de su próxima boda, a celebrarse en España en marzo del año siguiente. La solicitud nos sorprendió, pero no pudimos rehusarla. Al día siguiente, comencé a organizar mis ideas para este inesperado compromiso. De pronto, como un milagro, la primera palabra que afloró en mi mente fue: “Por Amor”. Así, todo fluyó como debía ser, hasta que surgió la luminosa idea de solicitarle al maestro que nos grabara unas palabras para los novios, las cuales usaría como cierre de mi intervención. Petición realizada, canalizada y generosamente aceptada por él.

La grabación se realizó, y la usé como colofón de mi discurso en la boda. Simultáneamente, reproduje las letras de esa balada en cada asiento de los invitados y dejé sonar en el salón el audio de la canción. La sorpresa y la emoción provocadas fueron impactantes. La reacción de los novios y de los presentes nos conmovió profundamente. Volví a llorar. Volví a vivir.

Y la tercera ocurrió hace apenas unos días, cuando en nuestra firma profesional le hicimos un sencillo, pero emotivo reconocimiento al maestro. Y él, una vez más, nos impactó con su humildad, lucidez y emotividad.

Gracias, maestro, por ser el catalizador de estas memorables vivencias. Gracias por toda la magia que, con su inconmensurable talento musical, nos ha regalado a lo largo de su dilatada existencia. Gracias por su ejemplo de vida, impregnado de autenticidad y sencillez.

Hoy hay motivos para destacarlo. Aún en medio del luto, nos vestimos de esperanza. Hoy celebramos su aniversario de vida.

Hoy, cuando él canceló el evento que tenía programado en su pueblo natal en esta fecha, para conmemorar su nacimiento, en solidaridad con los familiares de las víctimas de los recientes hechos luctuosos acaecidos en el país, este gesto lo enaltece aún más.

José Lorenzo Fermín

Abogado

Licenciado en Derecho egresado de la PUCMM en el año 1986. Profesor de la PUCMM (1988-2000) en la cual impartió por varios años las cátedras de Introducción al Derecho Penal, Derecho Penal General y Derecho Penal Especial. Ministerio Público en el Distrito Judicial de Santiago (1989-2001). Socio fundador de la firma Fermín & Asociados, Abogados & Consultores desde el 1986.-. Miembro de la Comisión de Revisión y Actualización del Código Penal dominicano (1997-2000). Coordinador y facilitador del postgrado de Administración de Justicia Penal que ofrece la PUCMM (2001-2002). Integrante del Consejo de Defensa del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos en los procesos de fraudes bancarios de los años 2003-2004, así como del Banco Central en el caso actual del Banco Peravia. Miembro del Consejo Editorial de Gaceta Judicial. Articulista y conferencista ocasional de temas vinculados al derecho penal y materias afines. Aguilucho desde chiquitico. Amante de la vida.

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