Las redadas migratorias del Gobierno Trump llegaron esta semana a los principales barrios mexicanos de Chicago, al tiempo que el arzobispo de la ciudad, el cardenal Blase Cupich, hizo un llamado a que se respete la dignidad de los migrantes durante la llamada 'Operación Midway Blitz'.
"La iglesia está con los migrantes", dijo Cupich en un video de dos minutos en inglés y español.
"Familias están siendo destrozadas, niños se quedan con miedo, y comunidades son sacudidas por las redadas y detenciones de inmigración. Estas acciones hieren el alma de nuestra ciudad", denunció el religioso.
Sus declaraciones se conocieron en el segundo día de incursiones de agentes federales de inmigración en el barrio La Villita, en el suroeste de la ciudad, y la vecina ciudad de Cícero, donde también se concentra la población de origen mexicano.
Por lo menos media docena de personas fueron detenidas en las redadas, incluyendo a un ciudadano estadounidense de 16 años, según las autoridades.
Imágenes de video divulgadas por medios locales muestran a agentes de inmigración lanzando bombas lacrimógenas en áreas latinas, cerca del Discount Mall, ubicado cerca de la calle 26 y Albany, tras ser confrontados por vecinos. No se escuchó ninguna advertencia previa de los agentes.
Baltazar Enríquez, presidente del Consejo Comunitario de La Villita, dijo a medios locales que los agentes federales parecían haber llegado al vecindario sin ningún plan, intentando entrar al centro comercial sin percatarse de que estaba cerrado. Fue entonces cuando se encontraron con residentes que se movilizaron rápidamente, añadió.
Este jueves, los abogados de una demanda federal en curso acusaron al comandante de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, quien está al frente de la operación, de violar una orden de restricción temporal al lanzar personalmente gas lacrimógeno contra los manifestantes para disolver la protesta.
El expediente de dos páginas incluía una imagen fija de un video que parecía mostrar a Bovino, vestido con uniforme militar verde, lanzando una lata de gas mientras estaba de pie en un estacionamiento junto a agentes federales de inmigración.
El expediente alegaba que Bovino violó "varios párrafos" de una orden de restricción dictada por la jueza federal de distrito Sarah Ellis, que restringe cuándo y cómo los funcionarios de inmigración pueden usar gas lacrimógeno al interactuar con medios de comunicación y manifestantes.
Según el concejal municipal Byron Sigcho-López, del distrito que comprende La Villita, además de líderes comunitarios presentes en el lugar, al menos seis miembros de la comunidad fueron arrestados, varios de ellos estudiantes menores de edad, antes de que una multitud se congregara alrededor de los agentes.
En conferencia de prensa, el representante federal Jesús 'Chuy' García se preguntó "¿Por qué regresaron hoy?", en referencia a un incidente similar con ocho detenidos ocurrido este miércoles en el mismo barrio.
"Porque nuestra comunidad se alzó y los confrontó ayer y señaló lo fallida que está esta operación", agregó.
El enfrentamiento del jueves marcó por lo menos la cuarta vez que las autoridades federales de inmigración desplegaron gas lacrimógeno en la ciudad desde el inicio de la Operación Midway Blitz.
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