"Que un centro de salud como el Hospital Naser sufriera daños en un ataque el lunes por la mañana, y que personal médico, periodistas, pacientes y personal de primera respuesta resultaran muertos o heridos como consecuencia, es inaceptable", apuntó este martes el CICR en un comunicado.
Además, la organización internacional recordó que de conformidad con el derecho internacional humanitario, las instalaciones médicas, los civiles y el personal de primera respuesta deben ser respetados y protegidos.
Las fuerzas israelíes bombardearon ayer el hospital, desde donde retransmitía en directo un camarógrafo de Reuters, y cuando periodistas y rescatistas llegaron a él para ayudar a las víctimas y documentar lo sucedido, lo atacaron de nuevo, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
Esta técnica militar empleada por Israel se conoce como 'doble impacto', y es ilegal según el derecho internacional, ya que busca causar víctimas entre el personal civil que acude a evacuar y rescatar a las posibles víctimas de un primer bombardeo.
El Comité de la Cruz Roja explicó que el Naser, ubicado en Jan Yunis, en el sur de la Franja, es "un hospital de referencia para el hospital de campaña de la Cruz Roja y otras unidades médicas".
En toda Gaza solo la mitad de los hospitales operan parcialmente (18 de 36), según datos de OCHA, y de estos la mayoría se encuentra en la ciudad de Gaza (bajo orden de evacuación forzosa), con once centros.
El Hospital Naser está sobresaturado, opera a una capacidad del 180 % y enfrenta una escasez constante de equipos y medicamentos, incluyendo donaciones de sangre e instrumental quirúrgico, según un análisis de la ONG israelí Médicos por los Derechos Humanos Israel (PHRI, en inglés). EFE
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