Este domingo 16 de noviembre Chile votará en la primera vuelta para elegir a la sucesora o al sucesor del joven presidente izquierdista democrático Gabriel Boric, cuyo mandato concluye el 11 de marzo de 2026. Ocho candidatos van tras la silla presidencial del Palacio de La Moneda, aunque cuatro no tienen posibilidad de pasar a la segunda vuelta que se celebrará el 14 de diciembre.
De los cuatro restantes, la militante del Partido Comunista Jeannette Jara -apellido que remite obligatoriamente a una de las principales figuras de la agrupación chilena de la hoz y el martillo: el asesinado cantautor Víctor Jara, de las primeras víctimas de la saña pinochestista- figura como favorita en todas las encuestas.
Estas también coiciden en que Jara no podrá ganar la Presidencia en primera vuelta, salvo mayúscula sorpresa. Nadie duda de que en vísperas de Navidad, el "Viejito Pascuero" (Santa Clo, en dominicano) regalará un "ballottage" (francesismo del balotaje) a los casi 16 millones de electores convocados obligatoriamente a las urnas.
Los sondeos coinciden en que Jara pasará a la segunda vuelta junto a uno de tres pinochetistas: Evelyn Matthei, José Antonio Kast o Johannes Kaiser, los tres descendientes de migrantes alemanes que, pese a ello, se jactan de sus proyectos antiinmigrantes. Los extranjeros que votan en Chile, principalmente los 300 mil del casi millón de venezolanos en ese país, se identifican prioritariamente con estos tres candidatos confiados en que no serán ellos las víctimas de sus proyectos migratorios.
La elección de este domingo 16 se realizará con voto obligatorio, sistema vigente hace tres años, ya con Boric presidente, lo que entraña que existe un electorado nuevo que puede dar sorpresas no registradas en las encuestas.
Además de sostener que la mayoría ya tiene decidido su voto, las encuestas también desmenuzan quién es quién y algunas (+ o -) vaticinan un 60-40% a favor de la derecha y otras reflejan el antiguo reparto del "cuarto de litro chileno": 1/4 para la izquierda, otro 1/4 para el centro, un 1/4 para la derecha y el último 1/4 en ninguna de esas posiciones. Entonces, este último y heterogéneo cuarto tiene la capacidad de decidir y aquí entran los "nuevos", los que tienen de verdad el poder, según el siguiente video:
Uno de los asesores de Jara advirtió estos días: "Si en diciembre gana algún pinochetista, porque obviamente se unirán para la segunda vuelta, será gracias a los votos salidos de los sectores populares y no solamente de Vitacura y Las Condes", los dos sectores más exclusivos y con el más alto nivel de ingresos de Chile.
"¿Y por qué estos populares votarían por los ricos? Porque el miedo global al comunismo -aunque en Chile este ha sido políticamente democrático y unitario más que excluyente, poético y musical- se mezcla con el generalizado terror a la delincuencia que es tan asfixiante en los barrios proletarios y de capas medias como en Vitacura y Las Condes.
Frente a la delincuencia callejera y el crimen organizado, los pinochestitas -ya no les avergüenza ser llamados así- no difieren en el fondo aunque sí en las formas y cosechan credibilidad cuando alzan la voz para prometer "deportación, cárcel, bala y cementerio". La historia de la represión del Estado chileno suma más muertos que en la Guerra del Pacífico contra Bolivia y Perú.
Este asesor de Jara apunta, además, que los tres candidatos de la derecha política exhiben una sólida rienda manejada a mano única por la derecha económica, que los pasea amarrados ordenándoles no morderse entre ellos más de la cuenta, sino gruñirle a Jara, principalmente, a quien acusan de querer combatir el delito rabioso "con mimos y caricias" y vaciar las arcas públicas para "mejorar sueldos a flojos y regalar a mantenidos".
Los tres derechistas garantizan recortes mayúsculos del gasto público y, aunque el discurso no llega al "nivel motosierra" del presidente vecino, el argentino Javier Milei, sí hablan de "tijeras de podar" y anhelan llegar al Gobiero para tijeretear gastos sociales y reducir impuestos, pero a la gran industria. Para lograrlo, deben sobredimensionar sus evaluaciones catastróficas de cómo se encuentra el país y prometer cambiarlo.
"El odio y el miedo" caracteriza a los pinochetistas, pero “Chile no solo no se cae a pedazos, sino que es un gran país que tiene un gran futuro”, señaló Jara esta semana de fin de campaña electoral, a lo que Kaiser, tan afín al vecino Milei como Kast, replicó con voz electoral profunda: "Este país no se está cayendo a pedazos, sino a balazos" disparados por delincuentes extranjeros.
Los últimos sondeos publicados muestran que en la segunda vuelta la exministra del Trabajo sería derrotada por cualquiera de los principales postulantes de la derecha, si su sector no recupera la base antipinochetista que llevó al poder a Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, en dos ocasiones.
Comunitaria comunista a La Moneda, la casa de Gobierno

“Jamás imaginé que iba a ser candidata a la Presidencia de la República. No porque creyera que no me la podía, sino porque es poco habitual que alguien que viene de El Cortijo, de Conchalí, y que después vivió en El Abrazo en Maipú (populosos barrios santiaguinos), llegue a abrir las puertas de la casa de Gobierno”.
“No queremos el odio ni el uso del legítimo miedo de las familias a ser asaltadas como herramienta de campaña. En mi Gobierno habrá mayor seguridad en los barrios y también un enfoque preventivo. Además, vamos a tirar del hilo donde más les duele [a los delincuentes]: en la ruta del dinero sucio”, declaró la militante comunista, pero candidata de la izquierda, la centroizquierda y hasta de la centrista Democracia Cristiana.
Jara más bien ha marcado distancias del Partido Comunista de Chile, al igual que otras figuras comunistas jóvenes destacadas, principalmente porque el anticomunismo chileno se alimenta del autoritarismo del comunismo global. Estos neocomunistas no dudan, por ejemplo, a la hora de llamar dictador al venezolano Nicolás Maduro, quien asimismo tiene entre sus opositores al Partido Comunista de Venezuela.
"También la derecha chilena dejará de llamar dictador a Maduro cuando empiece a comprar los productos chilenos de exportación, porque así es la doble moral de aquellos que, como de El Mercurio (diario conservador clásico de Chile), felicitan a diario a China", apuntó Francisco Vidal, ministro de los ahora expresidentes socialistas Ricardo Lagos y Michelle Ballelet.
La abogada Jara, 51 años, busca extender la permanencia de la izquierda en el palacio de La Moneda, algo que no ocurre desde 2005 con la elección de la socialista Michelle Bachelet como sucesora del también socialista Ricardo Lagos.
Se ha instalado como presidenciable gracias al impulso que le ha dado su gestión como ministra del Trabajo del actual Gobierno, cargo que abandonó para enfrentar la carrera presidencial. Como tal avanzó en las negociaciones que permitieron la promulgación de las leyes de reducción de 40 horas laborales semanales y la reforma previsional.
Al igual que el resto de los abanderados presidenciales, ha centrado su discurso en los temas de economía, migración y seguridad. En otros, como la despenalización del aborto —que ha sido una bandera de lucha del progresismo chileno—, Jara ha debido equilibrar su postura, debido al respaldo que cuenta de la Democracia Cristiana. Otro asunto complejo aluden a las relaciones exteriores, ya que se ha mostrado crítica hacia los gobiernos de Cuba y Venezuela, lo que ha sido cuestionado desde su propio partido.
Jara ha centrado sus propuestas en la mantención de algunos beneficios obtenidos durante el Gobierno de Boric y en su expansión. Una de las medidas principales ha sido la imposición de un ingreso vital de los trabajadores de 750.000 pesos (795 dólares). A estas acciones se suma la restricción del cobro en unidad de fomento (UF) en salud, educación y arriendo de vivienda. También pretende imponer un sistema de Consumo Eléctrico Vital (CEV) para bajar las cuentas de la luz.
En materia sindical, la candidata ha dicho que buscará establecer la negociación multinivel o negociación ramal. En pensiones, la abanderada de la izquierda ha prometido mantener los alcances de la reforma que vio la luz durante su gestión. La militante PC ha anunciado además la implementación de un hipotecazo, destinado a jóvenes de hasta 40 años para que puedan optar a una primera vivienda con un dividendo a un precio alcanzable.
Ha marcado la diferencia con las propuestas de los candidatos opositores, que han enfocado su discurso en endurecer la labor policial y en la responsabilidad de la justicia. Jara se ha sumado a la iniciativa del Gobierno de Boric a favor del levantamiento del secreto bancario, para así seguir la ruta del dinero ilícito. Otras iniciativas es el control de las armas para reducir el poder de fuego de las bandas criminales, la implementación de un registro biométrico, el uso de tecnologías como drones e inteligencia artificial y el fortalecimiento de la seguridad municipal y privada.
Su programa no menciona las deportaciones masivas. En su lugar, fortaler el Sistema Nacional de Migraciones con medidas de ordenamiento migratorio laboral y programas de convivencia intercultural, el empadronamiento biométrico para identificar a los extranjeros indocumentados y darle un plazo para carnetizarse y expulsar a quienes rehuyan esta legalidad. En cuanto al control fronterizo, propone un fortalecimiento severo, pero humanitario de las medidas de seguridad con personal de Carabineros y el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Raíces alemanas de candidatos chilenos
El diario El País de España publicó recientemente una especie de resumen genealógico de los candidatos con raíces alemanas, con énfasis al ancestro nazi de Kast.

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