El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo el martes que ha debido hablar más seguido en idioma inglés porque lo llaman "mucho del Norte", en alusión a la conversación que sostuvo hace dos semanas con el mandatario estadounidense, Donald Trump, y a otras posteriores según dio a entender.
"Ahora me toca hablar mucho en inglés porque me llaman mucho del Norte a mí", bromeó durante un acto con empresarios transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
"Entonces yo tengo que estar hablando en inglés todo el tiempo: ¡Hello!, ¡hello!, ¡mister!, ¡hello!, permanente, tengo que estar preparado", añadió Maduro.
Estados Unidos desplegó desde agosto una flotilla de buques y aviones de combate, a la que se sumó en noviembre el portaviones US Gerald Ford, el más grande del mundo.
Trump, que hoy mismo dijo que "Maduro tiene los días contados", defiende las maniobras como parte de operaciones antinarcóticos, pero Maduro afirma que enmascaran un plan para derrocarlo. Al cabo de meses de crisis, ambos se comunicaron telefónicamente, sin ofrecer detalles de la conversación.
El gobernante venezolano hizo estos comentarios en vísperas de que la líder de la oposición, María Corina Machado, reciba el premio Nobel de la Paz en una ceremonia en la que es esperada en Oslo.
Trump fue el primero en confirmar el 30 de noviembre que había hablado por teléfono con Maduro, sin dar detalles. "No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica", dijo en su primera alusión pública sobre el tema. Agregó luego: "Le dije solo un par de cosas".
Días más tarde, Maduro confirmó la llamada con el líder republicano y afirmó que la conversación transcurrió en un "tono cordial y de respeto".
Washington afirma que Maduro encabeza el supuesto Cartel de los Soles, al que declaró organización terrorista el 24 de noviembre. También aumentó en agosto la recompensa de 15 a 50 millones de dólares por información que lleve a su captura.

Cazas F-18 de EEUU en el espacio aéreo venezolano
Dos aviones de combate F-18 estadounidenses se internaron este martes, según mostró el servicio de seguimiento para aviación Flightradar24, en espacio aéreo venezolano sobre aguas del Golfo de Venezuela durante unos 40 minutos, en un nuevo gesto que contribuye a elevar la presión de Washington sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
El sobrevuelo se produjo en torno a las 12:00 hora local (16:00 GMT) en una zona del golfo a unos de 160 kilómetros al noreste de Maracaibo, segunda ciudad venezolana más poblada.
Los dos aparatos, identificados como dos F-18 de la variante F, que son biplaza, realizaron varias idas y venidas en forma de tirabuzón antes de volar con rumbo norte hasta un punto situado a unos 50 kilómetros al oeste de Aruba, donde se presupone que se encontraría el portaaviones USS Gerald Ford, el mayor y más sofisticado de EE.UU.
El Pentágono envió hace unas semanas al navío, que se unió a un enorme contingente que Washington mantiene en el sur del Caribe desde final de verano y que supone su mayor despliegue en la región en décadas.
La intrusión en el espacio aéreo venezolano se produjo hoy pese al riesgo que supone la posibilidad de que Caracas emplee sus baterías antiaéreas de fabricación rusa.
El sobrevuelo de los cazas se enmarca en la operación Lanza del Sur, en virtud de la cual el Gobierno de Donald Trump decidió desplegar unos 15.000 efectivos en aguas cercanas a Venezuela, argumentando que se trata de una operación antidroga.
Al tiempo, Washington acusa a Maduro y a una buena parte de su Gobierno y de la cúpula militar venezolana de liderar al Cartel de los Soles, una organización cuya existencia la Administración de Control de Drogas (DEA) estadounidense apenas dio a conocer durante en el mandato de Trump.
Caracas, por su parte, insiste en que el despliegue no es más que una campaña de presión para forzar un cambio de Gobierno en el país caribeño.
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