El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este martes 6 de mayo que el grupo rebelde hutí decidió "capitular", por lo que Estados Unidos dejará de bombardear objetivos hutíes en suelo yemení. Según el mandatario, los rebeldes decidieron poner fin a sus ataques en el mar Rojo, que habían comenzado desde que comenzó la guerra en Gaza en solidaridad con los palestinos del enclave. Posteriormente, Omán dijo que había mediado un alto el fuego entre los hutíes y Estados Unidos.
Este martes 6 de mayo, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anunció que Washington dejará de bombardear a los rebeldes hutíes de Yemen, luego de que, según el mandatario, los rebeldes decidieran "capitular" y detener sus ataques contra objetivos estadounidenses en el mar Rojo.
Las palabras del líder republicano tuvieron lugar durante una reunión del mandatario con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Más temprano este martes, Estados Unidos e Israel atacaron varios puntos de la capital yemení, Saná.
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"Los hutíes han anunciado que no se encuentran bien; al menos nos han anunciado que ya no quieren luchar. Simplemente no quieren luchar. Y cumpliremos con la promesa y detendremos los bombardeos", dijo Trump.
Poco después del anuncio de Trump, Omán aseguró que había mediado un acuerdo de alto el fuego entre Washington y los hutíes. En una declaración, las fuentes omaníes especificaron que ninguna de las partes atacará a la otra, incluidos los buques estadounidenses en el mar Rojo y el estrecho de Bab al-Mandab.
La declaración no mencionó los ataques de los hutíes contra Israel.
Previamente, el republicano había dicho que los rebeldes habían "capitulado". "Dicen que ya no atacarán barcos, y ese era el propósito de lo que hacíamos", agregó el presidente.
Trump sentenció que su país había emprendido una campaña de bombardeos contra los rebeldes porque el grupo —catalogado por Estados Unidos como terrorista— "estaba derribando a muchos barcos" en el mar Rojo.
Pese al anuncio estadounidense, el Gobierno de los hutíes en Saná dijo que el "apoyo de Yemen a Palestina no cesará" y que continuarán las operaciones militares contra embarcaciones de aliados israelíes, que comenzaron en 2023 en respuesta a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza.
Al menos tres personas murieron y otras 38 resultaron heridas por los bombardeos de Israel y Estados Unidos contra diferentes puntos de la capital yemení, entre los que se encuentran el aeropuerto de la ciudad y una fábrica de cemento.
Los ataques aéreos israelíes se producen en respuesta al misil balístico lanzado por los rebeldes hutíes hace dos días contra el aeropuerto Ben-Gurión en Tel Aviv, y las amenazas de represalias del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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Yemen Airways pausa su operación en Saná
En medio de las tensiones, Yemen Airways, la compañía aérea nacional yemení, informó este martes que suspendía todos sus vuelos desde y hacia el aeropuerto internacional de la capital.
En un comunicado, la aerolínea detalló que se suspenderán "todos los vuelos" desde y hacia la capital "hasta nuevo aviso" tras "los ataques israelíes que han tenido como objetivo el aeropuerto de Saná".
De igual forma, según información conocida por EFE, la pausa aérea ocurre luego de que aviones de la aerolínea "fueran destruidos" por los bombardeos de este martes.
En la actualidad, Yemen Airways solo opera con dos vuelos al día entre Saná y Amán, el único destino internacional que conecta con la capital yemení, controlada por los rebeldes.
La ONU hace un llamado a la "máxima moderación"
También este martes, el enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, pidió a Israel y al grupo rebelde yemení que ejerzan “la máxima moderación” y se abstengan de realizar “acciones que puedan provocar una escalada mayor y causar un sufrimiento adicional a la población civil”.
En ese sentido, Grundberg aseguró que "el ataque aéreo perpetrado por Ansar Allah (hutíes) contra el aeropuerto Ben-Gurión en Israel, seguido de ataques israelíes en respuesta contra el aeropuerto de Saná y el puerto de Al Hudeida en Yemen, representa una grave escalada en un contexto regional ya de por sí frágil y volátil".
En su declaración, subrayó que "es imperativo que todos los actores cumplan con sus obligaciones, en virtud del derecho internacional, de proteger a la población civil y la infraestructura civil".
Con EFE, Reuters y AP
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