El campamento de verano cristiano para niñas en el río Guadalupe, ‘Camp Mystic’, ubicado en Hunt, Texas, fue devastado por las inundaciones del viernes 4 de julio. Al menos 27 personas, entre niñas y monitoras, seguían desaparecidas el sábado. Los padres de familia no pierden la fe y continúan con la búsqueda entre los escombros.
Antes del viernes 4 de julio, del campamento de verano cristiano, ‘Camp Mystic’, en el sur de Texas, Estados Unidos, se publicaban fotografías de niñas pescando, otras montando a caballo, con grandes cabañas a orillas del río Guadalupe.
Para el sábado 5 de julio, lo que circulaba en redes sociales eran fotografías de más de 20 niñas. Sus padres, desesperados, piden información para ubicarlas. Hasta el momento, están desaparecidas.
¿Qué ocurrió?
Cerca de la 01:30 de la madrugada del viernes, Elinor Lester, de 13 años, recuerda haberse despertado sobresaltada por los impactantes truenos y por el golpe del agua en las ventanas de su cabaña en ‘Camp Mystic’.
“El campamento quedó completamente destruido”, dijo. “Fue realmente aterrador”, contó la niña, que sostenía un oso de peluche en el campamento de emergencia a donde trasladaron a los sobrevivientes.
El soleado escenario del jueves se tornó gris y lleno de escombros, luego de que una tormenta desatara casi 30 centímetros de lluvia justo antes del amanecer del viernes 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos. Las celebraciones ocurrían en varias partes del país, pero en las zonas del sur de Texas, sobre todo en áreas de Hill Country, ubicadas cerca del río Guadalupe, la inundación arrastró todo rastro de festejo.
El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense reportó que la cantidad de lluvia elevó el caudal del Guadalupe a su segundo nivel más alto registrado, con 9,9 metros de altura.
Lester estaba entre las niñas mayores alojadas en un terreno elevado conocido como Senior Hill. Recuerda que tuvo que atravesar las aguas nadando, para luego ser rescatada, junto con sus compañeras de cabaña, por un helicóptero.
Un monitor de otro campamento se despertó y vio que el agua subía en la cabaña, abrió una ventana y ayudó a los niños a salir nadando. Algunos campamentos publicaban de forma urgente en redes que estaban a salvo. Pero otros no corrieron con la misma suerte.
Las cabañas que albergan a las más pequeñas en el campamento 'Mystic', que pueden empezar a asistir a los 8 años, están situadas a orillas del río y fueron las primeras en inundarse, comentó Lester. Una de ellas es la hija de Michael.
‘Espero un milagro’
Con botas altas y unas herramientas para cortar metal, Michael, de 40 años, busca desesperado entre los escombros de ‘Camp Mystic’. Recorre entre el lodo, hallando platos plásticos y tarros de miel para los waffles que iban a ser utilizados la mañana del sábado.
Este campamento cristiano de verano funciona desde 1926. Se hizo tan popular durante las décadas siguientes que ahora se anima a las familias a incluir a los posibles campistas en la lista de espera con años de anticipación.
Michael lo hizo. Decidió enviar a su hija este año.
La mañana del viernes recibió un mensaje diciendo que su hija de 8 años estaba en el grupo de 27 niñas que no habían sido localizadas después de la potente onda de agua que golpeó la zona esa madrugada.
Esquivando todo tipo de escombros, llega hasta una cabaña invadida por el lodazal: "Mi hija estaba aquí", lamenta Michael. Reconoce una toalla con su nombre. También levanta un juguete de peluche, un brazalete, una foto familiar y un bolso de la amiga que dormía junto a su hija y que, dijo, ya fue declarada fallecida.
Son dos cabañas con las ventanas destruidas por el impacto del agua. En las puertas hay colchones llenos de lodo, osos de peluche, maletas, baúles para guardar ropa. Con el descenso del agua, emerge el caos y devela la pesadilla que vivieron en la madrugada.
Esa noche en ‘Camp Mystic’ dormían unas 750 menores, aparentemente la mayoría consiguió evacuar el lugar a tiempo, pero lo que cree Michael es que el agua golpeó directamente en las cabañas donde dormían las niñas de 8 y 9 años.
Epicentro de la devastación
‘Camp Mystic’ no fue el único afectado. A lo largo de la orilla del río se observan los árboles derrumbados y decenas de automóviles están volteados o destruidos por la fuerza del agua.
Los equipos de rescate, en camionetas o en helicópteros y drones, persisten en la zona en busca de sobrevivientes o víctimas.
"Hay un dicho aquí que dice que hay una inundación cada cien años. Nosotros la tuvimos. Nunca habíamos visto algo así y ojalá no lo volvamos a ver", comenta Gerardo Martínez, de 61 años, dueño de un restaurante en Kerrville y que observa el río desde un mirador.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó el viernes por la noche una declaración de estado de emergencia para desplegar más recursos en la zona afectada.
El número total de desaparecidos aún se desconoce, según reconoció el alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha, en especial porque al ser un festivo de verano, muchas personas acudieron a la zona para acampar cerca del río.
Desde la Casa Blanca, Donald Trump informó el sábado por la mañana que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, viajaría hasta Texas. “Melania y yo estamos orando por todas las familias afectadas por esta horrible tragedia”, dijo Trump en una publicación del sábado en Truth Social.
Mientras, en Camp Mystic, Michael hace una pausa, respira profundo y continúa inspeccionando los alrededores. "Espero un milagro", sentenció.
Con AP, Reuters, EFE, medios locales.
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