El emirato, uno de los mediadores entre Israel y Hamás, afirmó que se ha logrado un pequeño avance en las conversaciones para alcanzar una tregua en Gaza. Así lo declaró el primer ministro, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al-Thani, durante una rueda de prensa conjunta con el ministro turco de Exteriores, celebrada en Doha. Mientras, la situación humanitaria en Gaza alcanza niveles críticos y organizaciones humanitarias denuncian que la Franja se ha convertido en una "fosa común".
"Algo de progreso", fue la respuesta del primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al-Thani, cuando se le preguntó en una conferencia de prensa conjunta este domingo con el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, sobre su encuentro del jueves en Doha con el jefe del Mosad israelí, David Barnea.
Según medios israelíes, la reunión en Doha entre Sheikh Mohammed y Barnea se centró en discutir un posible acuerdo para la liberación de rehenes. El primer ministro qatarí describió el encuentro como parte de los esfuerzos para “lograr un avance”, aunque no dio más detalles sobre su contenido.
"Necesitamos encontrar una respuesta a la pregunta fundamental: cómo poner fin a esta guerra. Creo que ese es el punto clave de toda la negociación", añadió Sheikh Mohammed. También afirmó que "Qatar sigue trabajando con sus socios para avanzar hacia la siguiente fase del acuerdo, que incluiría la liberación de todos los rehenes y la retirada total de las fuerzas israelíes".
Un acuerdo pendiente y una guerra sin tregua
Qatar, junto a Egipto y Estados Unidos, había mediado en una tregua entre Israel y Hamás que entró en vigor el 19 de enero. Sin embargo, no logró poner fin a los combates. La primera fase de ese acuerdo terminó a principios de marzo, cuando las partes no consiguieron consensuar los pasos siguientes: Hamás exigía un alto el fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes a cambio de liberar a los rehenes, mientras que Israel pedía la liberación inmediata e incondicional de los cautivos.
El 18 de marzo, Israel reanudó sus ataques aéreos y terrestres en toda la Franja de Gaza, después de haber bloqueado previamente la entrada de ayuda humanitaria. Desde entonces, no ha ingresado asistencia al enclave.
Hamás, por su parte, se mostró dispuesto a negociar un acuerdo que ponga fin a la guerra, libere a todos los rehenes y garantice una tregua de cinco años, según informaron negociadores del grupo islamista en El Cairo. No obstante, insistieron en que cualquier acuerdo debe implicar el fin definitivo del conflicto. Hamás rechazó una propuesta anterior de Israel que ofrecía un alto el fuego de 45 días a cambio de la liberación de 10 rehenes vivos.
Las declaraciones de Qatar se producen en un contexto de aumento de víctimas mortales en Gaza, donde los bombardeos israelíes persisten a diario.
Según el último balance del ministerio de Salud de Gaza, en las últimas 24 horas se contabilizaron 51 nuevas muertes y 115 personas resultaron heridas. Además, tras concluir la verificación de datos de desaparecidos, se incorporaron 697 víctimas adicionales a las cifras oficiales. Así, el número total de muertos directos desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre de 2023, supera ya los 52.400, mientras que el de heridos asciende a más de 117.600.
Gaza, transformada en una "fosa común"
A la violencia se suma una grave crisis humanitaria. Israel impuso un bloqueo total de la ayuda humanitaria en Gaza el 2 de marzo, dos semanas antes de reanudar los ataques.
Los mercados de Gaza están prácticamente vacíos y las cocinas comunitarias se están quedando sin alimentos. Carne, leche, queso y frutas han desaparecido, mientras que los pocos vegetales disponibles son inalcanzables para la mayoría por sus altos precios. Los médicos advierten de un aumento alarmante de la desnutrición infantil y miles de niños ya sufren casos agudos.
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han advertido que el bloqueo impuesto en Gaza constituye una "táctica de hambruna" que pone en peligro a toda la población del enclave y podría ser considerado un crimen de guerra. Médicos Sin Fronteras, por su parte, denunció el 16 de abril que Gaza se ha convertido en una "fosa común" para los palestinos y para quienes intentan asistirlos, así lo denunció la coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en la Franja, Amande Bazerolle.
"No se trata de un fracaso humanitario, sino de una decisión política y de un ataque deliberado contra un pueblo, llevado a cabo con total impunidad", señaló la organización.
Con AFP y medios locales
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