El presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, afirmó que la unificación de Siria, tras años de guerra civil, no debería lograrse "por la fuerza militar" y acusó a Israel de intromisión en el sur del país, donde se han producido enfrentamientos mortales entre combatientes drusos y beduinos sunitas.
Liberar a Siria de la espiral de violencia y unificar el país sin recurrir a la fuerza militar. Este es el objetivo declarado del presidente interino Ahmed al-Sharaa, según declaraciones publicadas el domingo 16 de agosto por medios oficiales.
El presidente al-Sharaa habló el sábado mientras cientos de personas se manifestaban en la provincia de Sweida, de mayoría drusa, para denunciar la violencia comunitaria de julio y exigir el derecho a la autodeterminación.
"Derrocamos al régimen (de Bashar al-Assad) para liberar a Siria y nos queda otra batalla, la de unificar Siria", dijo Ahmed al-Charaa a altos funcionarios y notables de la provincia de Idlib (noroeste).
"No debe hacerse con sangre ni por la fuerza militar (…) sino en el marco de un acuerdo, porque Siria está cansada de la guerra", añadió.
El presidente al-Sharaa afirmó que “Siria no corre el riesgo de dividirse. Algunos desean esto y la creación de cantones, pero es imposible”. Y agregó que “algunos partidos buscan el poder a través de potencias regionales, Israel u otras”.
En la manifestación en Sweida, algunos manifestantes ondearon la bandera israelí y exigieron la autodeterminación de la región. "Libertad para Sweida" o "¡Fuera Al-Jolani!", coreaban, en referencia al presidente de transición, también conocido por su nombre de guerra, Abu Mohammad al-Jolani, cuando lideraba un grupo rebelde islamista.
Los enfrentamientos que duraron una semana en Sweida estallaron el 13 de julio entre combatientes drusos y beduinos sunitas, antes de extenderse con la intervención de fuerzas gubernamentales y voluntarios de otras regiones.
Más de mil muertos en la región de Soueïda
Damasco afirma que sus tropas intervinieron para poner fin a la violencia. Sin embargo, testigos, facciones drusas y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos las han acusado de aliarse con los beduinos y de cometer abusos contra ellos.
Según el OSDH, la violencia dejó alrededor de 1.600 muertos, en su mayoría civiles drusos.
El presidente interino Al-Sharaa reconoció que Sweida fue escenario de numerosas violaciones cometidas por todas las partes, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad y el ejército. Y sostuvo que los responsables de las violaciones responderán por sus actos.
Acusó a Israel, su vecino, de "intervenir directamente en Sweida, aplicando políticas destinadas a debilitar el Estado (sirio)". Israel, afirmando querer proteger a los drusos y exigiendo la desmilitarización del sur de Siria, ha bombardeado a las fuerzas del gobierno sirio.
Con AFP
Artículo adaptado de su original publicado en francés.
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