La nave espacial Soyuz fue lanzada el martes desde Kazajstán y transportó a dos astronautas rusos y uno estadounidense en una misión a la Estación Espacial Internacional, donde realizarán 50 experimentos científicos.
La nave espacial Soyuz que transporta a un estadounidense y dos rusos despegó el martes desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, rumbo a la Estación Espacial Internacional, mientras un récord de alrededor de 2.500 turistas presenciaron el lanzamiento, dijo la agencia espacial rusa Roscosmos.
La nave MS-27, decorada para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, despegó a las 10:47 hora local (05:47 GMT), según imágenes televisadas mostradas por la agencia espacial rusa. A bordo estaban los cosmonautas rusos Sergey Ryzhikov y Alexey Zubritsky, así como el astronauta de la NASA Jonny Kim.
Soyuz —palabra que significa 'unión' en ruso— entró en órbita unos minutos más tarde y está previsto que se acople al segmento ruso de la ISS a las 09:04 GMT, donde los astronautas realizarán 50 experimentos científicos antes de regresar a la Tierra el 9 de diciembre.
Rusia ha estado alquilando el sitio a Kazajstán desde la caída de la Unión Soviética, hace más de 43 años. Moscú paga a Almaty 115 millones de dólares al año y tiene contrato hasta 2050.
El espacio es una de las pocas áreas restantes de cooperación entre Rusia y Estados Unidos, cuya relación se deterioró significativamente después de que Moscú invadiera Ucrania en febrero de 2022, aunque recientemente, el regreso a la Casa Blanca del presidente estadounidense Donald Trump ha provocado un descongelamiento de las tensiones.
Como parte de la serie de sanciones impuestas a Rusia desde su invasión, los países occidentales cesaron sus asociaciones con Roscosmos, pero la nave Soyuz sigue siendo una de las pocas salidas para llegar a la ISS.
Kirill Dmitriev, quien está tratando de impulsar un restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia y mantuvo conversaciones en Washington la semana pasada, dijo que el lanzamiento del martes desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán fue el último ejemplo de una relación duradera cuya historia se remonta a 1975, cuando se llevó a cabo la primera misión espacial internacional tripulada, desarrollada conjuntamente por Estados Unidos y la Unión Soviética, en la que un Apolo y un Soyuz se acoplaron en el espacio.
“La cooperación entre Rusia y Estados Unidos en la industria espacial continúa hoy”, dijo Dmitriev el martes, publicando un video en su canal oficial de Telegram del despegue del cohete Soyuz.
Dmitriev también aseguró que Moscú podría suministrar una pequeña planta de energía nuclear para una misión a Marte planeada por el empresario multimillonario y CEO de SpaceX Elon Musk.
Sin embargo, como la ISS se acerca al final de su vida útil, Rusia planea emprender su propio camino con su propia estación espacial, cuyos dos primeros módulos planea lanzar en 2027. También está ampliando su cooperación con China en la exploración espacial.
El programa espacial ruso, que durante décadas ha sido motivo de gran orgullo para el país, sufre desde hace años una falta crónica de financiación, escándalos de corrupción y fracasos como el de la sonda lunar Luna-25 en agosto de 2023.
Con Reuters y AFP
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