Kristian Gkolomeev ganó una plata en los 50 m estilo libre del Mundial de natación 2019 y fue quinto en la misma prueba tanto en Tokio 2020 como en París 2024. Todo eso lo hizo mientras seguía las normas antidopaje, pero con dos semanas consumiendo sustancias prohibidas, batió en febrero pasado el récord del mundo de la distancia. Su dudosa hazaña es el reclamo publicitario de Enhanced Games o Juegos Mejorados, una competencia patrocinada por Donald Trump Jr., publicitada como “el futuro del deporte”.

Gkolomeev, un griego de 31 años nacido en Bulgaria y formado en la Universidad de Alabama, es uno de los rostros olímpicos detrás del proyecto que promete “redefinir la superhumanidad a través de la ciencia, la innovación y los deportes”, de acuerdo con sus promotores. Hoy es el emblema de una competencia que se inaugurará en Las Vegas el próximo año.

Tal vez nada atrae tanto como lo prohibido. Liberado de las ataduras del juego limpio, Gkolomeev no solo nadó con ayuda de sustancias de mejoramiento del rendimiento, sino que usó un ‘bodysuit’ o traje de baño enterizo, que la natación prohibió hace más de 15 años, para registrar su 20.89 mientras rodaba un mensaje publicitario para los Enhanced Games o Juegos Mejorados.

El video, registrado en febrero, sirvió como contenido estelar para el lanzamiento de la primera edición de esta competencia. Lo complementó otro clip de Gkolomeleev superando un nuevo hito, pero rodado en abril y después de dos meses enteros de consumo controlado de sustancias vetadas.

Dado que el récord del brasileño César Cielo fue hecho con enterizo, el griego buscó la mejor marca de la historia con traje reglamentario, el 21.04 de Caeleb Dressel en 2019, y la batió por una centésima.

En ambos intentos lo acompañó Brett Hawke, el entrenador que condujo a Cielo a ganar los 50 m y los 100 m libre del Mundial de Roma 2009, y del que el brasileño se desprendió después para imponer el récord que ahora reclama para sí Gkolomeev.

“Él tomó la opción de prepararse en Brasil, porque quedaba poco tiempo para que dejaran de ser legales los trajes enterizos y había casi una certeza de que él iba a romper ese récord”, recuerda el entrenador brasileño Alex Pussieldi, rememorando las circunstancias de la hazaña de Cielo.

”Hawke lo dirigía en (la universidad de) Auburn y no podía dedicarse mucho a él, por eso César volvió a Brasil para entrenar con Alberto Pinto Da Silva. Con él hizo el récord al final del año en el Campeonato Nacional Open, nadando con su club. Fue un momento muy especial para él”.

Para Cielo fueron cinco meses de esfuerzo en su país, en un ambiente mucho menos profesionalizado que el del circuito estadounidense. Para Gkolomeev hubo dedicación privilegiada por parte de Hawke, y un cheque de un millón de dólares de recompensa por ser el “primer superhumano” y “el nadador más rápido de la historia”.

Había bajado en 55 centésimas su récord personal y en 70 su registro de París 2024, un progreso que sin la vía rápida de los esteroides probablemente nunca habría logrado.

El mensaje de los Juegos Mejorados

Un escenario completamente lógico para la naturaleza de esta experiencia, la llamada “Ciudad del Pecado”, Las Vegas, albergará la justa inaugural del 21 al 24 de mayo de 2026, con solo tres deportes en acción: natación, atletismo y levantamiento de pesas.

No es casual que sean tres de los cuatro más escrutados del programa olímpico, junto con el ciclismo, los que más han hecho esfuerzos por correr la milla interminable de la lucha antidopaje. Son los Sísifo del deporte, condenados a rodar eternamente cuesta arriba la pesada piedra de perseguir la trampa.

Parte del capital para hacer realidad el evento vino del interés de Donald Trump Jr., que se afilió a través de la firma de capital de riesgo 1789 Capital, a la que se unió en diciembre pasado.

Y mientras el padre firma una orden ejecutiva para prohibir la discutida ventaja de las atletas trans en el deporte femenino, el hijo firma los cheques para mostrar una visión del deporte en la que casi todas las ventajas están permitidas.

Cheques, por cierto, de “millones de dos dígitos”, de acuerdo con lo revelado por su socio en la aventura, el empresario australiano Aron D’Souza, principal promotor de los Juegos Mejorados.

“Estamos en la era de disruptores, y los disruptores están en la Casa Blanca”, festejó D’Souza en declaraciones a la agencia AP para destacar la participación de ambos Trump, pues el presidente también promovió el lanzamiento con un video en el que proclama que “lo imposible lo hacemos mejor”.

En la presentación del evento de Las Vegas, D’Souza fue aún más lejos: “Las viejas reglas no solo frenaban a los atletas, sino que frenaban a la humanidad”.

Casi todo vale en la búsqueda de la superhumanidad. Los atletas podrán usar esteroides, testosterona y hormona de crecimiento, siempre que empleen versiones que sean legales en Estados Unidos, que las sustancias sean recetadas por un médico y que notifiquen el tratamiento que están siguiendo.

También podrán participar atletas que no recurran a ayudas, con los mismos derechos a los premios de 250.000 dólares a los ganadores, con excepción de los 50 m libre y los 100 m planos del atletismo, cuyos campeones recibirán un millón de dólares.

El objetivo final, de acuerdo con los organizadores, es poner la investigación y la ciencia al servicio de las perspectivas de un proceso de envejecimiento “más saludable y elegante” para “toda la sociedad”.

Entre los atletas que se han afiliado a los Juegos Mejorados destacan el plusmarquista mundial de 50 m mariposa, el ucraniano Andréi Govorov, y el excampeón mundial de 100 m libre James Magnussen, que salen del retiro para volver a retar sus límites.

Alarmas encendidas en el deporte olímpico

Los Juegos Mejorados han concitado el rechazo unánime del deporte organizado mundial. La Asociación Mundial Antidopaje (AMA) ha comandado la reacción, con un comunicado en el que califica el evento como “un concepto peligroso e irresponsable”.

La Comisión de Atletas de la AMA también se pronunció, acusando a la iniciativa de ignorar “décadas de evidencia médica y las experiencias vividas por los atletas perjudicados por el dopaje”.

El australiano Cam McEvoy, actual campeón olímpico de los 50 m libre, describió la exhibición de Gkolomeev al registrar el supuesto récord del mundo como una experiencia sin relevancia.

“No cuenta de ninguna manera cuando usas drogas o usas uno de los trajes prohibidos, o ambos”, dijo en declaraciones al ‘Sydney Morning Herald’.

Efectivamente, sin supervisión de World Aquatics, el organismo rector de la natación a nivel mundial, y sin controles por parte de la AMA, el registro de Gkolomeev no puede ser considerado oficial, mucho menos como el “récord mundial” que celebran los Juegos Mejorados.

La gran estrella de la natación en los últimos Juegos Olímpicos, el francés Léon Marchand, comentó el video del récord de Gkolomeev en el Instagram de la competencia con la frase “esto es triste”, a lo que los encargados de la cuenta respondieron con una invitación a “empujar los límites y alcanzar nuevas alturas con soporte de salud de clase mundial”.

No ha habido pronunciamiento por parte de César Cielo, el Comité Olímpico Internacional o World Aquatics, pero esta última entidad sí respondió a la agencia china Xinhua con un comunicado en el que describe a la nueva competencia como “un circo hecho de atajos”.

USA Swimming, equivalente a la Federación de Natación de Estados Unidos, dirigió una carta a sus atletas, en la que les dio indicaciones de no sumarse a los Juegos de Las Vegas, pues esto “podría afectar significativamente su capacidad para participar en futuras competiciones”.

Parece claro que los Juegos Mejorados no pretenden sustituir ni ocupar espacios propios del deporte organizado. Lo que está por verse es qué tanto éxito tendrá su mensaje de transparencia en el uso de sustancias de mejoramiento del rendimiento, y qué tanto atraerán a las grandes figuras con su danza de millones y su espectacular puesta en escena.

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más