Veinticuatro escolares que fueron secuestradas por hombres armados de un internado público de Nigeria el 17 de noviembre se encuentran libres, según confirmó el presidente Bola Tinubu.
La información fue ofrecida originalmente por las autoridades locales del estado de Kebbi, donde se produjo el secuestro. Éstas se limitaron a indicar que las jovencitas habían sido liberadas, sin agregar datos sobre las circunstancias.
Posteriormente, el presidente Tinubu indicó que las niñas habían sido rescatadas, sin precisar las circunstancias en las que se produjo la operación.
"Me alivia que las 24 chicas hayan sido localizadas. Ahora debemos poner con urgencia más tropas sobre el terreno en las zonas vulnerables para evitar más incidentes de secuestro. Mi gobierno ofrecerá toda la ayuda necesaria para lograrlo", declare Tinubu.
Originalmente se había informado sobre 25 víctimas tomadas en la Escuela Secundaria Integral de Niñas del Gobierno en la ciudad de Maga, pero una de las jovencitas logró escapar el mismo día.
Musa Rabi Magaji, director de la escuela cuyo alumnado es mayoritariamente musulmán, precisó que las niñas seguían en poder de las autoridades y que no tenía detalles sobre su estado de salud.
Una tendencia cada vez más frecuente
Bandas armadas han aprovechado la falta de vigilancia en zonas rurales para perpetrar este tipo de secuestros masivos tanto en escuelas como en comunidades remotas, con el objetivo de pedir rescates, un modus operandi que ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades.
Cuatro días después de la toma de las niñas en Kebbi, otro grupo armado se llevó a 303 niños y 12 profesores de un campus de la escuela católica St. Mary’s en el estado de Níger, al centro de Nigeria.
Cincuenta de esos niños lograron escapar de sus captores y ya se encuentran junto a sus familiares.
La misma semana otro grupo armado se llevó a 38 personas que asistían a un servicio religioso en Kwara, también en la zona central de Nigeria, y asesinó a dos de los feligreses. Todos los secuestrados en esa operación salieron en libertad el 23 de noviembre.
Unos 1500 estudiantes han sido secuestrados desde que comenzó a practicarse esta modalidad hace una década, pero no se han encontrado motivaciones más allá de la práctica delictiva.
A pesar de que figuras de la derecha estadounidense y el propio presidente Donald Trump han denunciado una supuesta persecución a los cristianos en Nigeria, las actividades de estas bandas armadas afectan por igual a musulmanes.
Con AP y Reuters
Compartir esta nota