Este 11 de junio pasará a la historia europea tras la firma española, europea y británica de un acuerdo sobre el estatus futuro de Gibraltar, marcando el fin de cuatro años de intensas negociaciones que también representan el punto final en el último flequillo de la relación entre la Unión Europea y el Reino Unido tras el 'Brexit'. Aquí, las claves del acuerdo.

El futuro de Gibraltar quedó definido este 11 de junio, cuando los representantes de España, Reino Unido y la Unión Europea (UE) anunciaron la firma del acuerdo multilateral que pone fin a la interrogante sobre qué iba a pasar con el territorio de ultramar británico – que España reclama – tras la salida de Londres del bloque europeo hace cinco años. 

El acuerdo tardó años en confeccionarse y se fraguó en medio de la incertidumbre sobre el futuro político y aduanero de un territorio que ha sido objeto de disputa entre Madrid y Londres desde hace siglos. Desde que se concretó la salida del Reino Unido de la UE en 2020, el 'nuevo estado' en la relación entre Gibraltar, España y Europa continental no estaba claro. 

Los ministros de Exteriores británico y español, David Lammy y José Manuel Albares, así como el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, celebraron el acuerdo, que por fin delimita el encaje de Gibraltar en Europea. Sin embargo, en sus comunicados individuales, España y Reino Unido 

¿Que incluye el nuevo 'status quo' en las relaciones multilaterales entre España, Reino Unido, la Unión Europea y Gibraltar? Cinco puntos clave para comprender el histórico acuerdo sobre el estado del disputado enclave en el fin de la península. 

El fin de 'La Verja'

El resultado más palpable del acuerdo sobre Gibraltar está en el próximo derribo de La Verja, también conocida como 'la última frontera' en Europa. 

Con 1,2 kilómetros de longitud, La Verja esta posicionada entre Gibraltar y Cádiz – el último fragmento español antes de la colonia británica – y funciona como la separación física entre dos territorios que albergan una sociedad que, durante años, ha funcionado como una sola. 

Fue colocada por primera vez en 1909 por las autoridades británicas, después de que una epidemia de fiebre amarilla en terreno español entrara al enclave por dicha frontera, por lo que Londres decidió instalar una suerte de paso fronterizo para resguardar la salud en su colonia. Desde entonces, La Verja nunca fue derribada. 

A través de las décadas, la existencia de La Verja no sólo ha representado la división física entre ambos territorios, pero también ha sido una herramienta política que buscó imponer los intereses en uno u otro lado de la separación. En 1969, el dictador español Francisco Franco ordenó el cierre de La Verja, esperando que sus habitantes, tarde o temprano, decidieran volver a integrar España tras ser garantizados de un estatus autonómico por Londres. 

Más de cincuenta años después, La Verja dejará de existir.

"Se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen, el mercado único de la UE y la unión aduanera", se lee en la nota de prensa del Ministerio de Exteriores español.

Libre tránsito y autoridad 'compartida' en la frontera

El tratado de este 11 de junio también le pone fin a la interrogante sobre la relación entre Gibraltar y la zona Schengen, comprendida por los territorios pertenecientes a la UE y de la que, desde 2020, el enclave ya no es parte.

Empero, el flujo migratorio diario entre la colonia de ultramar británica y España pusieron el dedo en en renglón de delimitar nuevas reglas migratorias desde que se materializará el 'Brexit', pero no fue hasta hoy que se acordaron los nuevos lineamientos en la frontera entre ambos. 

Con el cierre de La Verja, Madrid, Bruselas y Londres acordaron implementar un sistema migratorio similar al encontrado en la estación británica de Saint Pancras, que conecta Europa continental con la isla británica, denominado como una fórmula "dual". 

En este esquema migratorio, los encargados de recibir los pasaportes de las personas que lleguen al aeropuerto de Gibraltar serán miembros de la Policía local, primero, y después oficiales españoles; la fórmula tiene el sentido de que los policías gibraltareños aseguren la integridad del enclave, mientras que los españoles serán los responsables de velar por la integridad del espacio Schengen. 

El trazado calca al existente en Saint Pancras, donde, tras bajar del tren que pasó por el Eurotúnel – procedente de París o Bruselas –, los viajeros son recibidos por agentes franceses y británicos, que aseguran su salida del espacio Schengen y su entrada a Reino Unido. 

Empero, en la frontera entre Gibraltar y La Línea, localidad en Cádiz que colinda con el enclave, los controles de paso fronterizo serán suspendidos, con el objetivo de beneficiar a las alrededor de 15.000 personas que se mueven diariamente entre ambos territorios.

Londres conserva la soberanía sobre la base militar

Gibraltar pasó a ser parte de Reino Unido en 1713, tras la firma entre las coronas británica y española del Tratado de Utrecht, al finalizar la guerra de sucesión española. Entonces, se cedió el Peñón de Gibraltar, un montículo imposible de hundir que sedujo a Londres por su atractivo militar y que, hasta la fecha, tiene una importancia estratégica importante para el Gobierno. 

Lammy resaltó sobre cualquier cosa que el nuevo acuerdo "protege la soberanía británica" dentro del enclave, haciendo referencia al control de Reino Unido sobre la base militar localizada en el territorio.

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"Hemos alcanzado un acuerdo que protege la soberanía británica, apoya la economía de Gibraltar y permite a las empresas volver a planificar a largo plazo", expresó Lammy. 

Para Londres, la importancia del puerto de Gibraltar para su empresa castrense recae en el uso que la Royal Navy ejerce en el territorio. Allí, en su colonia de ultramar, la naval británica repara sus submarinos nucleares, además de cargar con misiles sus buques de guerra que están estacionados en las aguas gibraltareñas. 

Además, alrededor de 14.000 soldados británicos entran y salen por el puerto y aeropuerto del enclave británico. Situación que, tras el acuerdo, no sufrirá de ningún cambio, aunque el presidente español, Pedro Sánchez, mencionara que Madrid no renunciará a "las reclamaciones españolas sobre el istmo y la retrocesión de Gibraltar", según mencionó el líder socialista. 

Libre flujo comercial y nuevas reglas laborales

Por otro lado, el comercio también era una de las grandes incógnitas sobre el futuro del enclave, especialmente dada la relación cercana entre las sociedades fronterizas. 

En mayo, la naturaleza de un posible acuerdo ya había sido deliberado entre la Unión Europea y Reino Unido, que firmaron un acuerdo comercial donde se armonizaron los requisitos sanitarios en ambos bloques, se regularizó la reglamentación entorno a la compra y venta de pescado u otros productos similares, además de asumir la autoridad del tribunal europeo para disputas. Gibraltar, al ser colonia británica, sigue la reglamentación acordada por Londres. 

En el nuevo acuerdo también se resalta la "estrecha colaboración entre las respectivas autoridades aduaneras", aunado a la eliminación de los "controles de mercancías". 

Sin embargo, con la facilidad en el tránsito de personas y mercancías, los trabajadores españoles que van y vienen diariamente han resaltado su preocupación por recibir el mismo trato laboral que los gibraltareños, especialmente en los rubros de seguridad social y el sistema pensionario. Según la nota española, esto también está asegurado.

"Hay compromisos de igualdad de condiciones en materia de ayudas estatales, fiscalidad, trabajo, medio ambiente, comercio y desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte – incluyendo el aeropuerto; los derechos de los trabajadores transfronterizos y la coordinación en materia de seguridad social", dice.

El último flequillo del 'Brexit'

En un ámbito regional, fuera de las dudas locales sobre la organización del día a día en las relaciones entre la colonia y Madrid, el acuerdo pone punto final a los pendientes sobre la relación 'posbrexit' entre la Unión Europea y Reino Unido, nueve años después del divorcio más importante en la historia del multilateralismo europeo. 

Gibraltar, que votó casi con unanimidad su rechazó al 'Brexit' en el referéndum de 2016, fue uno de los mayores inconformes con el divorció de Londres y, desde que se concretó en 2020, busco respuestas a su incierto futuro en torno a su relación con Europa. 

Otro de los territorios afiliados con Londres desanimados por su salida fue Irlanda del Norte, que en 2023 llegó a un acuerdo con la Unión Europea para definir los parámetros especiales con los que se iba a configurar su relación de ahora en adelante. Pero Gibraltar se quedó atrás. 

Este 11 de junio, también se pone fin al 'Gibréxit', que experimentó más de 16 rondas de negociaciones con tres Gobiernos británicos distintos para conseguir fundamentar su espacio en el futuro europeo. 

Con EFE, Reuters y medios locales

France24

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