Los Gobiernos de Italia y España anunciaron que luego de los recientes ataques con drones que golpearon varias de las embarcaciones de la Flotilla Global Sumud, enviarán fragatas en caso de nuevas emergencias. Sin embargo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, propuso que la ayuda humanitaria trasportada por los activistas, sea entregada en Gaza por tierra y a través de la Iglesia Católica.
Este miércoles 24 de septiembre, el Gobierno de España anunció medidas para apoyar a la Flotilla Global Sumud, tras las denuncias del grupo de activistas con respecto a varios ataques de drones contra sus embarcaciones en zonas cercanas a las costas de Grecia.
Desde Nueva York, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien asiste a los eventos de la Asamblea General de Naciones, anunció el envío de un buque militar.
Según las declaraciones del Jefe de Estado español, la Armada de su país destinará un patrullero oceánico, que zarpará desde el puerto de Cartagena y que estará dispuesto para “realizar algún rescate”, en caso de que los miembros del colectivo a favor de los derechos de pueblo palestino pidan un rescate.
“El buque se envía para que puedan ser rescatados en caso de que haya alguna dificultad esperemos que eso no suceda", añadió el mandatario, que además señaló que los integrantes de la flotilla “representan 45 países” con el objetivo de “trasladar alimentos a la población de Gaza y expresar la solidaridad de una amplia mayoría de naciones del mundo".
Entretanto, el Ministerio de Defensa de Italia también rechazó los ataques con drones, que afectaron varios de los barcos utilizados por los integrantes de la Flotilla Global Sumud.
El jefe de la cartera, Guido Crosetto, condenó el incidente y declaró en un comunicado que el convoy marítimo fue sido agredido por "autores aún no identificados".
Como medida preventiva, el integrante del gabinete de Giorgia Meloni ordenó a la fragata multipropósito italiana Fasan, que navegaba hacia el norte de la isla griega de Creta, que cambiara su rumbo hacia el punto, en donde se encuentran las embarcaciones de los activistas, en vistas de posibles operaciones de rescate, centrándose principalmente en los ciudadanos italianos.
A su vez, la iniciativa internacional que busca abrir un corredor humanitario para la entrada de víveres y medicamentos a la Franja de Gaza detalló que los incidentes del martes incluyeron "explosiones, enjambres de drones e interferencias en las comunicaciones", lo que habría causado preocupación por la seguridad y la integridad física de los decenas de activistas que se transportan en las embarcaciones.
La organización de carácter civil advirtió que cualquier agresión contra su misión constituiría en "crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad", y "violaría" las medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia, que instan a Israel a permitir y facilitar la entrega de ayuda humanitaria en la Franja.
Israel continúa advirtiendo que no permitirá el ingreso de la Flotilla Global Sumud a Gaza
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Israel nuevamente criticó los intereses de los activistas que navegan hacia el enclave palestino y dejó en claro que no permitirá su entrada a la Franja de Gaza.
Por medio de un comunicado publicado en sus redes sociales, la entidad del Gobierno de Benjamin Netanyahu aseveró que “Israel no permitirá que los barcos entren en una zona de combate activa ni que se incumpla un bloqueo naval legal”.
Sin embargo, el Ejecutivo del país de mayoría hebrea propuso que la ayuda humanitaria transportada vía marítima por los activistas sea descargada en tierra, para que pueda ser trasladada posteriormente al interior del territorio palestino.
"Tenemos otra propuesta para la Flotilla Hamás-Sumud: si no se trata de provocación y de servir a Hamás, son bienvenidos a descargar cualquier ayuda que puedan tener en cualquier puerto de un país cercano fuera de Israel, desde donde pueda ser transferida pacíficamente a Gaza", reza el comunicado.
Desde su salida del puerto de Barcelona a finales de agosto, varios miembros del Gobierno ultraderechista israelí han catalogado a los activistas que viajan con destino a Gaza como aliados del grupo islamista Hamás.
Italia pide cautela a los activistas, mientras que México y Colombia temen por la integridad física de sus ciudadanos
A pesar de enviar una fragata para vigilar la seguridad de la Flotilla Global Sumud, el Gobierno de Giorgia Meloni pidió a los activistas, que entreguen en Chipre la ayuda humanitaria al Patriarcado Latino de Jerusalén, que hace parte de la Iglesia Católica Romana, para que la organización religiosa se encargue de ingresar los víveres y medicamentos a la Franja de Gaza.
Este miércoles, la primera ministra advirtió de los riegos que acarrea intentar ingresar al territorio palestino sin el permiso del Gobierno de Israel y en un contexto de guerra y enfrentamientos armados en buena parte del enclave.
“Quiero reiterar mi opinión sobre este asunto, porque todo es gratuito, peligroso e irresponsable. No hay necesidad de arriesgar la propia seguridad; no hay necesidad de acudir a un escenario de guerra para entregar ayuda a Gaza, que el gobierno italiano y las autoridades competentes podrían haber entregado en pocas horas”, afirmó la líder política derechista desde la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Aparte de los Ejecutivos de Madrid y Roma, otros países se pronunciaron acerca de los ataques en aguas internacionales contra la Flotilla Global Sumud.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, escribió en su cuenta de X que “ante los hostigamientos y ataques con drones, llevados a cabo, exigimos respeto por la vida, la libertad y la integridad de nuestros connacionales y de todos los voluntarios, y pedimos a la comunidad internacional garantizar su seguridad y paso seguro”.
Mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México declaró por medio de un comunicado que se encuentra realizando labores diplomáticas con sus embajadas en la zona del Mediterráneo, para preservar la seguridad de los ciudadanos de su país viajan hacia Gaza en las embarcaciones de la Flotilla.
Con Reuters, AFP y EFE
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