El Ministerio de Educación de El Salvador puso en marcha un nuevo esquema de disciplina en las intituciones escolares, que supone nuevas normas de etiqueta y protocolo para los estudiantes. Sin embargo, varias investigaciones denuncian que más allá de los nuevos reglamentos del Gobierno Bukele, existe una crisis en el sistema educativo del país. A continuación, los pormenores del modelo y los cuestionamientos que lo rodean.
Faldas por debajo de la rodilla, cortes de cabello estandarizados y saludos a la bandera.
Este lunes 1 de septiembre, inició la aplicación del nuevo Reglamento de Cortesía Escolar en El Salvador.
Una política de Estado desarrollada por el Gobierno ultraderechista de Nayib Bukele en cabeza de su nueva ministra de Educación, la capitana de las Fuerzas Armadas, Karla Trigueros.
“Gracias a esta iniciativa, niñas, niños y adolescentes pueden practicar el civismo, la disciplina y la cortesía, fundamentales en su formación como salvadoreños de bien", reza una publicación en la red social X de la cartera de Educación salvadoreña.
La aplicación de las medidas fue argumentada por el Ejecutivo de San Salvador como un proyecto “para evitar que las escuelas se conviertan en lugares de reclutamiento de pandilleros.”
Por lo tanto, las estrictas normas de disciplina, que incluyen protocolos de vestimenta y etiqueta, aplicarán en todos los establecimientos educativos del país centroamericano.
Además, buena parte de los centros de formación privados anunciaron que seguirán los lineamientos dictaminados por el Ministerio de Educación.
A su vez, el nuevo sistema de reglas incluye castigos disciplinarios para aquellos estudiantes que infrinjan las normas u opten por no aplicar los estándares del Gobierno.
Es así como un alumno con 15 anotaciones “no podrá ser promovido de grado”, según la ministra de Educación.
Además, los directores que no hagan cumplir estas normas serán sancionados, advirtió Trigueros, quien viste normalmente uniforme de camuflaje.
¿Cuáles son las nuevas normas para los estudiantes salvadoreños?
Según varios comunicados publicados por entidades estatales entre las nuevas disposiciones que deberán cumplir los jóvenes que asisten a la escuela en el país centroamericano se encuentran:
- Uniforme limpio y ordenado
- Corte de cabello adecuado y presentación personal correcta
- Iniciar la jornada con formaciones y entonación del himno nacional de El Salvador
- Saludar o despedirse al entrar o salir de un aula
- Decir “por favor” para hacer una petición
- Decir “gracias” al recibir un favor, material o atención
- Usar un tono grosero o irrespetuoso hacia compañeros, docentes o personal
De este modo, cada institución escolar deberá contar las infracciones que cometa cada alumno, que deberán ser contabilizadas como un “demérito”.
Por el contrario, para borrar un “demérito” los estudiantes podrán “apoyar voluntariamente en actividades de orden o limpieza escolar” o “participar en campañas de valores organizadas por el centro educativo”.
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¿Por qué es criticado el modelo educativo de Nayib Bukele?
Desde la oposición al Gobierno ultraderechista de Bukele, varias voces han cuestionado la designación de Karla Trigueros como ministra y la imposición de las normas de disciplina catalogadas como “militares”.
El medio de comunicación salvadoreño ‘El Faro’, que actualmente opera desde Costa Rica gracias a múltiples amenazas en contra de sus periodistas, publicó un podcast en formato de reportaje en el que denunció que “los militares ya no solo patrullan calles, ni solo participan en capturas masivas, sino que ahora también ocupan ministerios”.
A su vez, el periódico señaló que Trigueros no cuenta con experiencia comprobada en el sector educativo y advirtió que el sistema escolar salvadoreño está marcado por “por la deserción escolar, la precariedad de la infraestructura y los recortes presupuestarios”.
Sumado a esto, ‘Voz Pública’, otro medio de comunicación salvadoreño especializado en Fact Checking, publicó una investigación en la que acusa al Ejecutivo de su país de maquillar las cifras del sector de la educación.
“El Gobierno no invierte el 4.4% del PIB en promedio cada año en educación, como dijo el presidente Nayib Bukele. Educación dispone de más recursos que antes, pero arrastra problemas de ejecución, como indican los datos oficiales”, afirma el artículo publicado en mayo de este año.
Según los datos de los investigadores de ‘Voz Pública’, la inversión en educación del Gobierno únicamente alcanza el 3,92% del PIB, un incremento leve si se lo compara con el 3,8% invertido en la Presidencia de Salvador Sánchez Cerén, el mandatario que precedió a Bukele en el poder.
Según un informe de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo de 2024, El Salvador es uno de los países de América Latina que menos invierte en la formación de sus niños y adolescentes.
En relación con los datos del reporte, este país centroamericano para 2022, año en el que Bukele ya estaba en el poder, invirtió 1.748 dólares por cada estudiante de primaria. Sin embargo, el promedio regional de inversión en este rubro se ubica en 2.500 dólares por alumno.
Por esta misma vía, con respecto al dinero destinado a los jóvenes que acuden a la secundaria, únicamente Ecuador y Guatemala invirtieron menos que el Gobierno Bukele, que destinó 1536 dólares por alumno.
A esto se suma que según otra investigación de ‘El Faro, el Ejecutivo tuvo que recortar su presupuesto de educación para el 2025.
“Nayib Bukele recortó 30 millones de dólares al presupuesto de Educación este año y la inversión en este ramo es el porcentaje más bajo respecto al PIB desde 2020 en tiempos de la pandemia”, asevera el documento periodístico.
De este modo la investigación titulada “La silenciosa crisis educativa de El Salvador” argumenta que este año hay menos escuelas y menos estudiantes que en 2024.
Con AFP y medios locales
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