La economía mundial vivió una de las semanas más cruciales en años, incluso décadas. Los mercados y el petróleo se desplomaron en medio del temor a una guerra comercial tras la andanada de aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump.
Menos de 48 horas después de que el presidente Donald Trump elevara las tarifas arancelarias al nivel más alto en más de un siglo, China anunció el viernes que impondría gravámenes adicionales del 34% a todas las importaciones estadounidenses, escalando la guerra comercial global a nuevas y peligrosas áreas.
Las esperanzas que tenían los inversores de que el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central de EE. UU.), Jerome Powell, viniera al rescate señalando su disposición a recortar las tasas de interés (como Trump pareció presionarlo a hacer en una publicación en las redes sociales) se desvanecieron, ya que Powell enfatizó los "riesgos elevados" de esa medida, tanto para el crecimiento como para la inflación.
Esta actitud de "esperar y ver" sacudió aún más a Wall Street: la caída del 6% del S&P 500 significó que la capitalización de mercado del índice se desplomó 5 billones de dólares en solo dos días.
La Reserva Federal se encuentra en un verdadero aprieto, ante el rápido aumento del riesgo de recesión y las crecientes presiones sobre los precios.
Sin embargo, dada la ferocidad de la liquidación del mercado de valores, el desplome de la confianza y las perspectivas extraordinariamente inciertas, no sería una sorpresa total que la Fed recortara lasa tasas de interés en su reunión del 6 y 7 de mayo.
La peor caída desde la pandemia
Esta es la caída más pronunciada de las acciones mundiales desde la pandemia de 2020. Pero a diferencia de ese colapso y de la crisis financiera mundial de 2008, la agitación actual en Wall Street es resultado de decisiones políticas lúcidas tomadas por un gobierno que habría sabido que este tipo de resultado era claramente posible, si no muy probable.
Muchos analistas consideran que esto no se ha visto antes. Algunas de las cifras económicas y de mercado que han quedado grabadas en la mente de los inversores esta semana tampoco se han visto en mucho tiempo:
Leer tambiénLa "fórmula secreta" de Trump: ¿cómo fueron calculados sus polémicos aranceles?
Tres cifras devastadoras
– Los aranceles estadounidenses más altos en más de 100 años.
– El mayor aumento de imposiciones en Estados Unidos desde 1968, según los analistas de JP Morgan, quienes ahora dicen que es más probable que haya una recesión global.
– 5 billones de dólares de capitalización del mercado de valores de EE. UU. se perdieron en dos días, lo que eleva la capitalización de mercado total perdida desde la toma de posesión de Trump en enero a casi 8 billones de dólares.
Los economistas de Barclays ahora estiman que la inflación estadounidense superará el 4% este año, mientras que el PIB se contraerá en el cuarto trimestre, una medida "coherente con una recesión".
Leer también“Día de la liberación”: lo que sabemos de la avalancha global de aranceles de Donald Trump
¿Al borde de la recesión?
El resto del mundo no escapará del sufrimiento. Los economistas de Citi afirman que el crecimiento de la eurozona se reducirá hasta en un punto porcentual este año, llevando al bloque al borde de la recesión, mientras que China podría sufrir un golpe similar en su crecimiento del PIB, que, según afirman, ya se estaba desacelerando por debajo del 5%.
Ante la inminente desaceleración, o incluso contracción, de la demanda mundial, los precios del petróleo cayeron más de un 6% el viernes por segundo día consecutivo. Los futuros del crudo Brent alcanzaron su mínimo en cuatro años, cerca de los 62 dólares por barril, y ahora han bajado un 26% con respecto al año anterior.
Y por último, pero no menos importante, el viernes, por un breve instante, el rendimiento de los bonos del Gobierno suizo de referencia a dos años cayó por debajo de cero. Es cierto que se trata de Suiza, donde los tipos oficiales son de tan solo el 0,25 %. Pero no hay muchas señales más claras de preocupación entre los inversores.
Los mercados estarán cerrados el fin de semana, pero las líneas de comunicación entre los responsables políticos de todo el mundo estarán muy abiertas, mientras los gobiernos intentan desesperadamente reducir la guerra comercial mundial y los banqueros centrales evalúan su respuesta política. El lunes promete ser otro día complicado.
Leer tambiénAranceles de Trump desatan temor y hunden los mercados: ¿qué riesgo corre la economía global?
Con Reuters
Compartir esta nota