El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció este lunes 10 de noviembre que las fuerzas de su país atacaron, un día antes, dos embarcaciones que supuestamente transportaban drogas, lo que dejó seis personas muertas. Los hechos se registraron en el Pacífico Oriental, mientras Washington continúa su controvertida ofensiva en aguas cerca a Suramérica, denunciada por altos funcionarios de la ONU y Human Rights Watch como “ejecuciones extrajudiciales”.
Estados Unidos sigue aumentando el número de personas asesinadas en sus ataques contra aguas del Caribe y Pacífico, cerca a Suramérica.
Seis personas, aún no identificadas, murieron en nuevos ataques de las fuerzas estadounidenses contra dos embarcaciones en el Pacífico Oriental. Según informó este lunes 10 de noviembre el secretario de Defensa, Pete Hegseth, los hechos tuvieron lugar un día antes.
“Ayer, por orden del presidente (Donald) Trump, se llevaron a cabo dos ataques con misiles balísticos contra dos embarcaciones operadas por organizaciones terroristas designadas”, aseguró Hegseth mediante un mensaje publicado en su cuenta de la plataforma X, acompañado de un video que, asegura, muestra el momento de los asaltos.
El titular del Pentágono repitió el cuestionado argumento de esas operaciones, al señalar que se trataba de supuestas narcolanchas. Sin embargo, una vez más, la Administración de Donald Trump sigue sin mostrar públicamente pruebas que respalden sus acusaciones.
“Según nuestros servicios de inteligencia, estas embarcaciones estaban vinculadas al contrabando de narcóticos, transportaban estupefacientes y transitaban por una ruta conocida de narcotráfico en el Pacífico Oriental. Ambos ataques se realizaron en aguas internacionales y tres narcoterroristas se encontraban a bordo de cada embarcación. Los seis murieron. Ningún miembro de las fuerzas estadounidenses resultó herido”, sostuvo.
Al menos 75 asesinados por ataques de EE. UU. en el Caribe y Pacífico
Hasta el pasado jueves 6 de noviembre–cuando Hegseth anunció otro ataque que dejó tres personas muertas–este tipo de ataques de EE. UU. dejaban 69 asesinados. Con lo anunciado por el secretario de Defensa este 10 de noviembre, la cifra total asciende a al menos 75.
Aun si se tratara de navíos que transporten drogas, como asegura Estados Unidos, los expertos y las organizaciones de derechos humanos siguen cuestionando la legalidad de esas acciones. Tanto el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, como la directora para las Américas de Human Right Watch, Juanita Goebertus, han denunciado esos hechos como “ejecuciones extrajudiciales”, por lo que exigen su detención.
La Administración Trump sigue defendiendo que se trata de acciones contra supuestas organizaciones terroristas. “Bajo el mandato del presidente Trump, estamos protegiendo la patria y eliminando a estos terroristas del narcotráfico que pretenden dañar a nuestro país y a su gente”, remarcó Hegseth este lunes.
pero presidentes latinoamericanos como el de Colombia Gustavo Petro, algunos miembros del Congreso de EE. UU., expertos legales y familiares de las víctimas mortales siguen exigiendo pruebas.
Washington ha continuado con estos ataques después de que el pasado 19 de agosto anunciara que había iniciado un despliegue naval en el Caribe, al tiempo que apunta contra el Gobierno de Nicolás Maduro, al que vincula con el llamado Cartel de los Soles.
Venezuela ha negado esas acusaciones, mientras los ataques se extienden y dejan entre sus muertos también a ciudadanos colombianos, como ha denunciado el presidente Gustavo Petro, y denuncias de ciudadanos en Trinidad y Tobago que afirman que entre los muertos se encuentran sus familiares, dedicados a la pesca.
La situación también ha desencadenado una serie de enfrentamientos retóricos entre Petro y su homólogo estadounidense, cuyo Gobierno terminó agregando al líder colombiano a la llamada “lista Clinton”, como se le conoce a la lista negra de empresas y personas vinculadas de tener relaciones con dinero proveniente del narcotráfico en el mundo. Una acusación rechazada de forma categórica por el jefe de Estado latinoamericano.
Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha acusado a Donald Trump de intentar derrocar a su Gobierno, una acusación que el presidente estadounidense ha minimizado a pesar de los informes sobre la estrecha relación de su Administración con la oposición venezolana.
Estados Unidos incrementó su presencia militar en el Caribe, incluyendo un submarino nuclear y un grupo de buques de guerra que acompañaban al portaaviones más grande del mundo, lo que llevó a Maduro a reforzar las fuerzas de seguridad y desplegar decenas de miles de soldados en todo el país.
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Con Reuters y AP
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