Este 24 de marzo se cumplieron 10 años de la tragedia del vuelo 9525 de Germanwings, en el que murieron las 150 personas que viajaban a bordo, luego de que su copiloto estrellara de forma voluntaria el avión en los Alpes franceses, según las investigaciones. Este lunes se llevaron a cabo ceremonias conmemorativas a las 10.41 horas -el momento del incidente- en Alemania, Francia y España, donde se pidieron más regulaciones.
Decenas de familiares de las víctimas conmemoraron este lunes 24 de marzo el décimo aniversario del accidente del vuelo 9525 de Germanwings en los Alpes franceses, en el que murieron las 150 personas que iban a bordo.
El avión había partido en la mañana del 24 de marzo de 2015 de Barcelona, España, y debía aterrizar unas horas después en Düsseldorf, Alemania. Pero nunca llegó porque, según los investigadores, el copiloto, Andreas Lubitz, derribó deliberadamente el avión.
Entre las víctimas mortales, se encontraba un grupo de 16 estudiantes y dos profesores alemanes de un instituto de la localidad de Haltern am See, en el oeste de Alemania, que volvían a casa de un viaje de intercambio a España.
También murieron dos bebés, una pareja de reconocidos cantantes de ópera alemanes y un miembro de una banda de rock argentina, tres generaciones de una misma familia, una madre y su hijo de vacaciones, una pareja de recién casados, personas en viaje de negocios y otras que volvían a casa.
Este lunes se celebraron ceremonias conmemorativas a las 10.41 -el momento del accidente- en el instituto alemán que perdió a varios de sus estudiantes y también en la localidad francesa de Le Vernet, cerca del lugar del accidente en las montañas.
En Haltern, los alumnos del instituto depositarán rosas blancas en memoria de las víctimas y las campanas de la iglesia de la ciudad repicarán.
"Apenas había una familia que no estuviera afectada en algún lugar de su círculo de amigos o parientes", declaró el director del instituto, Christian Krahl, a la agencia de noticias alemana dpa.
Muchos familiares también viajaron a Le Vernet. La compañía aeronáutica Lufthansa, propietaria de Germanwings, invita todos los años a los familiares de las víctimas al pueblo cercano al lugar del accidente y espera que unos 300 dolientes asistan al funeral de este año, informó dpa.
Unos 360 familiares y allegados de las víctimas, autoridades españolas, francesas y alemanas y la dirección de Lufthansa guardaron un minuto de silencio a las 10:41 en Le Vernet.
"Ha sido un momento muy sincero y de gran emoción. Se ha recordado a todas las víctimas. Ha sido una ceremonia sobria y tranquila, reflexiva, de cómo superar el trauma juntos", declaró el embajador español en Francia, Victoriano Redondo Baldrich, el máximo representante de España en la ceremonia, a la agencia EFE.
También hubo conmemoraciones en los aeropuertos de Düsseldorf y Barcelona. En el de Düsseldorf había un libro de condolencias disponible en la llamada Sala del Silencio para empleados y viajeros, informó dpa.
El accidente conmocionó y causó incredulidad cuando los investigadores revelaron que el copiloto Lubitz dejó fuera de la cabina al capitán del vuelo para poner deliberadamente el avión en dirección de colisión contra la ladera de una montaña.
Lubitz había sufrido depresión en el pasado, pero las autoridades y su compañía aérea consideraron posteriormente que estaba en condiciones de volar. En los meses previos al accidente, Lubitz sufrió insomnio y temía perder la visión, pero lo ocultó a su jefe.
Cambios en la legislación tras una de las peores tragedias aéreas
El hecho trágico de Germanwings derivó en ciertos cambios de la legislación del sector. En España, desde 2022, un médico puede informar directamente a una empresa (por ejemplo, en este caso a la aerolínea) si diagnostica un problema de salud que puede incidir en la actividad laboral de una persona.
"Con ese cambio, ese piloto no habría volado", declaró Cristina Subirats a EFE, cuya madre falleció en el episodio y que hoy es miembro de la dirección de la asociación de afectados por el vuelo GWI9525.
Otro cambio impulsado tras el desastre es la obligatoriedad de que haya de forma permanente al menos dos personas en la cabina del piloto (en el momento de desastre Lubitz se encerró después de que el piloto salió para ir al baño).
Sin embargo, la presidenta de la asociación, Lourdes Bonet, aseguró que en la Unión Europea se trata de una recomendación. "Todo lo que no sea norma de obligado cumplimiento es difícil que se ejecute", declaró.
Bonet, quien habló en el acto que se celebró el domingo en el recinto del Aeropuerto de Barcelona, pidió mejoras legislativas sobre la comunicación de bajas en toda la Unión Europea para evitar que un suceso así se repita.
Con AP y EFE
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