Los hechos se registraron este miércoles 6 de agosto en la base militar de Fort Stewart, Georgia. El tiroteo provocó un confinamiento de los militares en el lugar por aproximadamente una hora, antes de que el agresor fuera arrestado, confirmaron las autoridades locales.
Pánico en una base militar de Estados Unidos. El Ejército reportó que cinco militares resultaron heridos en un tiroteo este 6 de agosto en Fort Stewart, Georgia.
Los heridos fueron atendidos en el lugar y luego trasladados al Hospital Comunitario Winn, de la institución castrense. Las autoridades informaron que ahora no existe amenaza para la comunidad y la Casa Blanca agregó que "monitorea" la situación.
"No existe una amenaza activa para la comunidad", remarcó una publicación de la base, difundida en redes sociales.
Pero poco antes, el hecho causó el confinamiento de los soldados en la base por alrededor de una hora. Tres escuelas a las afueras de la instalación castrense también tomaron medidas similares, "por precaución", señaló el Sistema Escolar del Condado de Liberty.
Las fuerzas del orden especificaron que fueron enviadas al complejo del 2.º Equipo de Combate de la Brigada Blindada poco antes de las 11:00 a. m. de este miércoles. El agresor fue arrestado a las 11:35 a. m., confirmaron las autoridades.
¿Quién es el autor del tiroteo?
Por el momento, las autoridades no han divulgado la identidad del sospechoso. Sin embargo, un funcionario estadounidense que habló con la agencia de noticias Reuters bajo condición de anonimato aseguró que se trata de un militar.
No obstante, la fuente citó información preliminar y afirmó que podría cambiar.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, escribió en X que él y su familia estaban "entristecidos por la tragedia" en la base.
"Mantenemos a las víctimas, sus familias y a todos aquellos que responden al llamado a servir en nuestros corazones y oraciones, y pedimos que los georgianos de todo el mundo hagan lo mismo", destacó.
Ubicado a unos 64 kilómetros al suroeste de Savannah, Fort Stewart es el mayor puesto del Ejército al este del río Misisipi y alberga a miles de soldados asignados a la 3.ª División de Infantería del Ejército y a sus familiares.
Los tiroteos masivos son relativamente comunes en Estados Unidos, donde las armas están ampliamente disponibles y las bases militares, que se encuentran entre los lugares con mayor seguridad en el país, no se han librado de ellos.
El más mortífero ocurrió en la base militar de Fort Hood, Texas, en 2009, cuando un comandante disparó mortalmente a soldados desarmados en un edificio médico, lo que mató a 13 personas e hirió a más de 30. Menos de cinco años después, un soldado en la misma base militar disparó fatalmente a tres uniformados e hirió a otros 16 antes de suicidarse.
En 2013, un empleado de una contratista de defensa del Gobierno mató a 12 personas en el Navy Yard de Washington. Y en 2019, un teniente de la Fuerza Aérea Saudita disparó y mató a tres personas e hirió a otras ocho en una base de la Marina estadounidense en Pensacola, Florida.
Con Reuters y AP
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