Israel atacó una ciudad al sur de Damasco, la capital siria, y la provincia meridional de Daraa durante la noche del martes al miércoles 26 de febrero, con aviones de combate. La embestida generó la condena por parte de la nueva administración de Diálogo Nacional, Jordania y la Liga Árabe, formada por 22 Estados, que tildó la acción israelí de “provocación temeraria”.
Israel extiende sus ataques a Siria. Las fuerzas del país dirigido por Benjamin Netanyahu embistieron la ciudad de Kisweh, unos 20 kilómetros al sur de Damasco, la capital siria, así como la provincia meridional de Daraa, según informaron residentes, fuentes de seguridad y la cadena local 'Syria TV'.
Fuentes de seguridad señalaron que el objetivo del asalto fue un emplazamiento militar, aunque no brindaron más detalles.
"No permitiremos que el sur de Siria se convierta en el sur de Líbano"
Por su parte, el Ejército israelí confirmó más tarde su asalto, al indicar que había atacado objetivos militares en el sur del país vecino, incluidos cuarteles generales y emplazamientos que, según afirmó, contenían armas.
“La Fuerza Aérea está atacando con fuerza en el sur de Siria como parte de la nueva política que hemos definido de pacificar el sur de Siria", describió un vocero del ministro de Defensa, Israel Katz.
"El mensaje es claro: no permitiremos que el sur de Siria se convierta en el sur de Líbano”, añadió en una nota ofiial el Ministerio de Defensa de Israel.
El ataque se produjo después de una batalla dialéctica entre Tel Aviv y Damasco. Israel ya había desplazado anteriormente fuerzas a una zona desmilitarizada dentro de Siria supervisada por la ONU después de que los rebeldes liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua filial siria de Al Qaeda, derrocaran a Bashar al-Assad en diciembre.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el domingo que Israel no tolerará la presencia de HTS en el sur de Siria, ni de ninguna otra fuerza afiliada a los nuevos gobernantes del país, y exigió la desmilitarización total del sur de Siria por parte de las tropas del nuevo régimen sirio en las provincias de Quneitra, Deraa y Sueida.
Pero Siria condenó esta incursión en el sur del país y exigió su retirada, en una declaración saliente de una cumbre nacional que supone la primera reacción pública desde Damasco condenando estas palabras, dado que la nueva administración siria se mantiene con un perfil bajo ante las aspiraciones de Israel en el territorio sirio.
Horas después, Israel mandó sus aviones de combate.
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El ataque israelí en Siria detona la condena en la región
Los ataques de Israel provocaron fuertes condenas por parte de aliados de Damasco. En Jordania, el rey Abdullah comunicó su apoyo al presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, tras una reunión en Amán, condenando los ataques israelíes contra Siria, según un comunicado.
Además, ambos países acordaron más coordinación en la seguridad fronteriza para frenar el contrabando de armas y drogas, algo que Jordania –añade el comunicado– ya intentaba en tiempos de Bashar al-Assad, a lo largo de su frontera.
La Liga Árabe, por su parte, condenó en un comunicado “en los términos más enérgicos las incursiones y ataques de Israel".
Según el organismo panárabe, "es una provocación temeraria y una escalada que aprovecha la oportunidad de la transición política en Siria para instaurar una realidad ilegal e ilegítima".
También insistió en que "la comunidad internacional debe adoptar posiciones claras para condenar estas agresiones injustificadas que pretenden encender la tensión en la región y colocar obstáculos en el camino de la transición política en Siria".
Con Reuters y EFE
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