Violeta Barrios de Chamorro puso a Nicaragua en la senda de la democracia tras la revolución sandinista de 1979, que derrocó al régimen de Anastasio Somoza. En un país machista, Chamorro tenía un estilo maternal y era conocida por su deseo de reconciliación tras la guerra civil. En 1990, ganó las elecciones, derrotando a Daniel Ortega, quien al volver al poder impulsó una persecución contra la familia de la exmandataria.
La expresidenta de Nicaragua, Violeta Barrios de Chamorro, fallecida este sábado a los 95 años, entró a la historia al convertirse en la primera jefa de Estado elegida democráticamente en América.
Además fue la mujer que en 1990 derrotó en las urnas al exguerrillero sandinista Daniel Ortega y dejó como legado la pacificación y reconciliación de un país devastado por la guerra civil de la década de 1980.
"Doña Violeta" —como cariñosamente es llamada por los nicaragüenses— murió en San José, Costa Rica, un país al que fue trasladada hace casi dos años por causa de su delicado estado de salud. En Costa Rica, estaba al cuidado de sus hijos, desterrados por el régimen de Daniel Ortega, quien retornó al poder en 2007 y despojó en febrero de 2023 de su nacionalidad a tres de los hijos de la exmandataria.
"Doña Violeta falleció en paz, rodeada del cariño y del amor de sus hijos y de las personas que le brindaron un cuidado extraordinario", según un comunicado firmado por sus familiares.
La expresidenta —que gobernó el país de 1990 a 1997— murió por complicaciones derivadas del alzhéimer y una embolia cerebral que sufrió en diciembre de 2018.
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Nacida el 18 de octubre de 1929 en la ciudad de Rivas, en el Pacífico sur de Nicaragua, Violeta Barrios Torres, conocida como "Doña Violeta Chamorro" por el primer apellido de su esposo, el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, se encontraba enferma tras sufrir un accidente cerebrovascular.
Libró esa batalla en un momento en que dos de sus hijos, Pedro Joaquín y Cristiana, fueron apresados por el régimen sandinista, y otro, el periodista Carlos Fernando, tuvo que huir a Costa Rica para evitar ser detenido.
La derrota a Ortega y el inicio de la paz
Con el 54,7 % de los votos, Chamorro (1990-1997), viuda del héroe nacional Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, venció en las elecciones del 25 de febrero de 1990 a Daniel Ortega, que buscaba entonces la reelección y quien desde 2007 se convirtió nuevamente en presidente de Nicaragua.
Al derrotar de forma sorprendente a Ortega, cuando se presentó como candidata a la Presidencia por una extinta coalición de 14 partidos que conformaron la Unión Nacional Opositora (UNO), se convirtió en la primera mujer presidenta de Nicaragua y del continente americano electa por voto popular.
"Doña Violeta" se casó en 1950 con Chamorro Cardenal, asesinado el 10 de enero de 1978 en las calles de Managua por sicarios pagados por el régimen del derrocado presidente Anastasio Somoza Debayle.
Ortega, un exguerrillero de 79 años, presidente de Nicaragua de 1985 a 1990, volvió nuevamente al poder en 2007 y es señalado por sus críticos, varios gobiernos y organismos internacionales de ser un autócrata que aniquiló la tolerancia, libertades e independencia de poderes, que "Doña Violeta" había conseguido.
En Managua, el Gobierno de Ortega y su esposa Rosario Murillo, designada "copresidenta" en febrero pasado, destacó que Barrios de Chamorro hizo un aporte a la paz en Nicaragua, en un comunicado titulado "Descanse en paz, Doña Violeta".
Un legado de pacificación y reconciliación
Durante su mandato de seis años y ocho meses, Chamorro logró la reconciliación de un país devastado por la guerra civil de la década de 1980; encauzó la nación hacia el crecimiento económico, redujo la pesada deuda externa e impulsó la profesionalización de las Fuerzas Armadas y Seguridad.
El principal logro de Chamorro durante su gestión de Gobierno fue el proceso de pacificación y reconciliación entre los nicaragüenses, que en la década de 1980 se enfrentaron en una guerra civil que dejó 50.000 muertos.
Como un ejemplo al resto de la sociedad nicaragüense, Chamorro unió a su familia, dividida en sandinistas y antisandinistas: el hijo mayor, Pedro Joaquín, fue miembro del directorio de la extinta 'Contra' antisandinista, mientras que el menor de los cuatro, Carlos Fernando, dirigió hasta 1994 el diario 'Barricada', propiedad del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
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Sus dos hijas también estuvieron en los planos opuestos de la política, ya que Claudia Lucía trabajó como embajadora del régimen sandinista en Costa Rica, mientras que Cristiana apoyaba desde la dirección de las páginas del diario 'La Prensa' a las fuerzas políticas contrarias al FSLN.
"La patria que heredé era una sociedad desgarrada por la división. Los nicaragüenses no nos reconocíamos como hijos de una misma patria. Podían más los intereses partidarios y personales que los legítimos intereses del pueblo", reflexionó en sus memorias 'Sueños del corazón. La autobiografía de una mujer excepcional'.
En su libro, publicado en 1997, la expresidenta asegura que sintió "una gran angustia" en su corazón "al recibir un país en guerra y destruido".
Tres de sus hijos están exiliados y desnacionalizados
De los cuatro hijos de la expresidenta, su hija Claudia Lucía es la única que no ha sido desnacionalizada o despojados de su ciudadanía nicaragüense por el régimen autoritario de Daniel Ortega. Su hijo mayor, Pedro Joaquín, fue excarcelado y expulsado hacia Estados Unidos el 9 de febrero de 2023, junto a otras 221 personas, incluyendo su hermana Cristiana.
No obstante, Cristiana, que aspiró a ser candidata presidencial por la oposición y tenía mayor probabilidad de derrotar a Ortega en los comicios de noviembre de 2021, al igual que lo hizo su madre en 1990, decidió quedarse en Costa Rica, como otros tantos nicaragüenses.
Su otro hermano, el reconocido periodista Carlos Fernando, director del medio 'Confidencial' y de los programas 'Esta Semana' y 'Esta Noche', también reside en Costa Rica desde junio de 2021.
"Doña Violeta", que en 1958 se marchó al exilio a Costa Rica junto a su marido y que formó parte de la Junta de Gobierno entre 1979 y 1980, residía desde hace casi dos años en San José, donde estaba bajo el cuidado de dos de sus hijos.
Antes de ser trasladada por vía aérea desde Managua hasta San José, había permanecido en su residencia, en el barrio Las Palmas, en la capital nicaragüense, "bajo el cuidado y el amor de su familia, acompañada por personal de salud especializado", de acuerdo con la familia Chamorro Barrios.
Con EFE y medios locales.
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