Si se miran los registros de inflación agrupados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de los países de la región, en su reciente "Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe", la República Dominicana se encuentra entre los países con mayor inflación, solo detrás de vecinos estados con situación de "inflación crónica".
De 14 países de la región en los que se ha reflejado el comportamiento de la inflación entre diciembre del 2020 y septiembre del 2021, la República Dominicana, con una inflación interanual de 8.5%, queda en cuarta posición, detrás de Venezuela, que registró una exorbitante inflación interanual de 686.4%; Argentina, con 50.9%, y Brasil, con 10%. Fuera de estos tres países, la Cepal ubicó la inflación general para la región en 7.2%, quedando el país todavía por encima de la media.
El gráfico a continuación, excluye los grandes países de América Latina que registraron una inflación por encima del 10% (Venezuela y Argentina).
Una de las razones por las cuales el país sobrepasa el promedio generalizado de inflación, la otorga el economista Miguel Collado Di Franco, titular de la Vicepresidencia Ejecutiva del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES). El profesional explica que apenas sobre tres grupos de bienes recae el 53.47% de ponderación de Índice del Precio al Consumidor (IPC), que son Alimentos y bebidas no alcohólicas, transporte y vivienda.
Cada país, agrega Collado Di Franco, tiene ponderaciones diferentes y diferencias en los grupos de bienes. "En República Dominicana, de acuerdo al patrón de consumo determinado por las autoridades, esos tres grupos tienen alta incidencia por lo que representan para los hogares. y por tanto, para medir la inflación".
Antonio Ciriaco, vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), coincide en la alta incidencia que tienen los alimentos, transporte y vivienda para reflejar los niveles de inflación que tiene la economía dominicana, y a su vez, agrega otros factores más puntuales, como es la alta intermediación y la poca competencia que interviene en la producción y distribución de alimentos, para fijar el precio final.
En el caso de los combustibles, agrega Ciriaco, hay pocos oferentes, poca competencia y además, existe una alta carga impositiva que no tienen otros países. Sobre las viviendas, señaló el académico de la UASD, estas se cotizan en dólares y el mercado está muy dirigido al dominicano que vive en extranjero y quiere invertir.
Un factor que ha sido determinante para registrar estos niveles de inflación, recuerda el economista Nelson Suarez, es el impacto que tiene el precio de los combustibles en la economía local, por ser la dominicana una economía muy abierta, con alta dependencia de insumos importados. "Y esto favorece que en la situación de alteraciones en las cadenas de suministro seamos muy vulnerables a los aumentos de los fletes y el transporte", indica Suarez.
Tenemos muchos factores de riesgos inflacionarios que quizá otros países no tienen", Nelson Suarez
A eso, comenta Suarez, se le agrega los efectos del estímulo monetario implementado por el Banco Central.
Los aumentos
El "Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe" de CEPAL recoge las variaciones de precios entre diciembre del 2020 y septiembre del 2021 de las principales materias primas: el petróleo West Texas Intermediate (WTI) que se toma como referencia para fijar los precios de las gasolinas cada viernes en el país, se incrementó un 54.6% y el trigo subió un 13.3% su valor.
Este 27 de Febrero, Día de la Independencia, el presidente Luis Abinader rindió cuentas al país, y dio a conocer las medidas de carácter económico a tomar para reducir los efectos locales del conflicto internacional Rusia-Ucrania, que se suman a los ya arrastrado por la pandemia del COVID-19. La inclusión a partir de la semana próxima de 300,000 nuevos beneficiarios al programa de asistencia social Supérate, formó parte de los anuncios. Y es que el propio Abinader explicó cómo este conflicto militar, terminaría afectando la economía local, debido a la inestabilidad de los precios de estas materias primas en el mercado internacional.
Qué dice CEPAL
El "Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe" de Cepal apunta que este año 2022 se espera que la región enfrente un escenario externo más complejo, con un menor dinamismo económico y mayor volatilidad monetaria y financiera. Y esto debido a la incertidumbre que todavía se mueve en torno a la dinámica de la pandemia del COVID-19, el crecimiento e inflación, siendo esta última cifra para septiembre del 2021 , una de las mayores observadas en varios años en la región.
"En el contexto de los países de la región, la coyuntura macroeconómica también se volverá más incierta y compleja en 2022, con un crecimiento económico y una recuperación del empleo más lenta de lo anticipado, mayores presiones inflacionarias y una elevada volatilidad cambiaria, que se sumarán a los bajos niveles de inversión y productividad, y los altos niveles de informalidad, desigualdad y pobreza", advierte Cepal.