Julio César Canó Alfau, juez Presidente de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional y Coordinador del mismo Departamento Judicial, fue reconocido por Participación Ciudadana y Transparencia Internacional, por su integridad y lucha contra la corrupción, no solamente correspondiente a 2023, sino por su trayectoria como magistrado.
El acto se hizo al finalizar la pasada semana, y la Coordinadora General de la organización, Lizzy Sánchez, valoró las cualidades y condiciones del reconocido, quien con su probidad ha mostrado que es posible ser honesto y justo en un sistema de justicia que aún mantiene muchas deficiencias y está desafiado a poner en marcha suficientes mejoras en este asunto de la independencia, la lucha contra la corrupción y contra la impunidad.
El año pasado fueron reconocidos los procuradores adjuntos Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, y en años anteriores numerosos miembros del poder judicial y del Ministerio Público, periodistas y ciudadanos con fuertes compromiso contra la corrupción y la impunidad. Miriam Germán Brito, procuradora general de la República, recibió también la misma distinción.
Reconocer al magistrado Julio César Canó Alfau tiene gran peso en este momento, en que las miras de gran parte de la sociedad está centrada en decisiones del Consejo Nacional de la Magistratura sobre la integración de cinco nuevos miembros del Tribunal Constitucional de la República Dominicana.
También tiene significación porque en los tribunales se están generando nuevas situaciones que provocan preocupaciones sobre el devenir de los casos de corrupción en el sistema judicial, y la posibilidad de que los mismos prescriban por procedimientos inauditos en manos de los jueces, y que sólo corresponden a ellos, pero que han caído en manos de las estrategias de defensa de ciertos imputados.
En unas palabras muy sentidas y profundas, al recibir el reconocimiento Julio Cesar Canó Alfau se refirió al tema de la prescripción de los plazos en los procesos judiciales, debido a que muchos casos están siendo cerrados por prescripción sin conocerse en el fondo, y reconocidos corruptos están siendo liberados por esta vía.
El propio Canó Alfau dijo que no hay razones para que los jueces han dejado en manos de otros el control del tiempo de las audiencias bajo su responsabilidad, incluso en los casos de audiencias preliminares de procesos que deberán ir a fondo, y se permite la lectura completa de los expedientes acusatorios, cuando bien pudieron decidirse en unas cuantas horas.
Para Canó Alfau los jueces tienen bajo su responsabilidad el procedimiento expedito para resolver en tiempo razonable los asuntos que se ponen en sus manos. Extender por años los debates es una irresponsabilidad y una desviación de la intención del legislador cuando aprobó el Código de Procedimiento Penal.
Sostiene que los plazos nunca estarán a cargo de las partes envueltas en el proceso. Y aunque él no lo mencionó, estaba claro que se refería al caso conocido como MEDUSA, y a otros, en que los magistrados jueces han permitido prácticamente la prescripción de las acusaciones.
Explicó que la extinción por vencimiento de la duración máxima del proceso debería ser "letra muerta" en el sistema jurídico dominicano.
Nos sumamos al reconocimiento de PC y Transparencia Internacional al magistrado Julio César Canó Alfau, y asumimos que las ponderaciones y valoraciones que se han hecho de su conducta intachable, su firmeza de espíritu y concepto de justicia, sea extensiva a muchos otros magistrados, que pudieran ver en el reconocido un ejemplo de un juez recto, humano, digno, y honesto.
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