Al margen de los acontecimientos internacionales, que colocan el mundo conocido patas arriba, la pregunta que ronda el ambiente dominicano es si los políticos nuestros han estudiado, analizado y entendido lo que está pasando en el público receptor de los servicios del Estado, incluyendo seguridad, acceso a trabajo, atención en salud, educación y otras necesidades que configuren un futuro con alguna certidumbre.

Es compleja la respuesta. Incluso los intelectuales, pensadores que elaboran hipótesis sobre lo que nos acontece, tienen notables diferencias para interpretar la realidad.

Las geopolíticas indican que hay un movimiento en el control capitalista conocido, post Segunda Guerra Mundial, y que el esquema elaborado entonces ya no funciona. La duplicidad hegemónica Estados Unidos-URSS desapareció hace 35 años, y desde entonces la hegemonía la ha ejercido Estados Unidos.

¿Se desmorona Estados Unidos? Las tecnologías como elemento esencial de la modernidad la gobiernan los países asiáticos, con China a la cabeza. Los Brics conforman un bloque superior al G7 y a los Estados Unidos. Donald Trump no quiere alianzas financiadas por Estados Unidos, y decidió romper, en gran medida, el esquema de Sistema de Bretton Woods, con todas las implicaciones financieras y políticas que ello trae. Rusia emerge como un peligro para vecinos en Europa, y controla el gas con que Europa se protege en su largo invierno.

La hegemonía, en sustitución de Estados Unidos, comienza a ejercerla la República Popular China, y está decidida a ser una potencia más negociadora y respetuosa que los Estados Unidos, sin intervenciones militares y siendo firme en la colaboración y en los acuerdos comerciales. Hay temas con los que no negocia, incluyendo la soberanía sobre Taiwán y su acceso a mercados, incluso con disposición a reducir sus negocios con Estados Unidos.

¿Qué papel juegan países como República Dominicana en ese esquema? Bernardo Vega lo ha repetido, que Estados Unidos ya no es el aliado, ni tiene intenciones de proteger y resguardar su control sobre los países de la región, incluyendo a los muy genuflexos o a los tradicionales adversarios. las cartas de Estados Unidos cambiaron para los dominicanos. ¿Cómo lo interpretamos?

Ese luce ser un desafío. Hay que hacer una lectura realista. Migrantes, exportaciones, turismo, tierras raras, relaciones con terceros que Estados Unidos desprecia, como China, entran en esa reflexión.

Trump ha dicho que no habrá negociaciones posibles, y aplicará sanciones arancelarias incluso a los países que se acerquen a los Brics, que sería de un 10 por ciento adicional a los aranceles ya establecidos. Aplicará un impuesto a las remesas. Deporta masivamente haitianos, venezolanos, cubanos, nicaragüenses, que no podrían ir a sus respectivos países. República Dominicana podría ser incluido entre los países a los que se les pida recibir esos migrantes.

Pero hay otra pregunta ¿Las políticas de Trump tendrán continuidad más allá del 2028, cuando finalice su gobierno? ¿Podría producirse un cambio en la administración de Estados Unidos que eche atrás las decisiones de Donald Trump, como lo hizo Joe Biden a partir del 2020?

Desconocemos si el gobierno tiene un consejo asesor que analice estas cuestiones. No sabemos si la cancillería tiene algún trabajo estratégico sobre estos asuntos. Tampoco sabemos cuál podría ser el resultado de la Cumbre de las Américas, de diciembre 2025, que se realizará en la República Dominicana, y si nuestro país tendrá posibilidad de sumarse a alguna iniciativa de autoprotección de los países de la región.

Luce que hay empeño en que Donald Trump asista a esa cumbre. Por lo que hemos visto en la última reunión del G7, en Canadá, o en la cumbre de la OTAN, en Holanda, parece ser que convendría que el presidente de los Estados Unidos no esté presente en esa reunión.

Y volviendo al inicio, desconocemos si los políticos dominicanos, del gobierno y de la oposición, entienden lo que está pasando y si tienen una posición sobre cuál habría de ser el mejor camino a seguir para cuidar del país, su estabilidad, soberanía y su desarrollo. Ojalá que sí tengan ideas y propuestas.