¿Cuántos trabajadores haitianos hay en la República Dominicana?

No existen datos oficiales sobre este importante asunto.

¿Cuántos haitianos trabajan en la industria de la construcción?

Tampoco tenemos información, porque no hay una encuesta, un censo, que ofrezca números creíbles con la rapidez en que se desarrolla el proceso migratorio, tanto el de entrada a la República Dominicana, como el de la deportación por parte del gobierno.

¿Cuántos trabajadores haitianos hay en la agroindustria, que incluye bananos, arroz, aguacates, tomates y otros productos agrícolas que se exportan hacia mercados en los que competimos con otros países de la región?

No tenemos información al respecto. Todo cuanto se publica es información distorsionada, viciada, carente de valor real, porque se arropa en una ideología en la que prima el odio al migrante.

¿Cuántos haitianos trabajan en los servicios domésticos, en los edificios donde vive la clase media y alta de la República Dominicana?

No existe información tampoco. No hay estudios o encuestas que registren el número de haitianos en labores de servicios.

De los haitianos que viven y trabajan en la República Dominicana, ¿cuántos de ellos tienen documentos legales, tienen autorizaciones, están registrados en la Seguridad Social, y por tanto no pueden ser apresados ni metidos en la camiona?

No lo sabemos. Es probable que haya confusión con esas personas, porque muchos de ellos son hijos de haitianos y dominicanos, que a su vez adquirieron la condición de dominicanos de ascendencia haitiana, y que también están siendo víctimas de persecución y deportación, sin siquiera conocer el creole o haber visitado nunca el territorio haitiano.

En un comunicado distribuido por el PLD esta semana, indica que Haití es el segundo destino de "nuestras exportaciones" y sostiene "miles de empleos" dominicanos. Hay datos que confirman este comentario, pero ante los ojos del gobierno, esta podría ser una versión de escasa relevancia.

Cuando el presidente Luis Abinader dispuso el cierre de la frontera, por la construcción de un canal sobre el río Masacre/Dajabón, la presión de los sectores productivos nacionales de la región y del país fue poderosísima, por el impacto que tiene el comercio con Haití con la agroindustria y otros negocios y servicios.

Algunos datos oficiales, fraccionados, ofrecen una idea de hasta dónde pudiera ser preocupante la presencia haitiana y hasta dónde está corriendo peligro la soberanía por la presencia haitiana:

Julio César Mejía Santana, demógrafo, ofrece las siguientes informaciones que nos resultan de interés:

“De acuerdo a las estadísticas oficiales del MINERD, en año lectivo 2023-2024, de una matrícula total de 2,617,801 alumnos, habían inscritos un total de 186,975 estudiantes de “nacionalidad” haitiana, 149,624 en el sector público, 36,685 en el sector privado y 666 en semioficial”. Es un dato para poner en riesgo la soberanía. Creemos que no.

“Si bien en buen número de los inmigrantes no son contribuyentes, si se compara la inversión pública en educación y salud con el aporte de la mano de obra de origen haitiana al PIB, esta representa apenas el 10.6% de los RD$247,989 millones del valor agregado que esta produjo en el año 2017”. Una comparación entre lo que el Estado invierte en salud y educación y lo que recibe como aporte al PIB por la mano de obra extranjera haitiana.

“La inversión total en salud en inmigrantes haitianos que resulta de esta estimación es de RD$ 2,562,801,350, de los cuales la mitad (50.4%) se dedicó a emergencias, 22% a consultas, 10.2% a internamientos, 9.4% a cirugías, y apenas 7.9% en atención a partos vaginales y por cesárea”. Sobre las parturientas haitianas se han creado muchas versiones, algunas de las cuales exageran datos sobre el número de partos y de recursos presupuestarios destinados a esos servicios de salud.

El Estado dominicano ya no emite visados para los haitianos. No hay consulados en Haití. Las deportaciones han aumentado, y es posible que a partir del 2021 con el asesinato del presidente Moise se haya incrementado el número de haitianos que han penetrado a territorio dominicano. Pero la cifra jamás podría acercarse al número que atribuyen políticos, comunicadores y funcionarios del gobierno. No hay cifras y la responsabilidad de las autoridades es acercase tanto sea posible al real número de haitianos en RD.

Julio César Mejpia Santana hizo el siguiente cálculo: Si bien las deportaciones se han incrementado significativamente en los últimos años, sobre todo a partir del año 2022, al pasar de 14,525 en 2015 a 82,408 en 2019, y a 174,677 en el 2023, en casi 10 años se deportaron en total 604,823 haitianos, no las millonadas que supondría en un decenio unos 2, 3 o 4 millones residiendo con permanencia en la parte Este de la isla.

Finalmente, respecto de los haitianos en RD es necesario tener los datos ciertos, que pidieran recogerlos la Dirección General de Migración, la Oficina Nacional de Estadísticas, el Ministerio de Interior y Policía o el Instituto Nacional de Migración, para que las políticas oficiales adquieran carácter firme y sobre bases ciertas.