El mundo vive tiempos de volatilidad e incertidumbre global, por lo que es crucial evitar la propagación de rumores e incertidumbre sobre el tipo de cambio, pues esto solo contribuye a la especulación y a un clima de desconfianza que afecta a todos los sectores de la economía. El Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Lic. Héctor Manuel Valdez Albizu, ofreció recientemente un panorama detallado sobre los factores que influyen en la estabilidad económica del país y la importancia de actuar con prudencia ante los desafíos externos. 

Las recientes decisiones económicas de la administración del presidente Donald Trump han generado un aumento en la incertidumbre global. La imposición de aranceles a productos de China, México y Canadá, así como a materias primas clave como el acero, ha incrementado las tensiones comerciales y podría desacelerar la economía de Estados Unidos. Esta situación, sumada a los cambios en la política migratoria y a la elevación de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, ha fortalecido al dólar y afectado a las monedas de muchas economías emergentes.

En América Latina, la depreciación de las monedas ha sido una constante en el último año. No obstante, República Dominicana ha mantenido una estabilidad relativa en su tipo de cambio gracias a sus sólidos fundamentos macroeconómicos. En 2024, la depreciación del peso fue de 5.8 %, por debajo del promedio regional y de las proyecciones iniciales. Durante los primeros meses de 2025, la depreciación acumulada ha sido del 1.9 %, impulsada por factores estacionales y por la mayor demanda precautoria de divisas debido a la incertidumbre global.

Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Lic. Héctor Manuel Valdez Albizu.
Gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Lic. Héctor Manuel Valdez Albizu.

A pesar de este entorno desafiante, la República Dominicana cuenta con herramientas para mantener la estabilidad. El Banco Central dispone de reservas internacionales que superan los US$14,900 millones, equivalentes a 11.6 % del PIB y a más de cinco meses de importaciones, superando los estándares recomendados por el FMI. Además, la reciente emisión de bonos soberanos ha fortalecido aún más estas reservas, proporcionando un colchón de seguridad ante posibles fluctuaciones en el mercado cambiario.

Se proyecta que en 2025 la economía dominicana genere divisas por más de US$45,000 millones, a través de exportaciones, ingresos por turismo y remesas, lo que garantizaría un flujo sólido de moneda extranjera. Asimismo, la inversión extranjera directa se estima en US$4,700 millones, lo que contribuirá a financiar el déficit en cuenta corriente sin presionar el tipo de cambio. 

La evidencia del pasado ha demostrado que cuando se generan rumores infundados y se propaga pánico sobre el tipo de cambio, el mercado reacciona de forma abrupta, llevando a depreciaciones excesivas que terminan afectando a todos. En diversas ocasiones, la especulación descontrolada ha provocado que el tipo de cambio experimente variaciones mucho mayores a las que dictarían los fundamentos económicos. Estos episodios no solo impactan el costo de bienes y servicios importados, sino que también afectan la confianza en el sistema financiero y encarecen el crédito. Por ello, es fundamental que los actores económicos y la población en general actúen con prudencia y eviten caer en la desinformación. 

Ante este panorama, es fundamental que los actores económicos, el sector privado y la ciudadanía en general eviten contribuir a la generación de incertidumbre sobre el tipo de cambio. La estabilidad cambiaria es un pilar clave de la economía, y su manejo debe basarse en información veraz y en una visión estratégica a largo plazo.

El Banco Central ha reiterado su compromiso de actuar oportunamente ante cualquier signo de volatilidad excesiva que pueda comprometer la estabilidad macroeconómica del país. Además, el crecimiento proyectado de la economía dominicana, estimado entre un 4.5 % y un 5.0 %, respalda la confianza en la resiliencia del país ante los desafíos internacionales. 

Es importante resaltar que una vez que la incertidumbre global y las presiones especulativas disminuyan, es muy probable que el tipo de cambio experimente una corrección a la baja. En la historia económica reciente, hemos visto cómo después de periodos de volatilidad, la normalización de los mercados lleva a una apreciación del peso dominicano en función de los flujos de divisas provenientes del turismo, las exportaciones y la inversión extranjera directa.

Las entidades bancarias tienen un papel fundamental en la estabilidad del tipo de cambio, ya que manejan y controlan aproximadamente el 85% del mercado cambiario. Su participación dominante les otorga una responsabilidad directa en la dinámica de oferta y demanda de divisas, lo que impacta no solo a los clientes y empresas que requieren dólares para sus transacciones, sino también a la estabilidad macroeconómica del país. Cualquier fluctuación abrupta o especulación excesiva en el tipo de cambio no solo afecta el poder adquisitivo de los ciudadanos y encarece el costo de bienes y servicios importados, sino que también termina impactando a las propias entidades financieras a través del aumento en la morosidad, la depreciación de activos y la incertidumbre en el mercado crediticio.

Por esta razón, es crucial que los bancos asuman un rol más activo y responsable en la estabilidad cambiaria, evitando prácticas que generen volatilidad innecesaria y contribuyendo a un mercado más transparente y predecible. Esto puede lograrse mediante una gestión prudente de las reservas de divisas, una política de intermediación cambiaria más equilibrada y una mayor cooperación con las autoridades monetarias para prevenir episodios de especulación o desabastecimiento. En un contexto donde la confianza es clave para la estabilidad financiera, el compromiso de la banca con un tipo de cambio estable no solo protege la economía en general, sino que también garantiza la sostenibilidad del propio sistema bancario en el mediano y largo plazo.

Es momento de actuar con sensatez. La incertidumbre no solo afecta a los mercados financieros, sino que también impacta a la confianza de los inversionistas y del público en general. En un entorno global cambiante, la República Dominicana sigue demostrando su capacidad para enfrentar los desafíos y mantener su estabilidad, lo que nos debe llevar a confiar en nuestras instituciones y en la solidez de nuestra economía.

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La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del Sistema Financiero Dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor. Email jgmartinez20@icloud.com, o seguir a @Jesusgeraldomartinez en Instagram.

Jesús Geraldo Martínez

Economista

Dominicano, consultor, con amplia experiencia profesional en regulación y supervisión del sector financiero, destacado por sus conocimientos en gerencia, finanzas bancarias, gestión de riesgos, administración y optimización de portafolios, investigación económica, planificación estratégica, análisis de riesgos financieros y sectoriales, análisis y estructuración de bases de datos, econometría, estadística, diseño y aplicación de modelos de pruebas de estrés.

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