El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este miércoles con una subida del 0.94 %, hasta los US$ 69.65, después de que la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) anunciara una caída en las reservas de crudo del país durante la semana pasada.

Al cierre de la sesión de hoy en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos de futuros del crudo estadounidense para entrega en mayo sumaron US$ 0.77 con respecto a la jornada anterior.

Las reservas comerciales de crudo de Estados Unidos disminuyeron en 3.3 millones de barriles, hasta los 433.6 millones de barriles, en la semana que finalizó el 21 de marzo, situándose aproximadamente un 5 % por debajo del promedio de cinco años para la misma época del año, según la EIA.

Se esperaba que las reservas de crudo aumentaran en 1 millón de barriles, según una encuesta del Wall Street Journal a diversos expertos en el sector.

Sin embargo, éstas cayeron inesperadamente en una semana en la que incluso se registró un aumento de las importaciones y un pequeño incremento en el rendimiento de las refinerías.

Por otra parte, el comercio de petróleo venezolano con China, su principal comprador, se estancó el martes después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con imponer aranceles a los países que adquirieran crudo a Caracas.

Trump firmó una orden ejecutiva el lunes para imponer gravámenes generales del 25 % a las importaciones de cualquier país que compre crudo y combustible venezolanos.

Venezuela vendió el año pasado 1.4 millones de toneladas métricas de petróleo a China, convirtiendo al país caribeño en el duodécimo mayor exportador de crudo al gigante asiático.

"La caída en las exportaciones de Venezuela podría alcanzar el 35 %, y las dificultades en la comercialización podrían generar cuellos de botella que llevarían a cortes de producción de hasta 400,000 barriles diarios, más de la mitad de las exportaciones venezolanas", señalaron analistas de Barclays hoy en una nota.

La semana pasada, Washington también impuso una nueva ronda de sanciones a las exportaciones de petróleo de Irán dirigido a entidades chinas como Shouguang Luqing Petrochemical, una refinería independiente en la provincia de Shandong.