Los huracanes Milton y Helene, que azotaron EE.UU. en la segunda mitad del año, y la dana en Valencia, en España, figuran entre los diez desastres más costosos de 2024, con pérdidas millonarias y de vidas, señala un informe de la organización Christian Aid.

La lista la encabeza el conjunto de tormentas que azotaron todo el año EE.UU., con pérdidas de más de 60.000 millones de dólares y la muerte de 88 personas, seguidas por el huracán Milton, con pérdidas de 60.000 millones de dólares y la muerte de 25 personas, mientras que el desastre de la dana ocupa el décimo lugar.

La mayoría de las estimaciones se basan solo en pérdidas aseguradas, por lo que es probable que los costes financieros reales sean mayores, dice el documento de la organización.

El informe también destaca que en el mundo hubo en el año fenómenos meteorológicos extremos que no acumularon pérdidas aseguradas lo suficientemente grandes como para estar entre los diez primeros, pero que fueron igual de devastadores y afectaron a millones de personas.

Tras Milton, se sitúa el huracán Helene, que azotó Estados Unidos, Cuba y México en septiembre, con 55.000 millones de dólares en pérdidas y que provocó el fallecimiento de 232 personas.

Ninguna parte del mundo se libró de los desastres climáticos en 2024, con inundaciones en China que costaron 15.600 millones de dólares y provocaron la muerte de 315 personas, y el tifón Yagi, que azotó el suroeste de Asia y causó la muerte de más de 800 personas y pérdidas estimadas en 12.600 millones de dólares.

Yagi tocó tierra el 2 de septiembre en Filipinas, antes de pasar a Laos, Myanmar (Birmania), Vietnam y Tailandia, donde provocó deslizamientos de tierra, inundaciones y dañó a de miles de hogares y tierras agrícolas.

También figura el huracán Beryl, que afectó a EE.UU., México y el Caribe el pasado julio, con pérdidas de 6.700 millones de dólares y la muerte de unas 70 personas, indica el informe.

Europa tuvo tres de los 10 desastres más costosos. La tormenta Boris en Europa central (séptimo lugar) y las inundaciones en Alemania (noveno puesto) y España, que costaron un total de 13.870 millones de dólares y mataron a 258 personas, 226 de las cuales fueron en las inundaciones de Valencia en octubre.

La dana causó pérdidas superiores a los 4.000 millones de dólares.

En Brasil, anfitrión de la cumbre climática COP30 en 2025, las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul (que ocupa el octavo lugar de los diez desastres) mataron a 183 personas y causaron daños por 5.000 millones de dólares.

Christian Aid afirma que estos fenómenos extremos ponen de relieve la necesidad de adoptar medidas más urgentes para reducir las emisiones de carbono y acelerar la transición a la energía renovable, y subraya la importancia de proporcionar financiación a las personas vulnerables.

El director ejecutivo de Christian Aid, Patrick Watt, afirmó que "el sufrimiento humano causado por la crisis climática refleja decisiones políticas. No hay nada natural en la creciente gravedad y frecuencia de las sequías, las inundaciones y las tormentas".

"Los desastres se están agravando por las decisiones de seguir quemando combustibles fósiles y permitir que aumenten las emisiones. Y se están agravando por el incumplimiento constante de los compromisos financieros con los países más pobres y más vulnerables al clima. En 2025, necesitamos ver a los gobiernos liderando y tomando medidas para acelerar la transición verde, reducir las emisiones y financiar sus promesas", agregó.