Cuando Carlos Alcaraz llegó el lunes a Bolonia en furgoneta desde Turín, navegaba entre dudas por las molestias en el isquio de la pierna derecha. Los exámenes médicos desvelaron un edema que le impidió ponerse a disposición para la Copa Davis y, tras solo unas horas en la ciudad que acoge el torneo, emprendió regreso a casa.
Desde que pidió asistencia médica en la final de la Copa de Maestros de Turín, las alarmas no se apagaron alrededor del murciano, número 1 del año 2025 tras una temporada espectacular en la que conquistó dos grandes (Roland Garros y Estados Unidos), se hizo con otros seis títulos (Róterdam, Montecarlo, Roma, Queen’s, Cincinnati y Tokio) y apenas perdió 9 partidos.
Reconoció tras la final que perdió ante Sinner que sintió molestias, pero no lo suficientemente preocupantes para dejar de jugar o no viajar a Bolonia para formar parte de la selección española, algo que le hacía especial ilusión y más para un torneo que no atesora en su palmarés.
Sin embargo, lo que hace apenas unos días parecía algo idílico, tornó en desilusión para el mejor tenista español. Porque perdió la final de la Copa de Maestros. Con molestias. Y porque después de unas pocas horas complicadas en Bolonia, tuvo que volver "dolido a casa".
Fueron horas extrañas en Bolonia. Llegó en una furgoneta blanca desde Turín. Directamente fue a hacerse las pruebas con la esperanza de poder descartar una dolencia que le apartara del torneo. En un primer momento, tal y como pudo saber EFE, se valoró como una sobrecarga muscular y solo se tomó la precaución de anular su entrenamiento del martes. Se iba a seguir su evolución día a día.
Las sensaciones, aunque no buenas, eran al menos esperanzadoras. Hasta que el martes, apenas 15 horas después de su llegada a Bolonia, anunció que no podría jugar. Que las molestias eran en realidad un edema. Y que había riesgo, en caso de que saltara a la pista, de que se rompiese. Cambio de rumbo tras la decisión inicial.
"Siento muchísimo anunciar que no voy a poder jugar con España la Copa Davis en Bolonia. Tengo un edema en el isquiotibial de la pierna derecha y la recomendación médica es no competir. Siempre he dicho que jugar por España es lo más grande que hay y me hacía mucha ilusión poder ayudar a pelear por la "Ensaladera'. Me voy dolido a casa", declaró Alcaraz en redes sociales.
David Ferrer, capitán de la selección española, no podrá contar entonces con su mejor baza. Jaume Munar pasa a ser el número 1 de la 'Armada', lo que abre las puertas a Pablo Carreño por un puesto en un partido de individuales. Ambos, junto a Pedro Martínez, que podría ser clave en dobles, fueron los héroes de Marbella, cuando consiguieron la clasificación a la Final a 8 tras una histórica remontada a Dinamarca.
Alcaraz, liberado de compromisos deportivos pese a sus esfuerzos por participar, comienza su recuperación, con la mira puesta en el próximo Abierto de Australia, el único de los grandes que le falta.
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