“Sui géneris” y su variante en una palabra “suigéneris”, ambas con tilde, son las formas adaptadas al español de la locución latina que se utiliza con el sentido de ‘singular o peculiar’, indica Fundéu Guzmán Ariza.
Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran con frecuencia frases como “El arco de las Antillas mayores constituye un caso sui generis en el contexto regional de América Latina y el Caribe”, “Dijo que la cárcel de Pedernales es un recinto sui generis” o “El mandatario calificó el caso como ‘sui generis y especial’”.
De acuerdo con la “Ortografía de la lengua española”, las expresiones de origen latino que se generalizan en el uso pueden adaptarse a las normas ortográficas del español, que incluyen el uso de la tilde cuando corresponda.
Así, tal como registra el “Diccionario de la lengua española”, lo más apropiado es escribir en redonda y con tilde la locución adjetiva “sui géneris” o “suigéneris”, que, dicho de una cosa, significa ‘de un género o especie muy singular y excepcional’.
Asimismo, el “Diccionario panhispánico de dudas” recomienda preferir la escritura univerbal “suigéneris”, aunque menos frecuente en el uso, de forma similar a las adaptaciones asentadas de otras locuciones latinas, como “exabrupto”, “exlibris” o “exvoto”.
Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir “El arco de las Antillas mayores constituye un caso sui géneris en el contexto regional de América Latina y el Caribe”, “Dijo que la cárcel de Pedernales es un recinto suigéneris” y “El mandatario calificó el caso como ‘sui géneris y especial’”.
Si por alguna razón se opta por utilizar el latinismo original, conviene recordar que lo apropiado en ese caso es escribir “sui generis” en cursivas o, de no ser posible, entre comillas.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.
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