Sábado

El nombre del séptimo día de la semana tiene un origen muy particular. Esto así porque viene de la lengua hebrea. Hay que recordar que son pocas las voces del español que proceden del hebreo. Este origen no es particular al español; en todas las lenguas se reconoce la lengua hebrea como fuente para el nombre sábado, o, para el séptimo día de la semana. Cuando el nombre sábado llegó a lo que es hoy nuestra lengua, entró con la grafía sabbado o sabbata, del latín sabbatum, del hebreo sabat, descansar. Glosario etimológico de las palabras españolas de origen oriental (1974:487).

Glosario etimológico de las palabras españolas de origen oriental.

Otras voces procedentes del hebreo

Llama la atención el origen por lo inusual que es encontrar voces en español que deben su origen a la lengua hebrea. Entre las voces de este origen pueden citarse algunas como, sinagoga, rabí, rabino, ábaco, amén, babel, jehová, judío, kosher, mesías y shalom. Estas voces fueron escogidas al azar.

Al adentrarse en el estudio de la designación del séptimo día de la semana se notará que se recurrirá con mucha frecuencia a la historia y a las leyendas. Para esta voz esto es inevitable porque no basta con decir que tuvo su origen en la lengua hebrea. La etimología y la historia siempre se entrelazan por la importancia de la última para trazar el recorrido de la primera.

¿Por qué el sábado es día de descanso?

En la vida moderna para señalar la consideración de que goza el nombre y el día sábado se acude a la Biblia. En el Génesis, en el capítulo 2, versículo 2 puede leerse: “Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho”. El versículo 3 consigna: “Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho”. (Versión Reina-Valera 1909). No hay que extrañarse de la redacción o representación de estos versículos. Otras ediciones modernas de estos versículos presentan estos pasajes en español actualizado. Las nuevas redacciones no alteran el contenido.

La voz sábado proviene del hebreo shabbath, que en esa lengua implica la idea de descanso. No puede dejar de mencionarse que la norma de descanso semanal para los judíos es tomada al pie de la letra por los judíos ortodoxos. A pesar de que llega a las lenguas en uso en la actualidad desde el hebreo, no es menos cierto que transitó por caminos que dejaron huellas en la escritura actual en las lenguas modernas. En español la primera documentación data del año 1124, hecho que manifiesta la temprana entrada en lo que devino la lengua española.

Los versículos de la Biblia que se copiaron más arriba exponen como los días de la semana estaban asociados a la fase de la creación del mundo. La selección de los días y la duración de estos pueden estar asociado con cada una las fases más conocidas de la luna. Como se verá más adelante, antes de que los cristianos influyeran poderosamente en la consagración de los días de la semana, los antiguos los dedicaban a una divinidad de su mitología. El sábado era el Saturni dies, día de Saturno.

No hay que equivocarse. El sábado simboliza el reposo, pero, después de la actividad de la semana. En la liturgia judaica el reposo es la reproducción del séptimo día de la creación. Ese reposo lleva consigo la santificación, de ahí que sea un tiempo consagrado a Dios. Al llegar al Nuevo Testamento, el cristianismo con los Padres (patriarcas) de la Iglesia, la significación del sábado revistió un carácter espiritual, no solo material. En la literatura medieval al sábado se le llama “ocio santo”. Hay quienes aseguran que no se puede negar, cuando Dios se reposa, los demonios se agitan.

¿A cuál dios de la mitología clásica se dedicaba el sábado?

En la mitología clásica el sábado era el día consagrado a Saturno.

En la mitología clásica el sábado era el día consagrado a Saturno. “En la mitología romana Saturno era un dios más simple y más humano que el Cronos griego, con el cual fue confundiéndose hasta absorberlo”. Saturno era la personificación del tiempo, si bien engendraba los cuerpos físicos, después los aniquilaba. Es pues, el simbolismo del sentido destructor del tiempo. Se representa a Saturno alegóricamente como un anciano con una guadaña y un reloj de arena, una balanza, y a veces, un remo. La hoz que empuñaba correspondía a su función en tanto dios de la siembra y la cosecha. Se conmemoraba a Saturno con las festividades saturnales. Diccionario de símbolos y mitos (1980:381-2). Hay quienes aseguran que estas festividades se celebraban en diciembre, de donde derivó la Navidad cristiana en esta época del año.

En español existe la voz Sabbat tomada también del hebreo que es el día consagrado a Dios, día de descanso. Así como día de descanso, también es “asamblea de brujos y brujas en la medianoche del sábado”; por tanto, es sinónimo de aquelarre. La voz aquelarre llega desde el vasco akelarre, lengua de la que trae la significación reproducida antes.

¿Solo sufrió el español esta influencia?

Es interesante observar cómo en una lengua alejada del español se introdujo el séptimo día de la semana. En inglés se presume que entró antes del año 1200 de nuestra era con la escritura Satterdaei. El origen de este nombre es el mismo del español, día consagrado al planeta Saturno. Tal y como se escribió antes, este día era en inglés una traducción del latín Saturni dies, que era a su vez una traducción del griego Kronou hemera, día del dios Cronus, que se leyó antes era el dios Saturno de los romanos.

La forma sabbatum del latín clásico pasó a rodas las lenguas romances. En italiano sabato, el español sábado, en catalán dissapte, en occitano disapte, en rumano sambata, (con unas marcas sobre las vocales), hasta llegar al alemán Samstag, para terminar Sonntag. En francés terminó en samedi.

En hablas regionales de España la voz sábado produjo voces derivadas para embutidos hechos de carnes de cerdo o para consumirse el sábado. Como dato curioso puede añadirse que estos embutidos eran conocidos por el nombre longaniza. Sabatario es el adjetivo aplicado al judío converso de los primeros siglos del cristianismo que continuaba guardando el sábado. Sabático es adjetivo para relativo o perteneciente al sábado; también se usó para el año que los hebreos dedicaban a dejar descansar sus tierras cada siete años. Sabatino, sabatismo y sabatizar son derivados en uso en el español moderno.

Colofón

Existe lo que se conoce por el nombre de año sabático que es un período, generalmente de un año de licencia con disfrute de sueldo, que algunas instituciones docentes e investigadoras conceden a su personal cada cierto tiempo. En los establecimientos de enseñanza ese período sabático casi siempre implica dedicación a labores de investigación y redacción de ponencias, artículos y libros.

Reunir el sábado y el domingo en una unidad de descanso, fin de semana, permitió establecer un reposo de dos días. Para las personas que trabajan una determinada cantidad de horas a la semana, en actividades que no cesan ningún día, estas reciben dos días casi siempre consecutivos.

Roberto Guzmán en Acento.com.do

Roberto Guzmán

Lingüista

Lingüista. Miembro correspondiente De la Academia Dominicana de la Lengua. Miembro del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía.

Ver más