Más allá del turismo convencional

La Ciudad Colonial de Santo Domingo, corazón histórico y cultural de nuestra capital, posee un enorme potencial turístico que aún no se ha desarrollado en su totalidad. Actualmente, se encuentra en proceso un ambicioso proyecto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para revitalizar sus espacios más antiguos, modernizar sus museos y fortalecer su economía y edificaciones patrimoniales.

Para muchos visitantes, la experiencia en la Ciudad Colonial se limita a recorrer sus calles emblemáticas, disfrutar de la gastronomía local y participar en eventos ocasionales como El Bonye en las Ruinas de San Francisco, actividades en Casa de Teatro o ahora laa presentaciones de Turizoneando que ejecuta el Ministerio de Turismo. Sin embargo, es necesario generar iniciativas que no solo enriquezcan estas experiencias, sino que también proyecten de manera más efectiva nuestra identidad cultural y patrimonial.

Un modelo de gestión con obstáculos estructurales

La administración de la Ciudad Colonial enfrenta serios desafíos, especialmente en lo que respecta a la burocracia y la falta de coordinación entre entidades que inciden en ella. Actualmente, cualquier remodelación o proyecto cultural debe pasar por un proceso engorroso, en el que intervienen múltiples organismos sin una línea de acción clara, definida y justa para todos.

Si bien existe una entidad gestora centralizada encabezada por el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM), con directrices de la UNESCO, la falta de alineación en la visión del proyecto genera constantes retrasos e inconvenientes. Por ejemplo, cualquier intervención dentro del casco histórico de 1.2 km² requiere la aprobación de la DNPM, pero posteriormente debe pasar por el ADN, donde se pueden generar trabas administrativas. En caso de discrepancias, un comité especial entre ambas entidades debe mediar, lo que ralentiza aún más la ejecución de los proyectos.

La solución más lógica sería otorgar a la DNPM la autoridad final sobre la planificación y aprobación de intervenciones en la Ciudad Colonial, dado que es la institución especializada y responsable de garantizar el cumplimiento de los lineamientos de la UNESCO.

Ruinas de San Francisco.

Fragmentación administrativa y la ausencia de una visión integral

Otro obstáculo significativo es la fragmentación administrativa. Actualmente, el ADN opera con dos direcciones diferentes: una en la Feria y otra en el Centro Histórico, lo que dificulta la gestión eficiente de los proyectos. Además, el Ayuntamiento es responsable de la limpieza, el mantenimiento, la seguridad y algunos aspectos urbanísticos, mientras que el Ministerio de Cultura supervisa la conservación del patrimonio y la Oficina de Patrimonio Cultural regula las intervenciones en edificios históricos.

Esta dispersión de funciones y la falta de una estrategia integral han limitado el desarrollo sostenible de la Ciudad Colonial. Para lograr una gestión más eficiente y alineada con el potencial cultural y económico de la zona, es fundamental una mayor coordinación entre las instituciones, así como la implementación de un modelo administrativo unificado que agilice los procesos y fomente una planificación a largo plazo.

Hacia un futuro más dinámico y sostenible

La Ciudad Colonial no puede seguir siendo administrada bajo un esquema de burocracia fragmentada y visión dispersa. Es necesario un plan de acción que integre a todos los actores involucrados bajo un modelo de gestión eficiente, transparente y orientado al desarrollo sostenible. Solo así se podrá aprovechar plenamente el valor histórico y cultural de este espacio único, promoviendo un turismo enriquecedor y una identidad nacional más sólida.

Redefiniendo la planificación y ejecución de proyectos culturales

Un aspecto crucial que debe abordarse de manera urgente es la falta de propuestas culturales coherentes y estructuradas que complementen la experiencia turística y, a la vez, impulsen un desarrollo cultural sostenible. Es imperativo que se establezca una verdadera plataforma de coordinación entre las instituciones responsables, pero también con los actores culturales y sociales locales, que son los principales conocedores de las dinámicas y necesidades de la zona.

Esto debe incluir no solo la mejora de los servicios turísticos, sino también la creación de un entorno en el que las comunidades locales puedan participar activamente en el desarrollo cultural y social, asegurando que el crecimiento de la zona no dependa únicamente del interés externo, sino también de una participación inclusiva que respete y valore el patrimonio vivo.

Para lograrlo, es esencial la implementación de un sistema integral de gestión del patrimonio que esté alineado con las políticas públicas a nivel nacional e internacional, tomando como base las mejores prácticas de otras ciudades con características similares. A la par, se debe dar un impulso real a la capacitación de los recursos humanos locales, creando oportunidades laborales de calidad que beneficien directamente a los habitantes de la Ciudad Colonial.

Finalmente, la sostenibilidad debe ser un principio rector de todo proyecto, desde la conservación del patrimonio histórico hasta el desarrollo de nuevas iniciativas culturales, turísticas y sociales. La Ciudad Colonial puede convertirse en un ejemplo mundial de cómo la preservación de la memoria histórica puede convivir con la innovación y el crecimiento económico, sin perder de vista el bienestar de sus habitantes.

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Danilo Ginebra

Danilo Ginebra. Director de teatro, publicista y gestor cultural, reconocido por su innovación y compromiso con los valores patrióticos y sociales. Su dedicación al arte, la publicidad y la política refleja su incansable esfuerzo por el bienestar colectivo. Se distingue por su trato afable y su solidaridad.

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