¿Puede una novela ser más que relato y transformarse en un espejo donde la memoria se redime? ¿Puede la palabra, elevada a la esfera de lo poético, devolvernos lo que el miedo y la represión quisieron sepultar? Dile adiós a la época (2008), de Manuel Matos Moquete, es una respuesta afirmativa y contundente: sí, la literatura tiene el poder de resucitar las voces que el terror político pretendió callar, sí, la escritura es capaz de devolvernos la memoria que creíamos perdida.

La novela surge como un relámpago en medio de la penumbra de los doce años balagueristas, esos años donde la delación era pan cotidiano y la persecución se respiraba como un aire envenenado. Matos Moquete, hijo de Tamayo, no narra desde la distancia fría, sino desde la herida abierta. Convierte el sur —San Cristóbal, Cabral, Tamayo— en territorio simbólico, donde la tierra misma se erige en testigo, donde cada río, cada sol ardiente, cada sombra rural habla en nombre de los que no pudieron hacerlo. ¿No es acaso la función más alta del arte verbal devolverle voz a lo silenciado?

El lector que se adentra en esta obra no encuentra personajes abstractos, sino seres humanos de carne y hueso, atrapados en la lógica perversa del poder. Víctimas, testigos, delatores, resistentes, sobrevivientes: un coro polifónico que nos revela la condición humana en su desnudez. Y, sin embargo, más allá de lo testimonial, lo que brilla es la prosa de Matos Moquete, su capacidad de transfigurar el dolor en metáfora, de elevar la tragedia a canto, de hacer del recuerdo un arte verbal de trascendente sublimidad.

¿No es el Caribe mismo, con su mezcla de lenguas, silencios y músicas, un espacio donde lo poético y lo político se funden sin remedio? La novela nos recuerda que la identidad dominicana es inseparable de esa condición insular, donde la risa y el llanto conviven, donde la resistencia se disfraza de fiesta, donde la memoria es oralidad que se convierte en literatura. El sur profundo se levanta aquí como centro de esa identidad, no como margen olvidado, sino como corazón que late y sostiene.

Leer Dile adiós a la época es entrar en un pacto con la memoria. Cada página es un desafío al olvido, un reclamo contra la indiferencia. ¿Cómo decir adiós a un tiempo que todavía nos habita? ¿Cómo despedirse de una época que dejó cicatrices aún visibles en la piel de la nación? El título de la novela no es clausura, es conjuro. Decir adiós es, en realidad, recordar para no repetir, iluminar para no volver a tropezar en la oscuridad.

Lo extraordinario de esta obra radica en su doble movimiento: denuncia con firmeza el horror del balaguerismo, pero lo hace desde la belleza verbal, desde un lenguaje que trasciende lo documental y se instala en lo artístico. Es testimonio, sí, pero también es música; es historia, pero también es poesía. El adiós que Matos Moquete propone no es un acto de resignación, sino de conciencia; no es un entierro, sino una resurrección.

Por eso invito a leer esta novela como quien entra en un rito. No es solo literatura: es un gesto de justicia. No es solo memoria: es un llamado a la dignidad. Quien recorra sus páginas comprenderá que el adiós que propone el autor no es un cierre, sino una apertura a nuevas miradas. Un adiós que es también un abrazo a la verdad, por dolorosa que sea.

De ese modo, con la fuerza de lo sublime, la palabra literaria demuestra su poder. Manuel Matos Moquete convierte el lenguaje en trinchera, en altar, en semilla. Su novela nos devuelve la memoria que el miedo quiso arrancar, y al hacerlo nos recuerda que la literatura, cuando se eleva a su máxima expresión, no solo cuenta lo sucedido: lo redime, lo ilumina, lo eterniza.

Matos Moquete, Manuel (2008). Dile adiós a la época. Novela. Santo Domingo: Publicaciones Matos Moquete.

Gerardo Roa Ogando

Profesor universitario y escritor

Gerardo Roa Ogando es Decano de la Facultad de Humanidades, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Es doctor en Filosofía del Lenguaje, con énfasis en Lingüística Hispánica. Magíster en Lingüística Aplicada; Máster en Filosofía en un Mundo Global y Magíster en Entornos Virtuales de Aprendizaje. Es Profesor/Investigador adjunto, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Director de la Escuela de Letras en la Facultad de Humanidades, y profesor de Análisis Crítico del Discurso (ACD) en el posgrado del área de lingüística en dicha universidad. Miembro de número del Claustro Menor Universitario de la UASD desde el año 2014. Algunas publicaciones: “Taxonomía del discurso” (libro, 2016); “La competencia morfosintáctica” (libro, 2016); Redacción Académica (2019, libro); Lingüística cosmológica (2013, libro); “Cuentos del sinsentido” (2019, libro);

Ver más