Se atribuye al filósofo presocrático Heráclito de Éfeso la expresión: “nadie se baña dos veces en el mismo río”. Este aforismo se ha usado miles de veces para referir los cambios en la existencia humana, las experiencias de su devenir. La vida como los ríos es cambiante, moldeada por las circunstancias. Se podría decir son semejantes y diferentes al mismo tiempo, porque la vida siempre termina y los ríos algunos terminan y muchos resisten los fuertes embates de su existencia. Aun así, la vida humana y los ríos son motivos de agradecimiento; ambos prodigan bienestar a las demás especies, tanto en términos metafóricos como literal. Los ríos, por su parte, ofrecen frescura, riego y alimento; la vida, cuidado, amor, compañía y protección. Ambos en su cambiante devenir pasan por momentos de sequía y renovación

La muerte es lo opuesto a la vida,  en términos humano es una sombra que le persigue, es esa verdad hasta ahora indiscutible.  Asecha, acosa, asusta, produce miedo, ansiedad y a muchos les mantiene  en alerta. Se presenta de diferentes formas, es democrática , no discrimina por raza, género nacionalidad o clase social. Mantiene al hombre en estado de indefensión en palabras de Heidegger. Irrumpe sin importar los vínculos que destroza, a quienes deje en orfandad o en cuales espacios implante el vacío. Su impacto varía conforme al vínculo fragmentado; padres, hermanos, familiares conocidos y amigos. La muerte parece legar un estado de conciencia emocional para cada caso.

Cuando mueren los amigos el sentimiento es, hasta cierto punto, indescriptible; porque los amigos a diferencia de los familiares son elegidos. Aquellos a quienes te unen lazos de afectos sin importar sus filiaciones, costumbres, defectos o virtudes. Se eligen con libertad y entre otras tantas personas son ellas las distinguidas e incluidas en tu minúsculo mundo. Su partida deja una tristeza atípica, pero consciente, que da paso a un repaso de la vida propia. Recuerda el momento de conocerlos, los que vivieron juntos y separados. Porque la vida al igual que los ríos, con su devenir  presenta circunstancias en las que ya no puedes compartir por mucho tiempo con los amigos, pero, aunque el agua cambie el vínculo se mantiene intacto. Cuando se van importantizas detalles que quizá había  pasado por alto, aquilata más consciente su valía como ser humano en todas sus dimensiones.

Es casi final de año, momento para proferir una elegía por aquellos que se han ido. Su partida cambia  y enturbia un poco el agua de tu río, pero también te hace más consciente de tu papel en este plano, podría encender una luz que aclara el futro panorama. Al recordarlos recobra pedazos de tu propia historia que te ayudan a valorar más la certeza del presente que lo incierto del futuro. Porque la vida es un río en el cual no te bañas dos veces es su misma agua. Réquiems por Maira, Daysi y Nanci ríos de vida que han llegado a su final.

Andrea Teanni Cuesta Ramón

Catedrática universitaria

Andrea Teanni Cuesta Ramón, profesora a tiempo completo de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, pertenece a la Escuela de Lengua Y Literatura. Más de treinta años dedicados a la enseñanza, de cuales veinte al nivel superior. Me considero académica no escritora, pero creo que un escritor bien puede nunca enseñar, pero una académica debe siempre leer y escribir. Redes sociales: Twitter Teanni Andrea Cuesta y Teanni Cuesta. Instagran: teannicuesta Facebook: Teanni Andrea Cuesta.

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