El escritor español Miguel Delibes afirmaba que «Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo». De manera similar, un pueblo oprimido pierde su voz y, al hacerlo, mutila no solo su identidad, sino también su historia, ya que la opresión silencia las narrativas que definen y dan vida a una cultura.

En 1987, el historiador Tulio Halperín Donghi[1], reconocido por su profundo conocimiento de la historia latinoamericana, reflexionó sobre la novela de dictadores, como un género literario, señalando que en Hispanoamérica la dictadura personal ha sido tanto la forma de gobierno más común como la que ha carecido de toda legitimidad. Estas observaciones nos permiten plantear el problema de manera clara, la dictadura parece ser una característica distintiva de la política en la región, y el autoritarismo un modelo de gobierno con raíces profundas en los orígenes del régimen republicano.

Se necesitan estudios que reconstruyan los mecanismos del poder y que utilicen el aparato conceptual de la sociología, la filosofía y la ciencia política. Los dictadores han fascinado a los escritores así que tenemos una notable abundancia de novelas que los eligen como protagonistas. Mencionemos algunos, entre los más significativos: José Mármol, Amalia (1851); Valle Inclán, Tirano Banderas (1926); Guzmán, La sombra del caudillo (1929); Arévalo Martínez, ¡Ecce Pericles! (1945); Asturias, El Señor Presidente (1946); Vargas Llosa, Conversación en La Catedral (1969); Roa Bastos, Yo el Supremo (1974); Carpentier, El recurso del método (1974); García Márquez, El otoño del patriarca (1975); Franqui, Retrato de familia con Fidel (1981); Eloy Martínez, La novela de Perón (1985); Vargas Llosa, La fiesta del chivo (2000); Castellanos Moya, Tirana memoria (2008)[2].

En la historia reciente, se presentan varios ejemplos relevantes de dictadores en Centroamérica y el Caribe, los cuales ilustran una diversidad de contextos políticos e ideológicos. Estos regímenes abarcan una amplia gama de formas de gobierno autoritario, que incluyen desde las dictaduras típicas de las repúblicas oligárquicas, donde una élite económica y social mantiene el control absoluto, hasta las dictaduras comunistas, que surgieron en el marco de las influencias de la Guerra Fría. Además, a finales del siglo diecinueve y a lo largo del siglo veinte, existieron dictaduras militares que, influenciadas por las tensiones globales de la época, caracterizaron muchos de los regímenes de esta fase histórica. Cada uno de estos tipos de dictadura refleja una respuesta particular a las circunstancias locales y globales, pero todos comparten una profunda falta de legitimidad popular y una concentración del poder en manos de unos pocos. Esta variedad de contextos subraya la complejidad del fenómeno autoritario en la región, donde se han entrelazado factores ideológicos, económicos y estratégicos para dar origen a diferentes formas de gobierno represivo.

Dictadores Años en el poder País.
Justo Rufino Barrios (1871-1885) 14 años Guatemala
Manuel Estrada Cabrera (1898-1920) 22 años Guatemala
Jorge Ubico (1931-1944) 13 años Guatemala
Maximiliano Hernández Martínez (1931-1944) 13 años El Salvador
Tiburcio Carías Andino (1933-1948) 15 años Honduras
Fulgencio Batista (1952-1959) 7 años Cuba
Fidel Castro (1959-2008) 50 años Cuba
François y Jean-Claude Duvalier (1957-1986) 29 años Haití
Rafael Leónidas Trujillo Molina (1930-1961) 31 años República Dominicana

Fuente: Pérez Brignoli, H. (2021). El síndrome autoritario en Centroamérica y el Caribe: Una historia de muchos dictadores. (Conferencia) Cátedra de Estudios Caribeños Frank Moya Pons, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

La República Dominicana no escapó a la realidad de la región, ya que se vio impactada por una dictadura de 31 años iniciando en el año 1930 y extendiéndose hasta 1961. En el libro: Los orígenes del Movimiento 14 de Junio (Cassá, 2007), detalla el proceso de expansión y consolidación de la organización política que se oponía a la dictadura de Trujillo en la República Dominicana, haciendo énfasis en las redes de contactos que fueron fundamentales para la estructura del movimiento[3]. A través de la colaboración entre activistas de diferentes regiones, como el Sur y el Cibao, se estableció una organización que se va afianzando y propaga su influencia en todo el país, a pesar de las dificultades inherentes a la clandestinidad y los riesgos que implicaban las reuniones y conexiones.

Durante este periodo tiene una notable presencia René del Risco Bermúdez, figura central de la literatura dominicana de la generación del 60. Su obra, aunque breve debido a su muerte prematura a los 35 años, dejó una huella imborrable tanto en la poesía como en la narrativa del país.

René del Risco Bermúdez nació el 9 de mayo de 1937 en San Pedro de Macorís, República Dominicana, en el seno de una familia con fuerte tradición intelectual. Su padre, René del Risco Aponte, se convirtió en pionero en el teatro radial en el país, mientras que su madre, América Bermúdez, fue una destacada escritora y luchadora política contra el imperialismo y la dictadura de Trujillo. Su abuelo materno, Federico Bermúdez, es considerado uno de los pioneros de la poesía social en la República Dominicana. Esta influencia familiar, sin duda, marcó el destino literario y social de René.

René del Risco Bermúdez. Fuente: Archivo General de la Nación.

A pesar de comenzar sus estudios en la carrera de Derecho en la Universidad de Santo Domingo (hoy UASD), René abandonó su carrera en el tercer año para involucrarse activamente en la lucha contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo a través del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Debido a su vinculación con la resistencia, fue encarcelado en 1960 y, posteriormente, exiliado en Puerto Rico hasta 1962. A su regreso al país, se dedicó principalmente a la escritura, convirtiéndose en una figura central de la literatura dominicana post-revolución. Fue parte del departamento de prensa del gobierno constitucionalista durante la Guerra de Abril de 1965.

Siendo un exponente del costumbrismo urbano en la literatura dominicana, René del Risco se destacó como miembro importante de la generación de escritores de la posguerra. Junto a otros literatos como Marcio Veloz Maggiolo y Miguel Alfonseca, fundó la agrupación cultural «El Puño»[4], y participó en varios concursos literarios. También se desempeñó como locutor, productor de radio y televisión, y compositor de canciones. Entre sus composiciones más populares se encuentran «Así tan sencillamente», «Una primavera para el mundo», y «La ciudad en mi corazón». Su obra está profundamente influenciada por la preocupación social, especialmente en relación con las desigualdades del país y la explotación del Tercer Mundo.

Uno de los temas recurrentes en su producción literaria, es la crítica a la desigualdad social. René del Risco abordó, de manera conmovedora y directa, las injusticias que sufrían las clases más marginadas, ya fuera en el campo o en la ciudad. Este enfoque le permitió posicionarse como un escritor comprometido con los problemas sociales, sin perder la esencia poética que lo caracterizó. Su obra más conocida, «Ahora que vuelvo, Ton», es una reflexión sobre la pobreza y la desigualdad, donde las vidas de personas de diferentes clases sociales se cruzan en un contexto de reminiscencia y nostalgia.

René del Risco Bermúdez falleció trágicamente el 20 de diciembre de 1972, a los 35 años, en un accidente automovilístico en Santo Domingo. A pesar de su corta vida, dejó un legado literario invaluable. Su trabajo ha sido promovido post mortem por su familia y diversas instituciones, como la Fundación René del Risco Bermúdez, que se dedica a preservar y difundir su obra, asegurando que su legado siga vivo entre las generaciones jóvenes.

Obras destacadas:

  • El viento frío (1967)
  • En el barrio no hay banderas (1974)
  • Cuentos y poemas completos (1981)
  • El cumpleaños de Porfirio Chávez (1996)
  • Del júbilo a la sangre (1997)
  • Cuentos completos (2002)
  • Poesía completa (2012)

René del Risco Bermúdez trasciende por su profundo compromiso social y su habilidad para capturar la esencia de su tiempo.

El presente trabajo tiene como propósito explorar la compleja dualidad en la obra literaria de René del Risco, abordando la tensión entre lo urbano y lo íntimo que permea sus escritos. A través de un análisis detallado de su poesía y narrativa, se pretende desentrañar los elementos que configuran su estilo único y cómo sus vivencias personales y el contexto histórico influyeron en la creación de una obra profundamente vinculada a la identidad social y política de la República Dominicana. Al mismo tiempo, se busca entender el impacto de su breve, pero intensa carrera en la literatura dominicana y latinoamericana, destacando su legado perdurable.

[1] Halperín Donghi, T. (1987). En el trasfondo de la novela de dictadores: La dictadura hispanoamericana como problema histórico. En El espejo de la historia. Editorial Sudamericana.

[2] Pérez Brignoli, H. (2021). El síndrome autoritario en Centroamérica y el Caribe: Una historia de muchos dictadores. (Conferencia) Cátedra de Estudios Caribeños Frank Moya Pons, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

[3] Cassá, R. (2007). Los orígenes del Movimiento 14 de Junio. Comisión Permanente de Efemérides Patrias.

[4] Tavárez, G., Lora, E., Pérez, O., Rodríguez, J. E., Ginebra, F., Rivas, N., Mena, M. D., Betances, M., Lora, F. M., Beiro, L., Troncoso, B., Martínez, M. I., & García Arévalo, M. (2022). René del Risco Bermúdez, medio siglo después. RESERVAS. ARTE Y CULTURA, 2. BANRESERVAS.

Esteban Tiburcio Gómez

Investigador y educador

El Dr. Esteban Tiburcio Gómez es miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Licenciado en Educación Mención Ciencias Sociales, con maestría en educación superior. Fue rector del Instituto Tecnológico del Cibao Oriental (ITECO), Doctor en Psicopedagogía en la Universidad del País Vasco (UPV), España. Doctor en Historia del Caribe en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), entre otras especializaciones académicas.

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