En la República Dominicana no es posible hablar sobre desarrollo económico e industria azucarera ni de identidad cultural, sin referirnos a los "cocolos" o inmigrantes negros provenientes de las Antillas Británicas, como las Bahamas, las Islas Turcas y Caicos, entre otras del Caribe, como Santo Tomás.
Estamos ante la segunda edición corregida y ampliada de este estudio (2023), con diagramación y diseño de portada a cargo de Santiago Rivera. Impreso en Editora Amigo del Hogar (2023). Santo Domingo, República Dominicana. 509 págs.
En su primera edición esta obra se puso en circulación el 10/19/2021. En 2023 apareció esta segunda edición ampliada y revisada, de ahí su valor referencial para las búsquedas o indagaciones de los interesados en el profundizar en ese tema de la migración y sus innegables aportes.
En el libro de Enrique Cabrera Vásquez (El Mello) vemos que se trata de un estudio que consta de un "frontispicio" o nota de datos históricos que permiten entender de manera amplia el tema a tratar.
Contiene, además, un prólogo escrito por el investigador sociólogo Dagoberto Tejeda Ortiz, y un prefacio bajo la firma de Julio César Mota Acosta, uno de los primeros estudiosos del tema sobre los cocolos.
En veintiún (21) capítulos más un apéndice y una amplia bibliografía, el sujeto-autor de este estudio nos presenta una indagación objetiva, con suficiente soporte demostrativo de sus planteamientos sobre los cocolos, la industria azucarera y los aportes de los cocolos al desarrollo económico y cultural de la República Dominicana.
Si bien es cierto que este estudio es un homenaje o un merecido reconocimiento a Thedphilus Chiverton (Primo), "El Rey del Momise", no menos cierto es que se trata de una amplia y minuciosa indagación sobre los aportes de los cocolos a la vida social, cultural y económica de San Pedro de Macorís y de toda la República Dominicana, desde la dinámica de esos inmigrantes.
Debo aclarar que, sin menospreciar los significativos aportes de otrosinmigrantes a la economía dominicana, como ocurre con la inmigración haitiana, son los cocolos los que, con mayor disposición identitaria y humana, se han integrado de manera decidida al contexto vivencial y cultural de nuestro país.
Tan profunda y significativa ha sido la integración de los cocolos al quehacer cultural dominicano, que, en el año 2005, la UNESCO los declaró como "Patrimonio oral e intangible de la humanidad".
En este trabajo el sujeto-autor nos pone en evidencia no sólo el valor de los aportes culturales de los cocolos, sino que proyecta el amplio panorama que abarca su convivir restringido y/o reservado y hermético, y nos pone en evidencia la diversidad de bailes y movimientos con los que los cocolos han consolidado el transcurrir cultural e identitario de nuestro país, el cual también el país de esos inmigrantes y sus descendientes.
Esta es una investigación que sitúa a los cocolos en el sitial que el empresariado y el Estado capitalista no les ha querido aceptar y oficializar, como base de nuestra estructura cultural caribeña.
Es esta una investigación de negaciones y descubrimientos. Este es un estudio cuestionador y crítico. Es un trabajo que nos convoca a ver la otra cara de la inmigración.
Estas afirmaciones son convenientes en estos momentos, en los que, más allá de una "regulación de la inmigración", conviene afrontar el problema de la inmigración desde un enfoque humanístico equilibrado y justo, sin violentar los fundamentos constitucionales y apegados al respeto a los derechos democráticos y humanos de las personas, sin importar su procedencia.
Esta es una investigación provocadora que nos induce a reconocer la mano amiga del inmigrante en nuestro país y sus insustituibles aportes al desarrollo integral del pueblo dominicano. Y, queriendo o no, el sujeto-autor de esta obra llama a una revalorización de la inmigración en determinados momentos propios de nuestro discurrir histórico.
Desde el manejo de un estilo directo y simple, no deja de dar base de objetividad y claridad al momento de llevar sus ideas, desde una prosa ágil, sobre este tema de incuestionable valor político, económico y cultural en la bibliografía nacional.
En medio de su presencia en el país, están los intereses capitalistas, también en el caso de los inmigrantes haitianos. Hay intereses del sector empresarial; en el caso de los cocolos, vemos la presencia del empresariado nacional e internacional, a partir del corte de la caña y la industria azucarera, desde antes de 1924 hasta la fecha.
Mientras que, en el caso particular de los inmigrantes haitianos, aunque también está el empresariado de la caña y de la industria azucarera, inciden además en la industria de la construcción y otras producciones agrícolas a nivel general; pero, en el caso de los haitianos, su integración a la cultura nacional es más restringida o limitada, no es tan abierta y concentrada como ha pasado con la integración de los cocolos, a pesar de la influencia del "gagá" en el folclore nacional.
Es leyendo estudios culturales como este que podemos plantear esos paralelos analíticos y ampliar nuestro saber sobre nuestra identidad cultural y su necesaria defensa, con sentido patriótico.
Ahí está la obra esperándonos, y depende de nosotros su lectura reflexiva y crítica, para comprender y comprendernos, como dominicanos, bajo el criterio de que somos, porque también los otros son.
"El rey del Momise, los guloyas y los cocolos en la industria azucarera de San Pedro de Macorís" es una obra que nos cuestiona y nos retrata, como nación. Nos pone a automirarnos, desde un mismo espejo sociocultural. Miremos desde ahí nuestro rostro, como nación.
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